Vanidad empezó aceleradamente a contarme lo que había observado cuando ella y Moda se trasladaron a América: “Entre los países que forman América Central y Las Antillas Mayores, el que cuenta con un folclore más definido, amplio y vistoso es Guatemala, pues la civilización Maya se extendió por gran parte de Mesoamérica hasta el sureste de México, llegando a Belice, el oeste de Honduras, El Salvador y Guatemala. Y es en este último país donde sus 21 grupos étnicos mantienen vivo el legado de los mayas conservando su lenguaje, vestimenta y ritos”.
En un respiro de Vanidad, Moda aprovechó para intervenir y comentar lo siguiente: “El respeto que los indígenas sienten por sus antepasados los llevaron a mantener muchas de sus tradiciones, las que no sólo vemos plasmadas en sus ceremonias, sino también en sus artes manuales que abarcan los tejidos para su indumentaria.
La población de Momostenango provee de lana a casi todo el territorio guatemalteco, siendo los hombres los encargados de operar los telares que utilizan para tejerla. Las mujeres tienen a su cargo lavar, cardar, hilar y teñir la lana”.
“¡Cómo me encantan los vestidos que lucen las guatemaltecas! –interrumpió Vanidad- sus huipiles son blusas que comúnmente visten los grupos étnicos de Guatemala. Van desde los diseños más sencillos hasta los ceremoniales con dibujos muy hermosos, pues confieren a sus prendas mosaicos de colores contrastantes con figuras de aves, caballos y personas, entre otros. Los refajos o faldas son muy similares a los de México pues su origen es maya y consisten en lienzos muy amplios ajustados a la cintura con una faja”.
“Y no olvides, -comentó Moda-, que en Zocatepeques las mujeres, por lo regular, tejen su propia ropa, sin olvidar el tocado que en muchas ocasiones se trata del huipil de diario colocado en la cabeza para protegerse del sol. En San Pedro Soloma, los habitantes indígenas lucen una túnica larga bordada en la parte superior y los trajes de San Juan Atitán y Panajachel me recuerdan la chaqueta usada en la región de los Balcanes que tienen mangas pero que no emplean como tales, sino sólo de adorno”.
“De igual manera, -interrumpió Vanidad-, en San Martín Chile Verde visten el capixay, especie de túnica corta con mangas sin coser que cruzan por la espalda y sujetan con una faja. Otra variedad del capixay es el que se luce como una capa y recuerda la llevada por los sacerdotes mayas o las casullas cristianas. El coton es una chaqueta tejida en lana. Es adornada con aplicaciones en la espalda. Los tocados que lucen en sus trajes típicos los guatemaltecos, gozan de bastante variedad: el “tupui” hecho de lana roja es enrollado en el pelo de las mujeres dejándolo caer hasta las piernas”.
Interrumpió Moda para decir que el tocado rojo de Tamahú es llamado “bog bal” y simboliza la serpiente coral que domina la vida y vestimenta de varios pueblos. El “tzut” lo usan tanto hombres como mujeres llevándolo muchas veces cubierto con un sombrero de ala estrecha (de origen español). Las etnias guatemaltecas generalmente calzan los caites, que son sandalias provistas de una suela gruesa de cuero y atadas con cintas, también de cuero.
Se retiró Vanidad gritando: “¡Me encanta el vestuario maya!”.