John Sanders, titular interino de la estadunidense Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) renunció al cargo en el marco de las denuncias por las pésimas condiciones en que son mantenidos los menores de edad.

La renuncia tendrá efecto a partir del próximo 5 de julio, señaló en la dimisión presentada al secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, ligado de tiempo atrás a Sanders y quien lo antecedió en el cargo, recodó la versión electrónica de The Wall Street Journal.

Las autoridades migratorias estadunidenses han tenido escaso éxito en aplicar medidas humanitarias en su trato a los migrantes sin documentos que pretenden entrar a su país, la mayoría de países centroamericanos del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador).

Las más recientes protestas surgieron de las condiciones en que unos 300 niños estaban detenidos en la estación ubicada en la localidad de Clint, Texas, donde fueron vistos por organizaciones de derechos humanos con ropa sucia y sin acceso a jabones, así como a pasta y cepillos de dientes.

Elora Mukherjee, directora de la Clínica de Derechos de los Inmigrantes en la Escuela de Leyes de Columbia, señaló a la CBS que casi todos los niños con los que pudo hablar no se habían podido bañar desde su detención en la línea fronteriza.

Las instalaciones que visitó la activista la semana pasada en Clint, localidad de El Paso, tienen cupo para unas 100 personas, pero ella encontró 350 niños, los cuales estaban hambrientos, sucios y enfermos.

Las quejas llevaron a que se anunciara el traslado de los infantes a otros lugares en mejores condiciones, y reportes de prensa de la víspera aseveraban que sólo quedaban 30 menores de edad.

Sin embargo, este martes se supo que al menos 100 de los niños habían sido regresados al mismo sitio, señaló la cadena Univisión.

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