Qué difícil es hablar de las cosas que molestan y limitan, las debilidades se consideran como aspectos negativos, tabúes íntimos de los que es mejor no platicar ya que producen dolor e incomodidad.
Una debilidad pude ser desde un defecto físico, estatura, una cicatriz, o un ojo disfuncional, hasta un temperamento impulsivo, el ser introvertido o no poder hablar con gente desconocida entre otras cosas.
En realidad las debilidades no limitan, sino todo lo contrario, estas condiciones personales son las mejores oportunidades que se tiene para pulir el carácter, crecer y sobre todo para superar la prueba mayor, el aceptarse a uno mismo con todo lo bueno y lo malo que se tiene.
Conocer las debilidades es un símbolo de fortaleza. Las personas que tienen el valor de aceptar que no todo lo que son debe de ser bueno, positivo o brillante, también tienen el mérito de poder reconocer lo que no es tan bello, lo que quizá los hace dudar, lo que les puede producir problemas con otros es valioso y tiene una razón de ser.
La persona que no puede aceptar sus debilidades, las niega y las encubre, vive en una «montaña rusa», donde sus emociones suben y bajan, inesperadamente. Sus estados de ánimo, miedos, ansiedades y secretos los controlan. Se sienten ofendidos fácilmente porque creen que lo que están cubriendo, los delata.
Al ignorar las debilidades, las personas se tornan en seres irritables, enojones, acomplejados que proyectan su desaprobación ocultándola bajo comportamientos que irritan, ignoran, desprecian y lastiman a la gente que los quiere o está cerca de ellos.
Cuando no se tiene el valor de aceptar y vivir en armonía con las debilidades propias, entonces esas mismas limitaciones convierten a la persona en tirano, buscando el control sobre los demás, utilizan sus enojos y resentimientos para provocar sentimiento de culpabilidad. Así, se protegen y nadie los puede confrontar ni exponer. Por ellos sentirse de menos, le dan poca importancia a todo lo que otras personas hacen por ellos, pretenden que todo es insignificante y nada es suficiente.
Es impresiónate lo que sucede cuando no se aceptan las debilidades, estas pueden crear daños profundos en la personalidad ya que la persona que ignora sus flaquezas tiende a juzgarse y a comparar a todos y a todo constantemente. Siempre encuentran al amigo que tiene más, al vecino que es menos. Clasifican a todas las personas como inferiores o superiores, catalogando de acuerdo con su aspecto exterior, ingresos, logros y otros factores superficiales, hacen que sus relaciones se conviertan en competitivas luchas de poder.
En realidad las debilidades pueden levantar el carácter e impulsar la aceptación y el amor propio pero también pueden romper a la persona, hundirla y dejarla emocionalmente paralizada. La decisión de como percibir y tratar a las debilidades es absolutamente personal, cada quien tiene la libertad de aceptarse con todos sus defectos y limitaciones o negarlos y sufrir las consecuencias.
Después de todo, nadie es perfecto.
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La receta
Ama tus debilidades
Ingredientes:
- 1 taza de conciencia – reflexión y aceptación de la personalidad propia
- 1 taza de fortaleza– valor para trabajar en sí mismo sin reproches ni criticas
- 1 manojo de perdón – compasión por las fallas y las limitaciones personales
- 2 cucharadas de flexibilidad – cualidad para cambiar y redirigir los comportamientos
- 1 rebanada de gratitud – reconocimiento por lo que se es y lo que se ha logrado hacer
Recomendación del chef
Como encontrar el balance en tu persona
- Nada es permanente, y hasta las debilidades más mezquinas se pueden transformar. Posiblemente las virtudes positivas puedan perdurar más fácilmente ya que siempre habrá como nutrirlas, sin embargo todo lo malo, también se puede transformar sobre todo cuando uno lo llega a reconocer.
- Un acto de auto-disciplina es también un acto de auto-respeto y de amor propio. Toda acción por más pequeña que sea cuenta, sentir el placer de triunfar sobre uno mismo, conquistando las debilidades forja un carácter superado y fortalecido.
- Cuando se perciben las debilidades como oportunidades para crecer hasta se les aprende a apreciar. Es importante reconocer que todo lo que se tiene es precisamente lo que se necesita para desarrollar la misión de vida personal.
Las debilidades nos hacen humildes y sensibles, invitan a crecer y a mejorar, entonces….no son tan malas como parecen ¿verdad?