A partir del 1 de enero, el comercio ambulante en las calles de California dejará de ser motivo de cárcel y cargos criminales, una medida que beneficia a miles de pequeños comerciantes que en su gran mayoría son inmigrantes hispanos.
La entrada en vigor este martes de la ley SB946, el “Acta de venta segura en aceras” y que fue firmada en septiembre por el gobernador estatal, el demócrata Jerry Brown, prohíbe apresar o multar a vendedores ambulantes, que solo en Los Ángeles suman unos 50.000.
Muchos comerciantes aplauden la puesta en vigor de la norma, algo que consideran un triunfo a una lucha que han librado desde años atrás, como señaló Inés Juárez, originaria de México y que vende rosas en el emblemático Paseo de la Fama de Hollywood, en Los Ángeles.
Lo que queremos es estar trabajando tranquilamente”, manifestó la mujer, colocada cerca de la estrella de Marilyn Monroe, y tras expresar su alivio por ya no ser perseguidos “como si fuéramos delincuentes”.
La ley, que deja a los municipios locales la potestad de establecer un sistema de licencias para así regular aspectos como sanidad y seguridad, elimina además cargos y multas previas.
Floriselda Estrada, de 54 años y originaria de Guatemala, vende fruta en la acera del popular paseo de las estrellas, donde, dice, las autoridades “no han molestado” en esta temporada de fin de año.
Doy gracias a Dios que se estabilizó ya esto, porque antes con mis hijos caminaba las calles, jaloneándolos, jalando los carritos y corriendo de la policía”, recordó en declaraciones a Efe.
Entre vasijas con granadas, mango, sandía y piña en tajadas, dijo que los vendedores ambulantes desean “trabajar tranquilos” y “pagar impuestos”.
No obstante, algunos de los 50.000 vendedores que se calcula hay en Los Ángeles, según un estudio de la organización Mesa Redonda Económica, están preocupados por una ordenanza municipal que autoriza la venta callejera pero fija las áreas donde los comerciantes podrán trabajar.
La medida, que empezará a regir desde el 1 de enero del año 2020, no incluye lugares concurridos como el Memorial Coliseum, el Staples Center, el estadio del equipo de béisbol de Los Dodgers e, incluso, el Paseo de la Fama en Hollywood.
Sandra Pérez, quien vende fruta cerca de la estrella dedicada a Tony Curtis, teme quedar “excluida de Hollywood” a raíz de la ordenanza angelina y señaló que le es difícil trasladarse, “porque muchas personas ya tienen sus espacios” y por cuyos clientes podrían surgir “peleas”.
Para mí sí es necesario aquí, porque no tengo adonde más ir a vender”, dijo Pérez, de 32 años y originaria de Guatemala.
Tony Arranaga, de la oficina del concejal municipal por el distrito 13 Mitch O’Farrell, dijo a Efe que en el paseo de las estrellas “hay preocupaciones de seguridad” y, por ello, se mantiene un diálogo con representantes del comercio en tiendas y el ambulatorio.
O’Farrell aseguró el pasado mes, cuando el Concejo de la ciudad aprobó la medida, que “los vendedores ambulantes son parte de la cultura de Los Ángeles y se agregan a la riqueza de la diversidad de la ciudad”.
Doug Smith, abogado de la organización Public Council, que defiende a los comerciantes ambulantes, dijo a Efe que tanto la ley como la ordenanza buscan también proteger de la deportación a los vendedores ambulantes indocumentados.
Tras ser detenidos por la Policía, muchos tenían problemas con las autoridades de Inmigración y quedaban en riesgo de la expulsión del país, dijo Smith, quien subrayó que la mayoría de los comercios ambulatorios son iniciativas de mujeres solteras y con hijos.
El estudio sobre el “impacto económico y geográfico de los vendedores ambulantes de Los Ángeles” de Mesa Redonda Económica señala que gracias a ellos se generan 504 millones de dólares cada año en Los Ángeles.
La organización destaca que legalizar el comercio ambulatorio, un 75 % del que se realiza en Los Ángeles corresponde a mercadería como ropa y artículos electrónicos, “llevará a los vendedores a la economía general y contribuirá a los ingresos fiscales locales, estatales y federales”.