Agradecer es quizá el ingrediente más importante que existe para ser feliz. Aprender a valorar lo que se tiene es un arte que se tiene que desarrollar. Cuando uno agradece, encuentra lo afortunado que es, sin importar la situación que esté pasando. Aprender a agradecer y encontrar las cosas buenas de la vida, aun en un mundo complicado es una manera de encontrar un propósito que motiva a vivir.

A pesar de que el agradecimiento es importante y esencial para una buena vida, es importantísimo poderle agregar otro ingrediente más para lograr una receta efectiva y sobretodo nutritiva. Este nuevo componente, trae un toque útil, práctico y su mezcla logra que la persona, se haga un mejor ser humano, un individuo más fuerte y con más habilidades.

Cuando se le agrega la RESILENCIA a la gratitud, la precepción total de la vida cambia. Este nuevo componente añade optimismo, que suaviza los momentos difíciles y los hace ver como oportunidades para conquistar nuevas dimensiones. La resiliencia sazona la gratitud con buen humor y ayuda a afrontar la vida con una sonrisa en los labios.

Así, la unión de la resiliencia mas la gratitud, hace posible que la persona se pueda sobreponer a las adversidades que le ha tocado vivir y además puedan avanzar un paso más allá, ya que utilizan esas mismas situaciones dificultosas, para crecer y desarrollar al máximo su potencial.

La resiliencia es el ingrediente que da flexibilidad cuando las cosas no son como uno quisiera, es la fuerza interna que da valor para seguir adelante aun cuando se han terminado las razones obvias para seguir luchando. La resiliencia es la habilidad de expandir las creencias, los miedos y vencer los obstáculos sin romper la esencia la persona. Es el poder estirar el alma, aguantar y volver a balancearse internamente y sobreponerse.

La resiliencia no es una cualidad innata, es algo que todos podemos desarrollar a lo largo de la vida. Esto quiere decir que se tiene que aprender a luchar contra la adversidad y todo tipo de situaciones en la vida. Este ingrediente conoce el sabor salado de sus lágrimas ya que ha probado sus fracasos, derrotas y hasta la decepción.

¿Qué otros ingredientes contiene la resiliencia?

La resiliencia es una mezcla de todos los ingredientes positivos que ayudan a formar el carácter, entre algunos de estos se encuentran: La Conciencia, creatividad, confianza, responsabilidad, optimismo, disciplina, flexibilidad, perspectiva…

La resiliencia es el súper ingrediente que mejora la calidad de vida, que cuando se la mezcla con la gratitud hace personas radiantes y eficientes que aportan luz a este mundo obscuro y complicado. La resiliencia y la gratitud son básicos para vivir. Si aún no has encontrado esos ingredientes en tu vida, te invito a que leas la receta y te acerques a personas que ya disfrutan de estos ingredientes, después de todo, estos si se pueden aprender fácilmente y cuando uno los adquiere nunca los deja de utilizar.

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La receta

Resiliencia y gratitud

Ingredientes

  • 1 taza de fortaleza – valor para aceptar la adversidad y resistirla
  • 2 cucharadas de creatividad – facultad para transformar los problemas en oportunidades
  • 1 manojo de confianza – fe y convencimiento que las cosas siempre son por algo bueno
  • 1 pieza de optimismo – percepción positiva de las cosas, buen ojo para la vida
  • 2 cubitos flexibilidad – capacidad de expandirse y contraerse aprendiendo todo lo que el camino trae

Recomendación del chef: Si puedes recordar el sentimiento de alivio y de gratitud que se siente después de haber superado un gran problema y además lo logras replicar cuando sientes que la adversidad te sofoca, entonces podrás conquistar más fácilmente tus angustias y serás una persona resiliente.

Una persona resiliente y agradecida reconoce que:

  1. La gratitud debe ser incondicional e inclusiva. Es importante estar agradecido por lo bueno y por lo que no se percibe como tan bueno siempre. Si se niega o se limita algunas acciones, es posible que la gratitud se condicione, se justifique y sin querer hasta se mal interprete.
  2. Las Acciones positivas crean resultados positivos. Hay que enfocar la atención en encontrar los aspectos positivos y disfrutar los retos que la vida presenta. Rodearse de gente con buenos ejemplos, alegre, comprometida a la vida y
  3. Aprender a transformar las experiencias dolorosas en maestras que sanen el alma. Hay que buscar con creatividad la manera de transformar cualquier vivencia dolorosa en algo productivo que mejore la condición que se vive.

“No se puede forzar a nadie que deje de ser resiliente y agradecido, pero siempre hay la posibilidad de renunciar voluntariamente… que perdida tan grande eso seria.”

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