“Adamas, El Indomable“ no es el título de una novela, ni tampoco de una película de acción. Se trata de la aventura real de un personaje que emergió de las profundidades de la tierra para convertirse en lo más codiciado del mundo y por quien muchos han cometido delitos y otros han perecido. Es la aventura de un átomo de carbono que a gran presión y temperatura llega a cristalizar como diamante, el elemento más duro que hasta el momento existe y de ahí su nombre: el griego Adamas, que significa indomable.
La aventura de este carbono empieza a una profundidad de más de 80 kilómetros y con una temperatura de 1300 grados centígrados. La mayoría de los diamantes se localizan entre la kimberlita, una roca de color verde azulada que en su estado ígneo se abrió paso entre las fisuras y grietas del subsuelo, logrando aflorar a la superficie. Al contactar con el aire, el aventurero Adamas cristaliza convirtiéndose hasta ahora en la gema indestructible, mágica, codiciada y hermosa que existe.
La historia del diamante es tan antigua como la tierra, pero su reconocimiento al nivel de piedra preciosa data quizás de épocas bíblicas, según descripciones antiguas acerca de un pectoral usado por alto sacerdote de los hebreos, adornado con doce piedras preciosas incluyendo un diamante. El diamante, asimismo, fue muy estimado debido a la creencia de que tenía poderes para dotar a sus poseedores de ciertas virtudes.
Podemos decir que la aventura de Adamas llega a su culminación cuando alcanza lo que llaman los joyeros, vida y fuego, logrados por la excepcional talla de un diamante sin impurezas, haciendo que la luz penetre por sus facetas y se refracte para producir la dispersión de colores puros y mágicos.
El aventurero Adamas debe sentirse muy orgulloso con otro final de su carrera, al lucir todo su esplendor en el cuello de elegantes y ricas damas o como pendientes, o adornando las manos de ilustres señoras. Otro destino del diamante es el dirigido a la industria. Pero hay más …
¿Le gustaría lucir un adorno valioso, como Adamas, creado con los restos de un ser querido? Déjeme explicarle.
Tomando como base de que los diamantes se crean a partir del carbono, en Suiza dos científicos con mucha imaginación consiguieron en 2004 transformar cenizas procedentes de una cremación humana en un diamante. Lo que hicieron para lograrlo, fue concentrar el carbono que hay en las cenizas a temperaturas elevadas para purificarlo y tratarlo hasta conseguir su objetivo y así los deudos que deseen mantener la presencia física de su ser querido, aunque transformada, podrán entregar las cenizas y encargar su conversión en una piedra preciosa de acuerdo a los kilates que su presupuesto le permita.
En 1950 General Electric desarrolló el primer diamante sintético a base del grafito sometido a presión y temperaturas extremas. Los diamantes logrados con las cenizas de un difunto llevan el mismo principio sólo que utilizan cenizas. En todo el mundo ha crecido la petición de esta transformación que siempre llevará el sello de autenticidad del Instituto Gemológico Suizo.