En un estudio dirigido al caso mexicano, encontraron que los envíos de remesas contribuyen a reducir la exposición de los hogares de bajos recursos a un choque económico, lo que, en otro escenario, motivaría un deterioro en su desempeño o un descarrilamiento en sus condiciones medias de bienestar como es la salud y la educación.
Al interior de un documento de trabajo, titulado “El impacto de la migración y remesas en la desigualdad: México, un caso de estudio”, encontraron que “en ausencia de remesas, la desigualdad que prevalece en la distribución del ingreso en México, sería mucho mayor”.
“Las remesas ayudan a enfrentar choques que en otro escenario profundizarían la pobreza. En dos episodios de crisis, el de 1995 y en el 2008, los hogares receptores de remesas reportaron compensaciones al deterioro del entorno doméstico, pues contaban con el ingreso proveniente de sus familiares que trabajaban fuera del país”, explicaron.
Un hogar que recibe remesas en México cuenta con más recursos para enfrentar desafíos inesperados que una familia que, teniendo el mismo nivel económico, carece de esa fuente de ingreso, concluye un informe del FMI.
Destacaron que, durante la crisis del 2008, disminuyeron los flujos de remesas a nivel general, pero en los hogares receptores de más bajos recursos aumentaron. Es un fenómeno que se explica porque en el país receptor disminuyen los motivos de inversión o gasto de estos recursos.
Un hogar que recibe remesas en México cuenta con más recursos para enfrentar desafíos inesperados que una familia que, teniendo el mismo nivel económico, carece de esa fuente de ingreso, concluye un informe del FMI.
Consignaron que el endurecimiento de la regulación migratoria redujo el flujo de migrantes. Esto a partir del 2005.