¿Existe un momento oportuno para realizar ciertas decisiones? ¿Cuál es ese momento? Dicen que la rosa tiene su momento: comienza como un pequeño y delicado capullo, con el tiempo crece, se abre y alcanza todo su esplendor. Sus pétalos son suaves, llenos de color y fragancia. Atraen la atención de quienes la ven y se deleitan admirando tan bella flor. Sin embargo el tiempo continúa su curso y la rosa comienza a marchitarse. Al igual que con la flor, en la vida todo tiene un tiempo y es importante respetarlo ya que pasado ese momento se puede perder la oportunidad.
Miranda una muchacha joven, recién graduada de la universidad declaró durante una cena, que no tendría hijos hasta el día que ella pudiera mantenerlos por si misma sin la ayuda de un hombre. Anunció su decisión con seguridad y convicción.
Sus padres aplaudieron esta buena decisión. Coincidieron con que era prudente prevenirse y estar lista para cualquier situación difícil que se le pudiese presentar. Cuando la tía abuela se enteró de esto, se espantó. Ella no entendía porque su sobrina tenía una visión pesimista y se enfocaba en la idea de un matrimonio fracasado, algo que debería ser la excepción y no la regla. Pero aún más le preocupaba que se dedicara a la carrera y se le pasara el tiempo para formar una familia. Los padres de Miranda consideraron los comentarios de la tía abuela como el producto de otra generación, que no entendía las necesidades de hoy en día.
Pasaron los años y Miranda completó más estudios y se puso a trabajar. Comenzó a ganar dinero pero aún no había ahorrado lo suficiente como para formar una familia. A lo largo de esos años tuvo varios pretendientes pero nunca quiso comprometerse hasta haber logrado una completa independencia.
La cuenta bancaria continuó creciendo constantemente lo cual le trajo satisfacción y seguridad. Sin embargo, unos meses más tarde, los vientos de la economía cambiaron, la situación se puso difícil y Miranda perdió casi todo su dinero. Tantos años de trabajo, inversiones y cuidado riguroso se habían perdido rápidamente, así que Miranda debió comenzar a ahorrar nuevamente.
Pasaron los años y encontrar pareja se hizo cada vez más difícil. Finalmente Miranda se casó con un hombre viudo con hijos ya grandes. Si bien ella deseaba fervientemente tener hijos se le hacía muy difícil por la edad y su esposo no tenía deseos de tener más hijos. Miranda sufre por este tema y se arrepiente de la decisión que hizo aquella noche.
Recetas para la Vida®
Hay un tiempo para todo
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Ingredientes:
- 2 rebanadas de conciencia
- 1 cucharada de aprovechamiento
- 1 racimo de flexibilidad
- 1 manojo de valor
- 2 tazas de apertura
- 3 gotas de esencia de sentido de la vida
Condimentos:
Goce, alegría y buena disposición
Precaución: nadie puede controlar el curso de la vida, este es un riesgo que todos debemos tomar.
Modo de preparación:
- Cuando se hacen las cosas a su debido tiempo, todo se alinea y se facilita. Hay un tiempo para todo, es importante estar consciente de las tendencias naturales y recordar que el reloj biológico no espera a nadie. Posponer continuamente lo que es importante es otra manera de disfrazar el miedo.
- La vida no requiere un contexto perfecto. Hay que tomar decisiones razonables y ser responsables de las acciones que se hacen. Pretender encontrar el momento perfecto, el orden esperado o el tiempo preciso para realizar algo es imposible. Nadie tiene el control absoluto de la vida. Si se espera específicamente ese momento, lo más probable es que este nunca llegara y se perderán muchas oportunidades.
- Hay que aprender a tener confianza. Nadie puede garantizar lo que pueda pasar, y menos asegurar que los hechos se den como uno quisiera. Sin embargo, hay que tener el compromiso de hacer el mayor esfuerzo, dar lo mejor que se tiene, aprovechar las oportunidades que se presentan y tener fe.
«Si quieres que la vida te funcione tienes que dejar que las cosas se desarrollen. Querer controlar todo y esperar el momento perfecto es arriesgarse a perder el momento y la oportunidad.»
Fuente: RecetasParaLaVida.com