Inicio Poesía
Poesía
Segmento No. 2606
¿Dónde estoy, Dios olvidado y olvidante?, de Francisco Hernández
Hoy compartimos un magnífico poema del libro “Soledad al Cubo” de Francisco Hernández.Duración: 4:04 Minutos. Visto: 12,329 veces.
¿Dónde estoy, Dios olvidado y olvidante?
¿En cuál peldaño del tiempo abro los brazos?
¿Me rodean la orfandad y la impureza
de un sanatorio yanqui o español?
Han cambiado, sin alterar mi sueño,
el plato de comida, el vaso de plástico
y el bote de basura repleto de nada
y excremento.
También dejaron abierta la ventana
que no es ojo de buey
sino proporción áurea,
rectángulo de oro por donde, a ratos,
contemplo una mínima parte
de la siniestra (y anhelada) realidad externa.
El aroma del racimo de Ella no me deja.
Continúa el piso agitando sus miembros
de concreto aparente.
El techo, color de cielo atormentado,
sigue existiendo en su acartonamiento
sin planetas.
La angustia de estar siendo sin estar,
-cerdo a la izquierda-, me obliga a comer uñas,
a arrancarme los pelos del pecho y de las cejas,
a gritar con mi lengua inflamada:
¿dónde estás, Dios tan castrado
y tan castrante?
¿dónde tu famosa bondad de iluminado?
¿dónde tu resplandor sin cresterías,
tu amor sin esposas y con velas perpetuas?
He utilizado trece hojas.
Cuando se agoten, podré escribir
sobre las hormigas de cuerpo lanceolado
que nada saben del marchitamiento
¿En cuál peldaño del tiempo abro los brazos?
¿Me rodean la orfandad y la impureza
de un sanatorio yanqui o español?
Han cambiado, sin alterar mi sueño,
el plato de comida, el vaso de plástico
y el bote de basura repleto de nada
y excremento.
También dejaron abierta la ventana
que no es ojo de buey
sino proporción áurea,
rectángulo de oro por donde, a ratos,
contemplo una mínima parte
de la siniestra (y anhelada) realidad externa.
El aroma del racimo de Ella no me deja.
Continúa el piso agitando sus miembros
de concreto aparente.
El techo, color de cielo atormentado,
sigue existiendo en su acartonamiento
sin planetas.
La angustia de estar siendo sin estar,
-cerdo a la izquierda-, me obliga a comer uñas,
a arrancarme los pelos del pecho y de las cejas,
a gritar con mi lengua inflamada:
¿dónde estás, Dios tan castrado
y tan castrante?
¿dónde tu famosa bondad de iluminado?
¿dónde tu resplandor sin cresterías,
tu amor sin esposas y con velas perpetuas?
He utilizado trece hojas.
Cuando se agoten, podré escribir
sobre las hormigas de cuerpo lanceolado
que nada saben del marchitamiento
Segmentos Anteriores
Mostrando Segmentos 1-5 de 32
-
Segmento No. 2528
Bajo cero, poema de Francisco Hernández
Un poema que nos adentra al frío pensamiento de un suicida. -
Segmento No. 2030
Cuerpos Compartidos, Max Rojas
Escucha otro poema extraído del libro “Voces Compartidas” de Max Rojas. -
Segmento No. 2637
Un libro sobre nada, de Francisco Hernández
Disfruta un hermoso poema extraído del libro “Soledad al Cubo” de Francisco Hernández. -
Segmento No. 1923
Compartiendo la poesía de María Cruz (3ra. Parte)
María nos comparte un hermoso poema titulado “El cuarto de la Agonía”, extraído de "El Libro de las Grietas". -
Segmento No. 2340
La SombraLuz de Dolores Castro
El amor, el silencio, el dolor, la soledad y el deseo de vuelo son sus temas recurrentes. -
Segmento No. 2445
José Alfredo Jiménez, un maestro del verso
El verso alejandrino en la cultura popular mexicana, en voz del poeta Mario Bojórquez. -
Segmento No. 2428
Contradanza de pie y de barro, Mario Bojórquez
Escucha la introducción al libro “Contradanza de pie y de barro” en voz de su autor. -
Segmento No. 2362
El frio de Dolores Castro
Conoce más sobre Dolores Castro y escucha uno de sus bellos poemas. -
Segmento No. 488
Un clavado a la poesía de José Cedeño
Escuchemos el poema "Clavado", extraído del libro “De Dioses, Espejos y Metales” y empápate de la poesía de José Cedeño. -
Segmento No. 1849
La visión poética de María Cruz
Conoce más sobre el trabajo de la poeta mexicana María Cruz y disfruta de un hermoso poema extraído de su libro “Colmena de Oro”.