La historia que te repites constantemente es la realidad que vives. No se puede cambiar el pasado, pero, si se puede modificar su recuerdo. Los malos recuerdos no solo intoxican el alma, sino que también ponen en riesgo toda relación que los promueva.
La memoria se encuentra localizada en el cerebro, por lo tanto, el recuerdo y la realidad se almacenan en el mismo lugar. Con el tiempo la persona tiende a confundir o a recrear su “realidad” produciendo una memoria selectiva, la cual nutre sus pensamientos y por lo tanto, los sentimientos se acoplan a lo que es su nuevo contexto, ya sea positivos cuando el recuerdo es grato y negativos cuando el recuerdo es desagradable. Los pensamientos son muy poderosos.
¿Por qué será que los incidentes y las historias cómicas son buenos solamente una vez y el sufrir toma fuerza con la repetición y el paso del tiempo?
Cuando se escucha algo gracioso, provoca una reacción positiva, risa y simpatía al escuchar una y otra vez esta misma situación se pierde la gracia y su encanto; una vez es chiste y la segunda ya no. Sin embargo pasa totalmente lo contrario cuando una persona sufre, ya que al recordar el dolor, aumenta la pena y el sentimiento. Cada vez que esto sucede, es más difícil dejar ir ese mal recuerdo.
De hecho, las investigaciones confirman que una persona que se envuelve con recuerdos negativos, termina reescribiendo su historia. Así, además de recordar el pasado como algo espantoso, sus posibilidades de reparar la relación con la persona que su memoria ha dañado casi desaparece.
Cuando una pareja se pelea continuamente, su historia se reescribe para peor. Ya que solo se enfocan en todo lo malo, al punto que les es imposible recordar por que se enamoraron alguna vez y mucho menos pueden sentir empatía y gusto por estar juntos. Nada que ver cuando la relación es sana y nutritiva. Ya que al contar con varios recuerdos positivos, los juicios no son severos y el buen ojo para percibir las acciones endulzan la relación.
Mucho cuidado porque: Cada ocasión que los conflictos emergen, los pensamientos negativos se fortalecen, logrando así que el enojo se preserve y el dialogo se clausure. Como resultado, la relación solo se daña y se termina ya que no hay manera de reparar tanta negatividad.
Se puede cambiar la manera en cómo se recuerdan las cosas y como se reescribe la memoria. No vivas un mal rato una y otra vez.
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La receta
Nutriendo los pensamientos
Ingredientes:
- 1 taza de gratitud- reconocer los aspectos positivos y los beneficios
- 1 taza de ojo noble- enfocar la atención en las cosas gratas y buenas
- 1 manojo de confianza- fe y seguridad que todo pasa por algo mejor
- 2 cucharadas de pensamientos positivos- buscar razones que nutran la mente
- 1 pizca de tolerancia- comprende y ten compasión, respeta y no juzgues
Recomendación del chef: si tienes que reescribir la historia que guardas en tu memoria asegúrate que esta sea positiva para que puedas ver el mundo con bondad y compasión.
Modo de preparación:
1. Ser una persona positiva es una elección personal. Ser positivo no implica que no ver lo cosas malas o negativas solo quiere decir que eliges encontrar algo bueno aún en situaciones difíciles.
2. Transformar los pensamientos negativos en positivos es un arte.
El estructurar la memoria con oraciones nutritivas y gratas es la manera de cambiar los malos recuerdos. Aprender a redirigir la atención es un ejercicio mental que con la práctica se logra conquistar.
3. La manera como se recuerda puede cambiar la vida. Son los recuerdos los que motivan, inspiran y revientan la manera de vivir. Las personas amargadas solo recuerdan lo negativo,
¿Por qué escoges sufrir y angustiarte si puedes disfrutar y vivir feliz?