“Este pequeño país de Centro América de 51 mil km2, -nos explica risueña Vanidad- no tuvo tanta influencia maya como la tuvieron algunos de los otros países centroamericanos. Más bien fueron los pobladores de América del Sur los que se asentaron en esa fértil tierra conocida actualmente como la Suiza de Centroamérica porque goza de una envidiable estabilidad sociopolítica mantenida a lo largo de su historia.
“Pues a mi me encantaron sus flores como la guaria –intervino Moda– y su árbol nacional llamado guanacaste y no digamos su pájaro, el yiguirro y, por supuesto los hermosos conjuntos de faldas brillantes de amplios vuelos y blusas bordadas que constituyen el traje nacional de Costa Rica”.
Vanidad agrega que “aunque hay pocas variantes en su vestuario típico, destaca el lucido en la provincia de Cártago consistente en falda de tres vuelos, blusa con cuello de volante bordado, botines abrochados al lado interior del pie, velo sobre la cabeza y un pequeño sombrero. Todo el conjunto denota influencia española”.
“En San José –explica Moda- se limitan a la falda con tres vuelos, blusa escotada, chal y como adorno una gargantilla. Los trajes que llevan en sus fiestas las mujeres de Heredia son floreados acompañados de una vistosa pañoleta. En contraste, las de la ciudad de Limón, llevan vestidos cortos y rectos con adornos de escarolas en cuello y mangas. Los botines también forman parte de este vestuario.
Los hombres, por su parte, sólo se visten con pantalón, camisa, faja anudada del lado derecho y sombrero” terminó diciendo Moda.
“Las tradicionales carretas de Costa Rica –intervino Vanidad- son construidas en la provincia de Alajuela, donde sus habitantes visten el traje típico del lugar con gracia y encanto. Pero no sólo las carretas son muestra de la sensibilidad artística de los costarricenses: en Cártago hay artistas que destacan en la construcción de casas de madera tallada logrando un estilo muy particular y creativo.