La felicidad no es un lugar o un premio, realmente es una manera de vivir, pensar y actuar. Uno de los legados más grandes que tenemos en nuestras tradiciones es el hacer las cosas «ve simcha.» (con alegría) Por ejemplo la fiesta de Sukkot es llamada también z’man simchateynu, tiempo de regocijo el mensaje es clarísimo, se descubre la felicidad en el momento que se puede valorar las cosas que son verdaderamente importantes, aun viviendo en la austeridad temporal y frágil; Cuando se es feliz se agradece, se comparte y se bendice todo lo que se tiene.

«Es fácil perder lo que se tiene por buscar lo que no se posee«

La persona que no está contenta consigo misma no sabe reconocer las bendiciones que ha recibido y tampoco comprende que debe ser responsable por buscar su propio bienestar. Tristemente, se convierte en un eterno viajero que busca lo que quizá nunca va a encontrar porque es probable que aunque lo encuentre no lo sepa reconocer y por lo tanto no lo pueda valorar ni retener. Ser feliz no es un destino. Encontrar la felicidad es un trabajo personal, interno que implica humildad, gratitud y algo que le sentido a la vida. Ser feliz es una manera de vivir, una manera de pensar y un estilo de vida que no se puede comprar o encontrar al azar.

Felipe es un hombre mayor, solo, que tras haber tenido tantos años de una intensa búsqueda por el amor y la felicidad nunca los pudo reconocer ni alcanzar. Se divorció tres veces, ya que en sus tres matrimonios siempre sentía que le hacía falta una chispa que le hiciera sentir una verdadera felicidad. Lamentablemente, por estar tan concentrado en encontrar esa dichosa felicidad que tanto deseaba, perdió la posibilidad de construir una relación de pareja profunda y duradera y una relación con sus hijos significativa y continua. Cada relación nueva le consumía mucho tiempo y lo desviaba de aquello que debió haber sido prioritario y verdaderamente importante.

Hace pocos días atrás, falleció Elsa, su primera esposa. Durante los últimos meses de su vida Felipe estuvo a su lado en el hospital y la acompañó hasta que ella cerró los ojos por última vez.

Hoy Felipe admite después de tres tormentosos divorcios, que cometió un gran error. Descubrió que buscar la felicidad sin realmente invertir tiempo y compromiso en la relación, es como querer encontrar el jarrón de monedas de oro al pie del arco iris. Fácil de decir, pero imposible de encontrar. Buscar la felicidad fuera de uno mismo es una búsqueda larga y sin sentido.

Felipe aprendió demasiado tarde que el matrimonio con su segunda o su tercera mujer no fueron tanto mejores que con la primera. Después de un tiempo todas las relaciones cayeron en la rutina y la monotonía. Aceptó que quizás fue él quien las dejo caer… Tristemente sus hijos fueron las personas más afectadas ya que tuvieron un padre de tiempo compartido, momentos cortos y solo determinados fines de semana, tal como lo habían establecido los abogados y se lo permitían sus otras esposas.

«La felicidad se multiplica cuando se comparte y disfruta con los demás «

Las personas que son felices son aquellas que eligieron serlo, que optaron por dar, en lugar de recibir, que están dispuestos a conquistar sus sueños y compartirlos, no ponen pretextos o condiciones.

Receta para la Vida®

La felicidad

www.recetasparalavida.com
http://recetasparalavida.com/receta25.html

Ingredientes:

  • 1 taza de decisión
  • 2 cucharadas de entrega
  • 1 manojo de sinceridad
  • 1 manojo de gratitud
  • 1 cucharadas grandes de cuidado
  • Espolvoree constantemente con generosidad y espontaneidad

Condimentos:
Actitud positiva, acciones genuinas, y detalles

Nota del chef: La felicidad no es algo incidental, es una decisión y un derecho que todos tenemos.

Modo de Preparación:

  1. Es importante vivir con determinación para ser feliz. Hay que buscar diariamente una razón para estar contento y satisfecho. Se debe ser feliz simplemente por estar vivo y por tener la posibilidad de reinventarse y desarrollar los sueños.
  2. El ingrediente principal para preservar la felicidad es el valorar lo que se tiene en todos los aspectos, material, espiritual y emocional. Cuando uno realmente aprecia lo que tiene nada se le hace poco, ni austero, y lo cuida como un gran tesoro. Este sentimiento fortalece a la persona y a la relación logrando una gran unión y solidez aun cuando las cosas se complican.
  3. Hay quemantener el corazón cerca de la persona que se quiere. Para no perder el encanto de la relación es necesario trabajar concienzudamente, tener detalles, pensar como alagar y proteger a la persona querida, escucharla, mirarla, entenderla… Evitar las palabras y las acciones que distancien, ya que llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso.

» Las relaciones importantes son a las que les ponemos más atención, cuidamos los detalles y buscamos continuamente la manera de nutrir nuestro amor.»

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