El rebozo es la prenda más popular del vestuario típico mexicano. Debido a su variedad de colores, en náhuatl se le llama cenzotl, cuyo significado es manta de 400 colores y, al igual que el sombrero charro, el cual lo mismo sirve para resguardarse del sol y la lluvia como recipiente para agua, de caja fuerte o para lanzarlo al aire y demostrar alegría, el rebozo sirve para cargar al crío, transportar mercancía, cubrirse del sol, la lluvia y el aire y, por supuesto, para coquetear jugando con sus puntas en la boca.
Dicen que el hábito no hace al monje, pero una antigua anécdota nos demuestra que sí ayuda un poco. En la ciudad de Brooklyn, USA, allá por 1897, sucedió que un electricista fue sorprendido por una descarga eléctrica que lo desmayó. Fue conducido al hospital y menuda sorpresa se llevó el médico pues, al pretender auscultarle, se dio cuenta que se trataba de una mujer. Cuando ésta reaccionó, explicó que había adoptado los trajes de hombre para conseguir trabajos mejor remunerados. A más de cien años de distancia la situación no ha cambiado, ¿o si?