Las fuerzas de la Guardia Nacional de Estados Unidos se han comenzado a desplegar en las inmediaciones de la frontera con México, Texas, Nuevo México y Arizona ya tienen efectivos operando en los límites, pero California rechazó el plan del gobierno de Donald Trump.
El gobernador de California, Jerry Brown, aceptó la oferta de Donald Trump de enviarle 400 efectivos, esta operación significa el mayor despliegue de fuerzas militarles en la zona fronteriza desde 2006, sin embargo, el demócrata, Brown tiene otros planes para el personal.
El propósito de Trump era contar con el apoyo de los cuatro gobernadores fronterizos y poder colocar, por lo menos, 2 mil agentes en esa región, con un máximo de 4 mil.
Este plan no es lo que Brown quiere para su estado, por lo que condicionó su apoyo al insistir que los efectivos desplegados por California no se relacionaran con el control de migrantes en el territorio estatal.
Por medio de una carta el gobernador de California se dirigió a la titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen, y al secretario de Defensa, Jim Mattis.
«Pero seamos claros en el alcance de su misión: esta no será una misión para construir un nuevo muro. No será una misión para acorralar a mujeres y niños o detener personas escapando de la violencia y buscando una mejor vida. Y la Guardia Nacional de California no aplicará las leyes migratorias», señaló.
El californiano es el único gobernador demócrata de la franja fronteriza con México, los otros tres son de extracción republicana, lo que marca una diferencia clara con el gobierno de Trump.