¿Utilizas tu poder para construir o destruir? El poder es la habilidad de influenciar y causar cambios. Cuando está bien empleado tiene la posibilidad genuina de crear, consolidar y dejar una marca positiva en este mundo. De lo contrario puede ser perjudicial y peligroso. Todos tenemos la capacidad de hacer la diferencia. El poder viene acompañado de responsabilidad, de hacerse cargo de lo que a uno le corresponde con el propósito de cuidarlo y mejorarlo.
Tony Júnior es la estrella del equipo de fútbol de su escuela. Pero cada vez que comete un error tiene que escuchar los gritos y una lluvia de críticas que provienen, no de su entrenador, sino de su propio padre quien en su momento también había sido un jugador. Nada de lo que Tony Jr. hace es suficientemente bueno para su papá. El niño se siente incompetente y temeroso.
Joaquín es un hombre muy dominante. Desea que su esposa se dedique enteramente a atenderlo, no le gusta que tenga amigas ni que pase mucho tiempo en la calle. Ella se encarga de que su casa siempre esté limpia, que Joaquín tenga su comida preparada, la ropa en orden y que los niños estén bien cuidados. Pero todo lo que su esposa hace para él no es suficiente. Su esposa se siente ansiosa e infeliz.
Lucy no se conforma con nada. Su marido además de ser el único proveedor de la casa también se encarga de organizar las actividades y coordinar los servicios que los niños necesitan. Trata en lo posible de satisfacer las necesidades y demandas de su esposa para mantener la paz del hogar. Así y todo Lucy siempre encuentra un motivo para menospreciarlo y hacerlo sentir inadecuado. Su esposo la resiente.
Estos ejemplos nos ilustran como el poder mal utilizado puede destruir relaciones y hogares. No importa que tan competentes sean las personas afectadas, se sienten derrumbadas, resentidas, deprimidas o inadecuadas. Todos tenemos poder y podemos utilizarlo para construir o destruir. Si estuviéramos conscientes del alcance de esto quizá seriamos mucho más cuidadosos en la manera en que nos relacionamos con los otros.
Recetas para la vida®
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Usando el Poder
Ingredientes:
- 1 lata de respeto
- 1 cucharada de fortaleza
- 2 tazas de integridad
- 1 cubo de liderazgo
- Destreza al gusto
Condimentos
Justicia, guía y carisma.
Modo de Preparación:
- El poder es una virtud e implica una gran responsabilidad. Consiste en la capacidad de influenciar y lograr movilizar a los demás. Hay veces que tenemos el poder simplemente por las circunstancia que vivimos, como ser padres, maestros, jefes o grandes cocineros. Otras veces nos ganamos el poder porque nuestro carácter y nuestras habilidades nos lo facilitan. Sea como fuere, es determinante cómo y cuándo lo utilizamos.
- Quien goza del poder debe respetar a cada una de las personas que lo rodea, reconocer sus cualidades y ayudarle a desarrollar su potencial. Cuanto más uno exija, critique y empuje de mal modo, más probable la relación con el otro se resienta y la posibilidad de conseguir resultados positivos disminuya. Después de todo, tener asistentes contentos y dispuestos a colaborar, facilita la vida y se obtiene mejores resultados.
- El poder debe estar guiado por valores éticos y sólidos. Es muy fácil dejarse arrastrar por el poder y convencerse a si mismo que actos dañinos e injustos son necesarios y justificables. Si se usa con inteligencia y prudencia se puede conseguir grandes resultados que benefician a todos.
«El poder es un instrumento muy valioso; hay que manejarlo con cuidado y humildad para ayudar a mejorar la vida de uno y la de los demás».