La belleza al precio de la vida
Cada vez son más mujeres hispanas que se someten a delicados procedimientos quirúrgicos, buscando la imagen perfecta o la juventud eterna. El abuso de los tratamientos estéticos, la falta de seriedad de algunos médicos que buscan obtener fama y fortuna sin escrúpulos, las mujeres ilusas que compran la fantasía de un cuerpo ideal aunque no sea parte de su complexión y sueñan que un cambio drástico les va a dar la felicidad, el orgullo y el placer de sentirse hermosas, hace que la búsqueda de la belleza se convierta en un recorrido riesgoso y superficial. Este es un precio que las mujeres están dispuestas a pagar y a sacrificarse con tal de satisfacer su ego y destruir sus viejos complejos.
Desafortunadamente, los resultados del abuso pueden ser peligrosos: cuerpos plásticos con medidas irreales, fisonomías deformadas, sin expresión y carentes de textura natural.
Constantemente escuchamos de casos de mujeres y sus tragedias, muchas que a pesar de tener una figura envidiable siguen buscando el último toque para lucir mejor.
La guapa y vivaz rockera mexicana Alejandra Guzmán fue sometida a una complicada cirugía en los glúteos por motivos estéticos Aparentemente se le aplicó una sustancia que le provocó una tremenda infección en su cuerpo al grado que puso en riesgo su vida.
Lucinda, otra joven mujer madre de tres lindos chicos decidió hacerse una operación para aumentarse el volumen de sus senos. Así fue como cayó en las manos de un terrible «médico de alta reputación» el cuál le prometió darle una nueva figura con implantes perfectos. Lejos de quedar como le habían prometido, Lucy tuvo que sufrir dos operaciones más, largas y complicadas, en la última sus abscesos la dejaron anémica y en cama por más de un mes. Finalmente tuvo que cambiar de médico y sus implantes le ocasionaron tremendas cicatrices que ni el mejor cirujano le podrá quitar.
Mariana se inyectó tanto botox en la cara y se hizo tantas intervenciones que ahora que ya tiene una edad más avanzada, tiene una expresión de susto; precisamente lo contrario a lo que ella estaba buscando.
La triste realidad es que en nuestra sociedad, el aspecto físico está sobrevaluado, y muchos caen en la trampa y la ilusión que después de una intervención estética obtendrán lo que no logran con su aspecto actual, como ser encontrar un mejor trabajo, una pareja y la felicidad. Arriesgan a veces hasta sus vidas por alcanzar una belleza que frecuentemente acaba siendo temporal y artificial.
La joya que llevamos adentro
La belleza que no se puede comprar
Ingredientes:
- 2 gotas de delicadeza
- 1 pizca de brillo
- 1 cucharadita de esencia personal
- 1 manojo de valor
- 1 racimo de autenticidad
- 1 pieza de experiencias
Condimentos:
Espontaneidad, cariño y originalidad
Precaución: Cuando se conoce el auténtico valor se puede apreciar verdaderamente.
Modo de preparación:
- Cada mujer tiene un brillo único que la hace diferente, original y especial. Las experiencias y sus historias las hace que cada mujer tenga un toque que la hace interesante y valiosa. Hay que pulir, trabajar y descubrir los atributos que cada quien posee.Toda mujer es especial,
- Una mujer debe cuidarse y protegerse sintiéndose valiosa, especial y única. Cuando tu te sientes bien contigo-misma, radias una belleza que se proyecta y todos los demás la pueden ver, Valorarte, da un toque de belleza que ninguna cirugía puede otorgar..
- La belleza es solo un punto de vista. La belleza contiene muchos ingredientes, para ser verdaderamente bella hay que poder reconocer, que para verse bella hay que sentirse bien, tener buenos sentimientos trabajar en relaciones nutritivas y aportar algo bueno a todos los que estaban alrededor. Al igual que una buena joya, la riqueza que ésta posee es incalculable ya que irradia luz, gracia, confianza y delicadeza.
«Toda mujer es la joya bella que se tiene que pulir y cuidar, su valor y belleza son la mezcla de una alma tranquila, un corazón limpio y una actitud alegre «