¿De que sirve dejar las cosas de verdadero valor en un altar donde sea difícil llegas a ellas?, si es realmente importante es mejor poderlas disfrutar y cuidar de cerca.
Que trisito es saber que muchas veces consideramos tan importante una persona o algún quehacer que le damos un lugar especial en nuestra vida diaria y hasta les asignamos un lugar bello y apartado de la rutina para que nadi lo toque o lo moleste. Que grave error. Si es importante, si es valioso, entonces hay que vivirlo, gozarlo y tenerlo cerca tanto física cono emocionalmente. Hay que convivir con aquello que para nosotros es importante, así tendrá mayor valor, uso y aportación a nuestra rutina diaria.
A Rosa y a su familia les gusta mucho tocar el piano, de hecho vienen de una familia de amantes de la música, así que Joaquín su esposo asigno un cuarto precioso exclusivamente para tocar el piano.
Quien iba a pensar que esta familia tendrían tantos problemas para que sus hijos subieran al cuarto a practicar las lecciones que el profesor les asignaba. Esto se había convertido en una lucha, siempre la misma historia; suplicas, amenazas y grandes consecuencias, sin embargo a los niños les era muy pesado y aburrido subir al cuarto especial del piano para sentarse a practicar los 30 minutos diarios las prácticas rutinarias y tediosas.
Un buen día de improvisto y por necesidad, Rosa tuvo que sacar el piano de la habitación donde lo tenia, al no haber lugar en ninguna parte de la casa, lo coloco en la sala de la casa, donde simultáneamente era el paso forzado de toda la familia, todo el día.
Un cambio inesperado
Rosa nunca pensó que un simple cambio de ubicación seria suficiente para que la practique tediosa se convirtiera en un alegre y divertido entretenimiento familiar.
Hoy en día Rosa no tiene que pedir a los niños que practiquen ya que cada ves que pasan se sientan frente al piano y tocan por un rato a la vez, el piano se ha convertido en el centro de atención de la familia, cuando tienen invitados ellos le piden a los niños o a Rosa que es una extraordinaria concertista que toquen alguna pieza y todos en la casa comparten largos ratos frente al piano.
¿Quien hubiera dicho que un simple cambio de localización traería tantos beneficios? ¿Si Rosa hubiese sabido que con tan solo cambiar el piano a una área mas visible toda la familia reaccionaria tan positivamente frente al piano?
Recetas para la Vida®
La receta
www.recetasparalavida.com
Reubicando lo que es Valioso
Ingredientes:
- 1 Taza de accesibilidad
- 1 Lata de ejemplo
- 1 Taza de dedicación
- 2 Cucharaditas de constancia
- 1 barrita de buena actitud
- 1 manojo de elogios constantes
- Espolvoree con motivación y algo de iniciativa
Condimentos:
Tiempo, apoyo y alegría
Recomendación del chef: Hay que quitar todas las oportunidades para dar escusas y tener al alcance lo que realmente se considera importante.
Modo de Preparación:
- Cuando hay algo que es importante, es necesario mantenerlo siempre en la lista de prioridades. De nada sirve poner en un pedestal difícil de llegar a los cosas que son relevantes Idealizar o hacer pedestales solo alejan, impiden y complican los mensajes que se quieren transmitir.
- Cada quien sabe lo que es valioso e importante en su vida. Es difícil lograr que las cosas se den por si solas, sobretodo cunado son importantes para nosotros. Hay que asegurarnos que estas estén a alcance de uno. Es fundamental darle un lugar físico, un lugar real en nuestras vidas, así seguramente tendremos los resultados esperados.
- Un simple cambio de acción o de localización puede favorecer el resultado que se esta buscando. Los cambios pequeños generalmente traen grandes resultados. Hay que evitar discusiones innecesarias y buscar posibles soluciones con el simple propósito de mantener lo importante, cera, accesible que sea parte de nuestra rutina.
«El valores y el lugar que se asigna a lo verdaderamente importante debe ser suficientemente cerca para poderlo tocar sin por ello perder el respeto o su prioridad «





Si hoy despiertas y sientes que eres la misma persona que fuiste ayer, significa que no avanzaste en tu camino por la vida; más bien retrocediste. Quedarse en el mismo lugar implica, en realidad, dar un paso atrás. La vida es movimiento, es crecer, aprender, descubrir encontrar una razón para caminar hacia adelante. Eso es vivir, renacer, reinventarse…
En el Talmud está escrito que aun cuando la navaja de la espada del enemigo está tocando el cuello, no tenemos el derecho de abandonar la esperanza. Ser positivo es una mitzvah y una obligación. A pesar de que nadie nos puede quitar la esperanza hay veces que las personas se rinden voluntariamente y dejan de tener fe. Olvidan que todo lo que sucede en esta vida tiene una razón de ser y que es D-os quien determina su curso. Debido a las limitaciones del ser humano que no podemos ver el cuadro completo y no resulta fácil descifrar los motivos por los cuales algo nos sucede; sin embargo, no hay duda que no es el producto de la casualidad o la mala suerte, sino el resultado de un plan divino que nos beneficia aunque no sea aparente. Por ello debemos tener fe, confianza y una actitud positiva.
Para cada uno las fiestas tienen una connotación personal. Para unos es el momento de compartir y fortalecer los lazos que se han descuidado por las ocupaciones diarias. Para otros, las fiestas traen nostalgias y recuerdos de los seres queridos que ya no están presentes. Están también aquellos para quienes las fiestas representan un dilema, ya que los obliga a reunirse con parientes con los que tienen conflictos. Por otra parte, no falta gente que siente que esta época es una carga ya que representa mucho trabajo y gasto de dinero. Lo que queda claro es que la época de fiestas es una recolección de sentimientos, de experiencias y mucho más.
Creer que el enojo es simplemente una emoción o un sentimiento es un error común; va más allá de ello: el enojo es un estado anímico. Cuando una persona se enoja le interesa poco lo que dice, a quien lastima y cómo se comporta. De hecho, cuando el enojo cubre al alma, difícilmente uno recuerda a las personas que quiere o que le son importantes, tampoco escucha razones ni actúa con sentido común. Al estar enojado uno no puede sentir emoción alguna; ya que la cabeza se calienta, el corazón arde y la boca quema con palabras fuertes e hirientes. Conductualmente, las emociones describen la posición de uno frente al entorno, los sentimientos creados entre personas; el enojo por su parte no depende de nadie, busca siempre culpables y es una disposición, una manera de actuar o percibir. El enojo es una elección que nadie puede imponer.
Las acciones aparentemente insignificantes y cotidianas muchas veces son las que al final del día resultan ser las enseñanzas más profundas y duraderas. La persistencia sólo se puede aprender por medio del ejemplo, convencimiento y la constancia de las acciones. Se trata de un valor que se adquiere con la práctica y se traduce en grandes logros a través de la vida.
La persona que no está contenta consigo misma no sabe reconocer las bendiciones que ha recibido y tampoco comprende que debe ser responsable por buscar su propio bienestar. Tristemente, se convierte en un eterno viajero que busca lo que quizá nunca va a encontrar porque es probable que aunque lo encuentre no lo sepa reconocer y por lo tanto no lo pueda valorar ni retener. Ser feliz no es un destino. Encontrar la felicidad es un trabajo personal, interno que implica humildad, gratitud y algo que le sentido a la vida. Ser feliz es una manera de vivir, una manera de pensar y un estilo de vida que no se puede comprar o encontrar al azar.
Agradeciendo, aun cuando es difícil encontrar una razón para hacerlo.
Una gran equivocación que mucha gente comete es la de pensar que cuando las cosas no salen como uno espera y la vida se pone más difícil es porque uno tiene una maldición o sufre un castigo. Lo cierto es que la adversidad y los grandes sufrimientos también traen oportunidades de crecimiento y momentos de definición. Cuando uno está en un momento de confrontación personal, se debe preguntar ¿Qué debo aprender de esto? ¿Cómo me puedo hacer mejor persona? De nada sirve lamentarse y preguntar preguntas que no se pueden responder como ¿Por qué me pasa esto a mí?
Nadie niega que los doctores sean una bendición enorme; gracias a su trabajo, al tiempo que dedican y sus grandes aportaciones, hoy en día contamos con una mejor calidad de vida. Son incontables el número de vidas que han salvado gracias a una operación, un trasplante o un buen diagnóstico; hombres, mujeres y niños que continúan gozando de la vida, gracias a algún médico prodigioso que les devolvió la salud. ¿Pero qué pasa cuando algún doctor decide decirle a su paciente que se va a morir? Por más complicada y avanzada que sea cualquier enfermedad los médicos no siempre tienen la última palabra. La fe, la esperanza y la lucha por la vida, a veces logran verdaderos milagros. ¿Cuánta gente ha vivido más de veinte años después de que un médico le ha dado la triste sentencia «no le doy más de tres meses, lo siento»?