ROJO
Los fenicios descubrieron la púrpura y los aztecas el nocheztli. ¿Similitudes?
La púrpura, tinte extraído del molusco murex, fue usado principalmente para colorear las vestiduras de la realeza. Su color varía del liláceo al morado y en algunas ocasiones rosa. El nocheztli, que significa sangre de tunas (higos chumbos), es un parásito del nopal llamado cochinilla. Fue utilizado igualmente para teñir las túnicas de los principales. En la Grecia antigua también se conoció una variedad de ese insecto llamado quermes, de donde proviene la palabra carmín. Al rojo se le asocia con el poder, el amor, la ira, la buena suerte y nunca faltará en el guardarropa femenino. Grana, rosa, escarlata, carmesí, granate, carmín, magenta, encarnado, todos estos nombres los visualizamos con uno sólo: el rojo. Este color, en sus diferentes tonalidades, es el preferido para las uñas, labios, mejillas, para el cuerpo de los “colorados” de Ecuador y el traje de Santa Claus, por mencionar algunos.
Es un alivio saber que ya no hay mandatos restringiendo el uso de determinadas prendas o adornos, como sucedía en la antigüedad: en Roma (215 A.C.) prohibieron a las mujeres llevar vestidos de diversos colores y pasear en carruajes, en España, 1639, las damas decentes no debían usar guardainfante ni la medida de la basquiña podía rebasar las 8 varas de seda. En Francia, Richelieu prohibió los encajes de hilo de oro y plata, mientras que Luis XIII lo hacía con los bordados y tejidos de seda. Pero, aunque en el presente no se emiten leyes para indicarnos qué vestir y que no, sí hay reglamentos internos que norman el vestir de los empleados en determinadas oficinas.