Cuando se pierde la perspectiva se pierde el punto de equilibrio y se confunde lo verdaderamente importante de aquello que quizá es secundario o irrelevante. ¡Qué fácil que es a veces ahogarse en un vaso de agua y sentirse miserable! La falta de perspectiva hace que las cosas pequeñas, insignificantes o pasajeras que tienen solución se conviertan en pesares y obstáculos que nos hacen sufrir, perturban e irritan. Así, la vida se vuelve oscura y muy complicada.
Eva sufría cada vez que miraba las fotos de la boda de su hija Sandra. Lamentablemente, en lugar de ayudarle a recordar la hermosa ceremonia que había sido tan emotiva, la alegría de los novios, el júbilo de la fiesta y la abundancia de la comida, las fotos sólo la deprimían ya que le disgustaba verse a sí misma con un poco de sobrepeso.
Eva se amargaba y se decía a sí misma: «¡Pero qué gorda que me veo!,» «¿cómo es posible que nadie me pudo decir que me comprara un vestido más discreto?», «¿por qué el fotógrafo no hizo tomas que me favorecieran un poco más y me pudiera ver más esbelta», » ¡no hay una sola fotografía donde yo me sienta bien! Cada foto, cada pose, todas están horribles. ¡No me había dado cuenta lo gorda que estoy y lo mal que me veo!
Lo más curioso era que la única que notaba el exceso de peso era ella misma; los demás que veían las fotos estaban encantados. Incluso una amiga de Eva, que no había podido estar en el casamiento, comentó que las fotos la hacían sentir como si hubiera estado allí; eran tomas naturales y espontáneas que captaban el espíritu de la fiesta.
Era obvio que al mirar las fotos Eva había perdido completamente la perspectiva. Es cierto que había subido unas cuantas libras y que la cámara no miente, pero esto era un detalle menor e insignificante en comparación a todo lo que había transcurrido ese año y el logro increíble de haber podido celebrar la boda. Este había sido el año más difícil y pesado que había tenido en su vida. La crisis económica la había derrumbado. De repente se encontró sin poder cubrir gastos indispensables en su vida. Su dolor, frustración y desconsuelo fueron sólo acrecentándose a medida que pasaba el tiempo. A todo esto se complicó cuando su relación de pareja sufrió un gran deterioro. Por si hubiera sido poco tuvo que enfrentar la grave enfermedad de su abuelo a quien ella adoraba.
Eva tuvo que remover cielo y tierra para juntar dinero para la fiesta. Trabajó, luchó, ahorró, discutió precios, consiguió descuentos e hizo varios preparativos usando su propia creatividad y habilidad artística. Fue una dura lucha pero finalmente logró que su hija tuviera la boda con la que ambas siempre habían sonado, un recuerdo especial que duraría de por vida. ¿Entonces por qué en vez de sentirse feliz y afortunada al ver las fotos, Eva se creaba su propia miseria concentrándose solo en su peso?
Recetas para la vida®
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Logrando Perspectiva
Ingredientes:
- 1 taza de realismo
- 2 cucharadas de objetividad
- 1 manojo de reconocimiento
- 1 pizca de aceptación y fortaleza
Condimentos:
Pensamientos positivos, fe y optimismo
Precaución: Cuando se le da importancia a vicisitudes que no tienen trascendencia se distorsiona el verdadero sentido de las cosas.
Modo de preparación:
- Abordar cualquier situación con una perspectiva real y equilibrada ayuda a valorarla en su verdadera dimensión. Es importante no sentir compasión por uno mismo o criticarse severamente, ya que eso solo nos incita a sentirnos como víctimas. Cuando valoras lo que tienes y lo que has logrado, es más fácil ubicarte sin sufrir por lo que no tienes; te permite tener un mejor aprecio de la vida.
- Hay que cuidar lo que piensas ya que tus pensamientos dirigen tus acciones. La historia que decides contar de tu vida va a tener un gran impacto en tu toma de decisiones, en tu imagen y en tu forma de alcanzar las metas que te propones. Tu manera de mirar al mundo influye sobre tu carácter y tu camino en la vida.
- Poder poner en tercera persona los problemas ayuda a obtener un punto de vista objetivo. Sólo la muerte es inevitable y no tiene solución, todo lo demás generalmente se puede cambiar o aceptar e inclusive adaptarse. Lo importante es tener una actitud positiva y que estés dispuesto a trabajar y solucionar aquello que te está molestando.
«Nadie es completamente perfecto o totalmente un fracaso; todos crecemos continuamente. Lo que nos falta hoy, quizá mañana nos pueda sobrar»