Deidades y Mercadotecnia
En civilizaciones antiguas la moda era creada por el sexo femenino. Las mujeres tenían un don especial para tejer, como en el México prehispánico donde consideraban divino diseñar las prendas ceremoniales. Las mantas de algodón ornamentadas con brocados simbólicos evocaban deidades y daban al portador su jerarquía. Según la mitología las tejedoras eran protegidas por Xochiquetzal, diosa azteca de las flores y por Ixchel, la diosa maya del tejido.
Hoy, los papeles han cambiado: las mujeres se dejan influir por la creatividad de los diseñadores, en su mayoría hombres, y visten lo que ellos marcan como tendencia y aquellas inspiradoras diosas finalmente se vieron en la necesidad de abdicar a favor del dios mercadotecnia.
Moda Cruel
Desde la más remota antigüedad el hombre ha buscado modificar su cuerpo. Incomprensiblemente, descontento con su apariencia no se ha detenido en buscar formas de hacerlo: tatuajes, escarificaciones, perforaciones, división de la lengua, implantes corporales, estigmas y suspensiones, entre otras. En la antigüedad manejaban diversos motivos para hacerlo como el religioso, erotismo, sensualidad, demostración de hombría o como signo de sumisión. El religioso ha ganado adeptos y hay muchos que ingresan en el presente a la Iglesia de la Modificación del Cuerpo donde, dicen, los ritos ancestrales que practican tienen como esencia la espiritualidad. Sin adentrarse en los motivos psicológicos de las personas que incursionan en esta moda agresiva para el cuerpo, podemos pensar que entre lo más simple de la modificación corporal está el vestuario, el maquillaje y el uso de joyería, con lo que pretendemos mostrar al mundo exterior lo que existe en nuestro interior. Y no someternos a los tatuajes y escarificaciones.