En el 2017, residentes de Texas enviaron 3.7 billones de dólares en remesas a México, convirtiéndose en el segundo estado de la nación que envió más dinero a ese país, después de California. Siendo las ciudades fronterizas como Ciudad Juárez y Tijuana las más beneficiadas.
Y es que las remesas de dinero originadas desde Estados Unidos alcanzaron un máximo histórico el año pasado, según datos divulgados por el Banco Central de México.
Los envíos sumaron 28.7 billones de dólares, un aumento del 6.6 por ciento con respecto a los 26.9 billones reportados en el 2016. Es la suma más alta desde que el Banco de México empezó a llevar el registro en 1995.
Las transferencias de dinero a México tomaron mayor importancia y se empezaron a registrar aumentos después de que el presidente Donald Trump anunciara la posibilidad de aplicar un impuesto al envío de remesas para pagar por la construcción de un muro en la frontera.
De acuerdo a expertos locales, aunque los estados de México más beneficiados con las remesas enviadas desde Estados Unidos son Michoacán, Jalisco y Guanajuato, son las comunidades fronterizas como El Paso las que también reciben grandes ventajas por dichas transacciones.
Patrick Schaefer, director del Hunt Institute for Global Competitiveness de la Universidad de Texas (UTEP), aseguró que las remesas en comunidades fronterizas son muy importantes, sin embargo, la dinámica de éstas hace que su relevancia pase desapercibida.
“La comunidades fronterizas capturan hasta diez por ciento de las remesas, especialmente ciudades como Tijuana y Ciudad Juárez”, dijo Schaefer.
Al menos 12 ciudades fronterizas de México se convirtieron en importantes beneficiarias del dinero enviado desde Estados Unidos. Mientras entre las ciudades fronterizas, Ciudad Juárez y Tijuana fueron las que más beneficios económicos recibieron de las remesas enviadas a México. En el 2017, Ciudad Juárez capturó 210 millones de dólares, mientras Tijuana 400 millones.
“Este dinero hace que nuestros vecinos tengan un mayor poder adquisitivo, lo que de manera indirecta beneficia a las economías de las ciudades fronterizas del lado estadounidense como El Paso”, dijo Arturo Casillas, economista de UTEP.
“Con un presupuesto más amplio gracias a las remesas, son más las posibilidades de que personas que viven en Juárez vengan a El Paso de compras, a comer en los restaurantes y visitar lugares de entretenimiento”, agregó el economista.
Mario Ortiz, experto en Ciencias Políticas de UTEP y quien ha estudiado los cambios en las remesas hacia México desde Estados Unidos, mencionó además que ante la amenaza estadounidense de confiscar las remesas o de gravarlas, los inmigrantes mexicanos se han anticipado a enviar más dinero al país.
Ricardo Hernández, cónsul adscrito de México en El Paso, mencionó que el aumento de las remesas es aún más notorio porque la migración de personas de México hacia Estados Unidos se ha desacelerado en los últimos años, aumentando sólo un 1 por ciento entre 2010 y 2016 a un total de 11.8 millones.
Ortiz dijo que la cantidad promedio que envía cualquier emigrante mexicano no ha cambiado, que son alrededor de 300 dólares por giro, unas 14 veces al año. Sin embargo una cantidad mucho mayor de mexicanos en Estados Unidos está enviando dinero a México.
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