Inicio Poesía
Poesía
Segmento No. 1162
No es que muera de amor, Jaime Sabines
Los favoritos de Pablo Romay (2da. Parte)Duración: 4:29 Minutos. Visto: 13,647 veces.
No es que muera de amor
No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.
Muero de ti y de mí, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.
Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.
Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros, separados del mundo,
dichosa, penetrada, y cierto, interminable.
Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.
Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos obscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte, amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mí, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.
Jaime Sabines
No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.
Muero de ti y de mí, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.
Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.
Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros, separados del mundo,
dichosa, penetrada, y cierto, interminable.
Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.
Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos obscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte, amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mí, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.
Jaime Sabines
Segmentos Anteriores
Mostrando Segmentos 6-10 de 32
-
Segmento No. 2315
Dolores Castro, entre metáforas transparentes y casi coloquiales
Una mujer cuya expresión natural es la poesía. -
Segmento No. 2606
¿Dónde estoy, Dios olvidado y olvidante?, de Francisco Hernández
Hoy compartimos un magnífico poema del libro “Soledad al Cubo” de Francisco Hernández. -
Segmento No. 2011
El Ser en la Sombra, Max Rojas
Disfruta más de la poesía de este talentoso escritor. Un fragmento de su libro "El Ser en la Sombra". -
Segmento No. 2409
Mario Bojórquez, poesía y espíritu
Un poeta que declara presentarse en el mundo con cuatro de sus libros. -
Segmento No. 2457
Casida de la angustia, de Mario Bojórquez.
Deléitate con este magnífico poema del libro “Diván de Mouraria” en voz de su autor Mario Bojórquez. -
Segmento No. 461
José Cedeño escribe a Octavio Paz
Escuchemos el poema "Otredad perentoria a Octavio Paz”, del libro "De Dioses, Espejos y Metales”. -
Segmento No. 2387
Dolores Castro, poeta, maestra y madre entrañable
"La mayor parte de mi felicidad, se la debo a la literatura". -
Segmento No. 1982
Max Rojas, El turno del aullante
En su poesía, el cuerpo humano aparece constantemente, ya sea como tema o como asunto del propio lenguaje. -
Segmento No. 1592
Jardín de Ceniza, de Ali Chumacero
Haciendo homenaje a este gran poeta mexicano. -
Segmento No. 2469
El deseo postergado, de Mario Bojórquez.
Escucha sobre este fascinante libro de Mario Bojórquez y deléitate con un hermoso verso en voz de su autor.