“¿Qué dirías si algún pretendiente o enamorado te obsequiara en tu cumpleaños un paquete con alfileres y agujas para coser?”. Esta pregunta de Vanidad me sacó de balance, pues no supe qué contestar y viendo mi turbación, continuó: “Resulta que por el siglo XIV, en las cortes europeas se consideraba de muy buen gusto hacer ese tipo de regalos, ya que constituían un lujo, debido al trabajo que representaba fabricar tales adminículos. Y te diré que no fue sino hasta la siguiente centuria cuando adquirieron la popularidad que llegó al presente”.
Sin darme tiempo a comentar, Vanidad continuó: “El pañuelo bordado hizo su aparición en el siglo XV como objeto de lujo que las mujeres llevaban en la mano, al tiempo de cumplir el servicio de limpieza de la nariz. Yo me permití aconsejarles que llevaran siempre dos pañuelos: uno para limpiar la nariz y el otro para lucirlo, porque se podía ver … ¡cada cosa!”
Moda aprovechó la hilaridad de Vanidad para contarme lo siguiente: “La pintura al óleo se conoció en el siglo XV, y con ella se generalizó el retrato. Reyes, príncipes y princesas de todas las cortes vieron sus figuras delineadas con la nueva técnica que desafió al tiempo y, gracias a ello, ustedes, los mortales de ahora, pueden apreciar las maravillas que lograron en aquellos tiempos los grandes maestros de la pintura. Terciopelos, sedas, brocados y encajes adquirieron vida en aquellas pinturas logrando un desfile de bellas damas luciendo hermosísimos trajes tan ricamente bordados como los trajes masculinos, pues en aquellos años la discreción no estaba marcada por los sexos”.
Moda continuó relatando que la moda europea de principios del siglo XV ofreció gran similitud con la del siglo anterior. Los hombres continuaron usando el SURCOT, el COTTARDIE, SUCKERNIE o la GARNACHA, pero también, dijo Moda, en esa centuria tuvo lugar una innovación en las prendas masculinas…Vanidad no la dejó terminar pues se apresuró a decir: “¡La bragueta!”.
Con un gesto desaprobatorio, Moda, de forma pausada terminó el relato así: “Aunque ya entrado el siglo XV, la moda europea tuvo diferentes manifestaciones, las telas fueron las mismas, pues Italia se convirtió en la proveedora de tejido de todo el continente. En Borgoña y Alemania, el recargamiento de adornos se hizo desmedido. Venecia y Florencia tendían más a la elegancia. En España se crearon modelos originales como las faldas con guardainfantes, hechos de alambres y cintas que servían para ahuecarlos”.
La llamada Edad Media se calcula desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 y termina por el 1453, dando paso al Renacimiento que se prolongaría hasta finales del siglo XVI.
Capillas, hopalandas, garnachas y surcots son los nombres de las prendas que me han motivado a diseñar los siguientes modelos.