Mis etéreas amiga Moda y Vanidad, quisieron visitar Chile, la tierra de los volcanes y donde me dicen que hasta en el desierto emergen las flores debido al agua acumulada en las rarísimas veces que llega a llover.
Chile tiene 756,626 km2 y es esencialmente montañoso, contando también con el gran desierto llamado Atacama. Los araucanos fueron los primero habitantes de esas tierra que van de las latitudes tropicales a las subpolares con una línea de costa de 6,435 km.
Moda interviene con impaciencia para decir que: “A diferencia de países como Perú, Bolivia y México, Chile posee una cultura indígena muy débil, pues son pocos los grupos autóctonos que han podido sobrevivir. Tenemos, por ejemplo, el grupo de los mapuches o araucanos, indios guerreros que habitaron aquellas tierras desde antes del siglo XV y que ahora sólo suman alrededor de veinte mil, localizados en el sur del país”.
“En la isla de Pascua -se adelanta Vanidad- perteneciente a Chile, habitaron mestizos de polinesios y melanesios, y ahora pocos vestigios de aquella peculiar raza podemos encontrar, pero, a pesar de ello, sabemos que el tatuaje formaba parte de su indumentaria, logrando con ello verdaderas obras de arte. También utilizaban cortezas para confeccionar su tradicional taparrabo”.
“En cuanto a los trajes de los mapuches -interviene apresurada Moda- te diré que tenían principalmente la función de destacar la jerarquía que ocupaba el individuo dentro de su sociedad. En el caso de las mujeres, la platería como tocado o pectoral hablaba de la riqueza familiar. El nombre que los mapuches dan a su vestido es el de “chamal”, consistente en un paño rectangular tejido y liso. Los hombres lo llevan de color natural y las mujeres teñido generalmente de oscuro.
La indumentaria típica de las mujeres rurales de la zona central de Chile, consta de falda de colores muy vivos y blusa en tonos claros de lino y sin cuello”.
Vanidad interrumpe con gran entusiasmo: “Los huasos me encantan, lucen tan apuestos y te diré que son el equivalente de los gauchos o charros de otros países. Su vestuario lo conforman el pantalón, la camisa, chaleco o chaquetilla, faja, cinturón y el chamanto o poncho tejido en lana o hilo con muy variados dibujos.
La mujer luce vestidos de colores vistosos con falda plegada y delantal como adorno y en el norte de Chile, los campesinos celebran sus fiestas ataviándose con trajes multicolores, cubiertos de piedras, lentejuelas, plumas y máscaras que representan caras, diablos y dragones. ¡Impresionante!”. Terminó contando la alegre Vanidad.