La vergüenza y la culpa son sentimientos que causan, dolor, incomodidad y estrés. Lamentablemente, estos existen y son parte de la variedad de emociones que toda persona siente. Nadie se salva. La gran diferencia radica no en cómo, porque o cuando los sientes, sino en que haces cuando te sientes así.

Sin hacer un análisis psicológico o un estudio muy profundo en general se podría decir que cuando siente culpa y/o vergüenza uno puede elegir evadir sus sentimientos, esperando que estos desaparezcan eventualmente (lo cual es imposible), o los puede ignorar hasta llegar al punto de tratar de desconectarse de ellos, lo cual solo logra empeorar y agrandar el vacío, el miedo y la incomodidad. O bien, los puede reconocer y vivir en el calabozo emocional, sufriendo la tortura diaria que estos sentimientos encarnan. Por último, uno se puede armar de valor para enfrentar cara a cara y con todas las personas que se relaciona este sentir culpa y vergüenza.

Cuando uno finalmente reconoce y aprende a sanar el dolor por medio del perdón, la reconciliación con la realidad y la aceptación, se libera y probablemente aprende a vivir en paz y en armonía consigo mismo. No es placentero y muchas veces incluye un trabajo sincero, duro y doloroso, pero cuando finalmente se logra aceptar y lo puede contar como una historia triste, el resultado es realmente increíble. Uno se libera y se sana.

Así está este hombre que se siente frustrado y avergonzado porque a pesar de que siempre tuvo la ilusión de ser un ejemplo en su familia y un buen proveedor para su mujer y sus hijos, hasta el día de hoy no lo ha logrado. Esto le ha costado mucho dolor y lo ha trasformado en un hombre lleno de culpa y enojo. Por más de que él trabaja y se quiere superar, invariablemente cosas le suceden y por una o por otra razón, sus proyectos se le complican, sus miedos lo corroen y termina siempre en el mismo lugar enojado, frustrado con vergüenza y culpa por no poder darle a su familia lo que él hubiera querido.

También está la mujer que siempre estuvo en una situación privilegiada y en algún momento tuvo un incidente que la lastimo tanto que prefirió nunca comentárselo a nadie, sobretodo porque ella tiene una reputación y una carrera increíble, sin embargo, ahora que tiene que preparar una nueva presentación que implica un reto más grande se siente imposibilitada y temerosa.

Solo en el momento que reconoces tu miedo, pena, culpa, vergüenza, y lo aceptas, lo puedes soltar, y solo allí, es cuando puedes encontrar el valor para sanar y acercarte a la gente que lastimaste cuando te escondiste, evadiste y te enojaste porque las cosas no salieron como tu esperabas.

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La receta

Acepta tus sentimientos

Ingredientes:

  • 1 taza de aceptación – reconocer sin reproches que las cosas no son como querías
  • 1 taza de valor – fortaleza para darte la cara y confrontar con tu gente tu decepción
  • 1 cucharada de ánimo – esperanza y una visión positiva de la vida
  • 1 manojo de perdón – dejar ir lo que nunca fue, compasión y sensibilidad personal
  • 2 gotas vulnerabilidad – aceptar que todos tenemos el derecho de sentir todo tipo de emociones

Recomendación del chef: La culpa y la vergüenza provienen del mismo origen que la dicha y la felicidad: viven en el corazon de cada quien. Evitar las primeras implica dormir y perder las segundas, una verdadera perdida. Hay que tener mucho cuidado.

Como liberar la culpa y la vergüenza:

  1. Todas las emociones tienen consecuencias directas en las acciones propias. Todo lo que se siente, aunque no se exprese crea un efecto que tarde o temprano afecta la manera de actuar. Cuando se les reconoce y se les acepta se les puede cambiar y mejorar cuando solo se les justifica lastiman y dañan mucho más de lo que uno cree.
  2. Entre más pronto se acepta y trabajan los sentimientos de pena y vergüenza menos tiempo se tienen cultivar. El simple hecho de confrontar el malestar antes que después, ayuda a no tener que cargar con la culpa, el enojo y el des-confort más tiempo de lo necesario.
  3. Para poder vivir en presente uno tiene que estar dispuesto a dejar ir el pasado. La Culpa y la vergüenza atoran y encapsulan el pasado, desconectando a la persona de su realidad. Logrando acrecentar el recuerdo continuo del fracaso y las todas las oportunidades que ya echo a perder.

Enterrar y evadir los sentimientos que causan dolor es mucho más complicado y toxico que enfrentarlos y sánalos. ¡Libérate de tu culpa y la vergüenza, atrévete a vivir en paz!

Photo by Manarianz5

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