Cuando pedí a que me dijera algo acerca de Japón, comenzó así: “Aquellos que conocen historias poco usuales, cuentan que dos acontecimientos fueron suficientes para que Japón acabara expulsando de sus tierras a todos los extranjeros y se aislara durante largo tiempo del resto del mundo. El primero fue haber aceptado a los predicadores budistas en el siglo VI, y el segundo a los misioneros que trataron de convertir a los japoneses al cristianismo, pretendiendo además enseñarles cómo gobernar su propio país. Fue apenas en el siglo XIX cuando mostraron a Occidente sus habilidades artísticas, comenzando con el grabado en madera de motivos populares. Su prolongada reclusión rompió con la influencia china del pasado, pero nunca olvidaron el gran amor por la naturaleza que sus vecinos supieron darles: paisajes, cascadas, árboles, nubes, niños… todo quedó plasmado en pinturas y dibujos. Y algo muy especial: los japoneses descubrieron el arte de combinar los bordados con dibujos pintados, recurriendo a las cosas simples que les rodeaban, como flores, mariposas, puentes, pagodas y el famoso Fujiyama”.

-¡Háblame del vestuario! -pedí a Moda, pero se adelantó Vanidad con su característica alegría: “¿En qué piensas cuando escuchas la palabra kimono? Como todos, pensaste en el vestido japonés femenino. Pues mal hecho, porque kimono significa “lo que se pone” y se aplica tanto para hombre como para mujer.

Modelo Kimono
Modelo Kimono

Te diré que, en sus orígenes, el kimono masculino consistía en una pieza de tela con una abertura al frente que permitía sólo introducir la cabeza. Luego agregaron mangas cortas, hasta terminar con el largo extremo que rozaba los pies. Tiempo después, el kimono se hizo abierto por delante, con el lado izquierdo cruzado sobre el derecho. Y respecto al kimono femenino, te contaré un secreto acerca de las enormes mangas que solían lucir las coquetas japonesas. Esas mangas sólo eran usadas por las mujeres jóvenes y solteras, pues al caminar daban la impresión de volar y estar libres de ataduras. Al casarse, tales mangas voluminosas eran cortadas. ¿Te imaginas cómo traerían los varones a las pobres mujeres? “. –Pues ‘cortitas’, contesté de inmediato.

Mujer Con Kimono Y Diseño Moderno

 

“Déjense de chistes malos –siguió Moda- y escuchen lo siguiente para que sepan más acerca de este sofisticado vestuario: El obi fue el elemento que se agregó al kimono, consistente en una faja de unos treinta centímetros de ancho y varios metros de largo. Los hombres lo lucían menos ancho. Con el obi envolvían la cintura y el talle, haciendo que su figura se viera más armoniosa, pues así creaban la ilusión óptica de piernas más largas”.

Utilizo la idea de colocación del obi en mi diseño para lograr el mismo efecto de armonía que caracterizó a las japonesas.

“Las mujeres siempre han usado mensajes sublimados para denotar su estado civil o disposición hacia los galanteos de los varones. ¿Y sabes quien es la causante de ello?” –dijo esto Moda mirando directamente a Vanidad y ella, por supuesto, sintiéndose agredida pronta contestó: “Bueno, es cierto que influí un poco, pero todas las mujeres nacieron con un algo de coquetería y empeñadas en la conquista del sexo opuesto. Yo, sí les di la pauta para que los varones supieran con quien estaban hablando tan sólo al mirar la posición de los alfileres que adornaban sus peinados. A las solteras les dije que los lucieran en posición vertical. A las cortesanas les sugerí que formaran un abanico con ellos y a las casadas que los llevaran en forma horizontal”.

Mujer Con Kimono
Mujer Con Kimono

Moda me contó que el indumento masculino japonés tuvo diversidad de modelos, según el grado jerárquico de quienes los llevaran. Así, tenemos el vestuario simple basado sólo en una túnica ajustada por un cinto. Debajo se usaba alguna otra prenda interior y pantalón. Complementaban el atuendo con calcetines y zapatos de cuero. Este modesto atavío contrastaba por amplio margen con el de un alto dignatario, quien vestía hasta quince prendas de seda sobrepuestas, todas de diferentes colores y con dibujos armoniosos. Los pantalones eran muy anchos y largos, haciendo juego con las mangas de la túnica, de amplitud desmesurada.

JaponHombre1
Japonés con túnicas sobrepuestas.

 

A estas alturas, Vanidad intervino para decir: “El atractivo que los japoneses sentían por la seda se hizo evidente cuando, en una época en que se prohibió confeccionar prendas con esa hermosa tela, se les ocurrió usarla como forro en tejidos de algodón o ropa interior, para no ser descubiertos infringiendo la ley. Así nació la costumbre que ha perdurado hasta el presente, pues, aunque no usen forros de seda, los confeccionan con tela muy delgada semejante al valioso tejido”.

Diseños Modernos
Diseños Modernos

En casi todas las prendas de la antigüedad he descubierto algún elemento funcional, pero curiosamente en los ropajes japoneses no lo hallé: muchos vestidos sobrepuestos, largos extremos, calzado elevado, y hasta en los guerreros es notorio el exceso de vestidura poco práctica para su ya remota actividad. Sin embargo, todo el conjunto produce una imagen grandiosa que transporta la mente siglos atrás con historias repletas de samurais, geishas y sombras fugaces al caer la luz. Traté de unir todas esas líneas para diseñar los modelos que expongo.

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Kalóniko (Lupita Garnica) Durante más de cuatro décadas fue la asistente personal del periodista mundialmente conocido Jacobo Zabludovsky. En ese tiempo aprendió la mecánica del periodismo, misma que aplicó a su afición preferida: investigación de la historia de la indumentaria. En Televisa creó y dirigió una serie de cápsulas acerca de la historia del traje, transmitida tanto en Televisa como Galavisión con cobertura internacional. Produjo un videocasete sobre la historia del traje con tres horas y media de duración. En prensa publicó artículos acerca de la historia del traje ilustrados con diseños suyos en los diarios Novedades, Ovaciones, El Heraldo de México, Summa y colaboró en el periódico Reforma con una columna semanal que también fue subida a Internet con el título de Moda y Vanidad, durante más de diez años. Sus artículos fueron solicitados en las revistas: Varón, Vogue, Hombre Saludable, Voices of México (en inglés), la revista Carolina y la revista española Dunia. Ha editado en México el libro “La historia del traje“ con Editorial Diana, ahora de Planeta, y en España “Caprichos de la moda“ con la Fundación Hispano-Mexicana Castilnovo, Madrid 2011. Libros inéditos: “Trajes típicos de las Américas“, “Diccionario del vestuario“ y “Así te ven, así te tratan“. Actualmente vive en Benidorm (Alicante) España y es coautora del blog: www.kaloniko-nykur.blogspot.com Diseñadora de modas, de todos sus dibujos y de las portadas de cuatro libros y un disco LP.

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