El secretario interino de la Marina de Estados Unidos, Thomas Modly, renunció el martes, dijeron dos funcionarios, horas después de que se había disculpado públicamente por haber ofendido al capitán del portaaviones Theodore Roosevelt, donde se registró un brote del nuevo coronavirus.
Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato para discutir el asunto, antes de que se anunciara oficialmente.
El reemplazo de Modly será James McPherson, un veterano de la Marina que actualmente funge como subsecretario del Ejército. Fue confirmado en ese puesto por el Senado el mes pasado. Antes de eso, fue el asesor legal del Ejército.
Modly había creado controversia al despedir al comandante del Roosevelt, el capitán Brett E. Crozier, la semana pasada, alegando que había mostrado un juicio extremadamente malo al distribuir ampliamente vía correo electrónico una carta en la que pedía ayuda urgente para lidiar con el brote de la enfermedad COVID-19 a bordo de la embarcación.
Posteriormente, Modly voló al barco, que estaba atracado en un puerto de Guam, y pronunció un discurso ante la tripulación el domingo en el que arremetió contra Crozier, diciendo que era o demasiado ingenuo o muy estúpido para estar a cargo de un portaaviones.
El lunes por la noche, y por insistencia del secretario de Defensa Mark Esper, Modly emitió una disculpa pública, pero para ese entonces ya se acumulaban las peticiones de los legisladores demócratas para su renuncia. El martes por la mañana, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que Modly debía irse.
Lamentablemente, las acciones y palabras del secretario interino Modly demuestran que no prioriza la protección de nuestras tropas, señaló Pelosi en un comunicado por escrito. Mostró una grave falta de buen juicio y del liderazgo firme que se necesita en estos tiempos. El secretario interino Modly debe ser destituido o renunciar.
Para el martes, al menos 230 marineros a bordo del barco habían dado positivo al nuevo coronavirus. Alrededor de 2.000 de los 4.865 tripulantes habían sido retirados del barco para ser sometidos a pruebas.
El episodio, que comenzó cuando el Roosevelt reportó su primer caso de COVID-19 entre la tripulación el 22 de marzo, dos semanas después de hacer una parada en Vietnam, es uno de los dramas más extraordinarios en la historia militar reciente de Estados Unidos. Además de la amenaza de salud que enfrentan los más de 4.800 tripulantes, el brote ha dejado inoperante al buque de guerra y creado un conflicto en los niveles más altos del Pentágono.