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¿Qué haces cuando todo te sale mal?

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30 agosto, 2013

No existe sensación más increíble que la de obtener los resultados deseados, la satisfacción, felicidad, y el logro personal, son definitivamente la mejor recompensa, el éxito siempre tiene un sabor delicioso

Después de prepararte, organizar y esperar, llega el momento anticipado, el instante que puede convertir tu trabajo en un triunfo; sin embargo lo único que escuchas son palabras como: No te preocupes la próxima será la buena, ten fe, recuerda que ya te llegara lo que buscas, no te desesperes, quizá esto no era para ti…

Tu por el otro lado te sientes defraudado, triste quizá hasta las esperanzas has perdido, sientes que lo que pudo ser un momento espectacular, se convirtió simplemente en un acto gris, invisible y en ocasiones hasta en una catástrofe, una memoria amaga con un mal sabor.

En realidad, todo radica en la actitud que elijas en la historia que quieras recordar y en las acciones que se realice A partir de lo que te sucede. La elección siempre es tuya aun cuando no parezca.

Pero que haces cuando lo que esperabas no sale según tus planes, cuando sientes que tu trabajo no es valorado, cuando tu esfuerzo pasa desapercibido y en muchos casos sientes que hay una conspiración en tu contra

David estaba listo para su primer debut oficial como concertista de Chelo, tras muchas horas de práctica, mucho esfuerzo y hasta grandes sacrificios familiares, todo estaba listo para e gran día. El traje heredado y arreglado, el instrumento rentado, la emoción y finalmente la esperanza de que el trabajo seria finalmente reconocida y quizá la suerte le mejorar, todo junto en un saco cargado de sentimientos encontrados, felicidad, miedo anticipación nervios, gratitud…

Cuando David llego al teatro saco su gran chelo de su funda y lo comenzó a afina, una rutina que ya tenía bien establecida. En el momento que comenzó a ajustar la cuerdas una repentinamente se rompió, sin perder la calma, busco otra cuerda, como es de esperarse en esta ocasión no había traído un respuesta, curiosamente la maestra no había llegado y nadie tenía otra cuerda para el instrumento, David no se preocupó mucho y dijo también se tocar con una cuerda menos no pasa nada, en el momento volteo a ajustar su asiento, el chelo se le resbalo de las manos y sin querer se cayó y se rompió.

De repente se hizo un gran silencio los compañeros de David, se quedaron inmóviles su mamá angustiada y nerviosa y nadie sabía qué hacer, pobre David, la beca que tanto necesitaba se le estaba escurriendo de las manos y nada podía hacer.

Con toda calma David se recordó que en el teatro donde iba a tocar, había una sala con instrumentos viejos así que fue a buscar al intendente para que le abriera la bodega, encontró un chelo viejo y con muy mala calidad, lo ajusto rápidamente y regreso a la sala de la presentación, David toco con mucho trabajo quizá las notas no le lucían como él hubiera querido pero definitivamente el espectáculo fue un éxito y una buena lección para todos, David no se desesperó, no perdió la fe, busco la manera de resolver sus percances y toco como un verdadero maestro.

Lo que hubiera podido ser un desastre no lo fue, la calma y las ganas de encontrar solución a los problemas son buenos ingredientes.