Todos los mexicanos sabemos que el 16 de septiembre se conmemora la Independencia de México. Fue el día en que la lucha comenzó. Era el año de 1810. La noche del «Grito de Dolores.»
En realidad, casi todos los países del mundo que tuvieron un proceso de Independencia suelen poner más atención en el inicio que en la consumación, porque el primero se asocia más con el heroísmo. La consumación en cambio muchas veces pasa a segundo plano.
Para lograr la Independencia de México hubo dos movimientos diferentes.Un movimiento social y político, encabezado por personajes como Miguel Hidalgo y José María Morelos que inició en 1810, recuerda el doctor Alfredo Ávila Rueda, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.
Este tenía una fuerte presencia popular de trabajadores, jornaleros, mineros y pueblos indígenas. Fue una rebelión muy violenta que, además de la independencia, buscaba reinvindicar otras demandas populares.
Hubo otro movimiento que once años después consumó la Independencia, en 1821. Si bien también buscaba lograr la autonomía de la Nueva España frente a España, este pretendía ser más organizado y tener la menor participación popular posible, además estaba formado principalmente por las milicias.
Pasos hacia la consumación
En 1820 se estableció en España un gobierno constitucional, que garantizaba muchos derechos, entre ellos, la libertad de prensa. Pronto se empezaron a publicar, tanto en España como en la Nueva España ( territorio después llamado México), numerosos periódicos, panfletos y folletos que hablaban sobre el derecho a la autodeterminación y la posibilidad de la independencia.
“Fue una época de una gran efervescencia en el debate público y se empieza a hablar de la independencia de forma más abierta”, destaca el doctor Ávila. Cuando la independencia comenzó en 1810, el movimiento era oculto y se hizo mediante conspiraciones, pero en 1820 este tema ya se encontraba en el debate público y se podía hablar de eso abiertamente.
- Entre 1820 y 1821 había diversos grupos que a pesar de sus diferencias estaban de acuerdo en que la independencia era algo bueno para la Nueva España. Entre estos grupos estaban los conservadores, gente de la iglesia o de la alta burocracia del virreinato que temían que el nuevo régimen constitucional en España les quitara privilegios.
Otros grupos, llamados autonomistas, estaban de acuerdo con el liberalismo de España pero querían más autogobierno para México. También estaban presentes grupos herederos de la insurgencia original como Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria que llevaban una década peleando por la independencia. Integrantes de estos y otros grupos trabajaban y actuaban a favor de la emancipación tanto en la Nueva España como desde España.
El papel de Agustín de ITurbide
Agustín de Iturbide fue un jefe militar realista. En los primeros años de la lucha por la independencia él estaba en contra de las revueltas y a favor de la propiedad privada y los privilegios que tenían los militares. Sin embargo, años más adelante Iturbide también quería la independencia de México.
Durante la guerra había batallas y enfrentamientos, pero también correspondencia entre los bandos. No era raro que los jefes militares tanto de los ejércitos realistas como de los insurgentes se enviaran cartas invitando a sus oponentes a rendirse o a unirse a su causa.
Esto sucedió también entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero. A Iturbide la venía muy bien sumar a Vicente Guerrero a su causa porque sabía que con esta acción podría convencer a otros grupos que habían sido derrotados en el pasado, pero que aún seguían presentes y tenían fuerza, como el de Nicolás Bravo.
- Otro suceso de enorme importancia para la consumación fue El Plan de Iguala,un documento que logró ganar la simpatía de numerosos grupos que querían la independencia y ofrecía beneficios a prácticamente todos.
Propone que la constitución siga vigente, mantener los fueros de la iglesia y el ejército, convocar un congreso con representantes de todas las provincias. Propone que un rey o príncipe español reinara aquí. Además se dirige a todos los americanos, a los que otorga los mismos derechos sin importar su origen étnico. Iturbide se atribuía la autoria del plan. Sin embargo, está hecho con las ideas que ya estaban en el debate público, tanto de España como de Nueva España.
Para proteger y hacer valer el Plan de Iguala se creó El Ejército Trigarante, que garantizaría los principios del plan: Religión, Independencia y Unión. En el Ejército Trigarante, el ejército de Vicente Guerrero quedó subordinado al de Iturbide, tal como habían acordado los dos jefes militares y tal como había previsto el segundo; otros líderes insurgentes se fueron sumando. Este ejército entró triunfante en la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821.
Agustín de Iturbide jugó un papel muy importante en la consumación de la independencia de México. Fue el autor del Plan de Iguala y el jefe del Ejército de las Tres Garantías. Sin embargo, es muy importante destacar que él solo no hubiera podido conseguir la consumación y que detrás del él hubo muchos grupos y personas que estuvieron actuando.
Además de su papel para ayudar a que se consumara la Independencia de México, Iturbide fue un hombre muy ambicioso que hizo todo lo posible por coronarse emperador, lo cual consiguió. Pero finalmente fue derrocado, exiliado y, en 1824, fusilado.
Cambios en la vida cotidiana: migración y epidemias
Hubo aspectos de la vida cotidiana de la gente que se vieron afectadas por el proceso de independencia. Uno ocurrió en la zona del Bajío. En esa región muchos hombres se fueron a la guerra y no regresaron ya sea porque murieron o porque se quedaron en otro lugar.
Esto llevó a que las mujeres quedaran al frente de los ranchos. El resultado fue que casi el 30 por ciento de los ranchos de esa zona eran propiedad de mujeres. Además ellas frecuentemente tenían que contratar hombres como jornaleros. Eso representó un cambio radical para la época en cuanto al papel de las mujeres en la sociedad.
También hubo cambios en la economía de la época que afectaron el día a día de las personas, por ejemplo los precios de algunos productos básicos. En ese entonces, se decía que algo terrible para la economía de México era la caída en los precios del maíz.
El precio cayó porque muchas haciendas que sembraban trigo y otros productos, con la guerra volvieron a producir maíz. La sobreproducción hizo que los precios cayeran y afectó a los grandes productores, sin embargo para la gente pobre del campo y de la ciudad estos cambios fueron positivos.
Ocurrió también que las ciudades comenzaron a adquirir una importancia que no tenían en la época colonial. Muchas personas que huyeron de la guerra se refugiaron en las ciudades. Estas comenzaron a presentar algunos de los problemas que también tienen ahora, como población marginal, sobrepoblación, así como enfermedades y epidemias.
Un ejemplo fue la epidemia (posiblemente de tifo, paludismo u otras fiebres) que acabó con 25 por ciento de la población de Puebla entre 1813 y 1816. Otro, la epidemia de fiebre amarilla que por esos mismos años se presentó en Veracruz y fue consecuencia de la llegada masiva de tropas españolas para la guerra. Los soldados llegaban al puerto y no contaban con las defensas de los lugareños contra estas enfermedades, por lo que la enfermedad prosperó afectando a mucha gente.