Las lecciones aprendidas son las marcas que deja el paso de la vida.
¿Cómo estas terminando tu año? ¿Qué te llevas, que dejas, que cargas? ¿Qué vas a recordar con alegría y que te causó conflicto? ¿Tuviste algunas perdidas? ¿Lograste algo nuevo? ¿Cuáles fueron los aprendizajes relevantes? ¿Finalmente, viajaste a dónde deseabas? ¿Escribiste el libro que querías? ¿Cómo vas a conmemorar este año que termina?
En un abrir y cerrar de ojos, se terminó otro año y al mismo tiempo… se inicia uno nuevo. La vida no espera; No importa tu estado de ánimo y tus preocupaciones. Todos recorrimos otra vuelta más, caminamos, vivimos y estamos aquí celebrando un año más.
Cada año trae sus propias novedades, historias y secretos; algunos recordaran este año por los nacimientos de nuevos herederos, bodas, graduaciones, otros, por sus problemas financieros, otros por las complicaciones de salud, peleas familiares, perdidas de gente querida, nuevos trabajos, viajes divertidos… Cada quien hizo su historia.
Gratitud, reconocimiento y un gran privilegio es y ha sido poder compartir semana tras semana algunas ideas, consejos, temas que invitan a reflexionar. Por medio de recetas para la vida tratamos de dar un nuevo sentido a los asuntos diarios que causan conflicto o que se pueden superar, simplemente buscamos ver con mayor claridad. El propósito es exponer cuestiones que invitan a crecer, a entender para a tener una mejor calidad de vida.
Haciendo un recuento de los temas más leídos, las recetas con mayor aceptación y las preguntas más solicitadas, se pudiera decir que lo más relevante de este año fue: el reconocer que cada quien es una persona valiosa, única y con el poder de cambiar su manera de pensar.
Cada quien es dueño su vida y lo único que uno puede controlar son sus pensamientos y sus actitudes. Si bien las cosas que suceden no son como uno espera o como quisiera que fueran… uno tiene la posibilidad de encontrar la lección, lo bueno y lo reconstituyente.
El poder que se tiene es un privilegio y una responsabilidad que no se debe de regalar. Se planteó como nadie puede lastimar, humillar o menospreciar a nadie, si uno no lo permite. El único control que se posee es sobre uno mismo y de la única manera que te lo quitan, es uno lo regala o se deja.
Las relaciones personales pueden ser tan fáciles o complicadas como uno esté dispuesto a relacionarse. Obvio que los adultos también hacen berrinches, quieren llamar la atención y de quejan pero más allá de eso, hay que tener valor para no engancharse ni tomar las cosas tan personales.
Para tener una mejor calidad de vida, hay que agradecer todo lo que se tiene. Hay que dejar de enfocarse en lo que lastima o lo no se tiene. Vivir hoy, en el presente ofrece la posibilidad de disfrutar la vida y dejar las angustias y los reproches atrás.
Feliz año nuevo y gracias por compartirnos.
La receta
Buen Año
Ingredientes
- 1 taza de gratitud- reconocer las bendiciones que tienes y todo lo bueno que tienes
- 2 cucharadas de conciencia – vivir con responsabilidad y compromiso
- 1 manojo de buen ojo – dirigir la atención a los aspectos positivos de la vida
- 1 pieza de compasión – aceptar los errores propios y de los otros y aprender a perdonar
- 1 rebanada de fortaleza – valor para aceptar la realidad y poder seguir adelante
Recomendación del chef
Tú tienes el poder de hacer un buen año, encontrar oportunidades, vivir en abundancia, ser feliz y tener buenas relaciones personales, solo tienes que tener la intención, disciplina y sobretodo la determinación para lograrlo.
Para tener un buen año:
- Encuentra la felicidad en los pequeños momentos de tu vida diaria. Los instantes más valiosos y las memorias más gratas siempre están presentes en la vida ordinaria, las cosas extraordinarias son efectos especiales difíciles de encontrar.
- Agradece todo lo que tienes. Celebra cada alegría, logro y sonrisa que te ha tocado, no dejes que la tristeza y las carencias corroan tu alma. Comparte tu agradecimiento y reconoce con gusto la gratitud que sientes, aunque pases por algunos momentos difíciles.
- NO malgastes tu alegría. Elije encontrar el aprendizaje de los errores, cambia tu atención cuando suceden inconvenientes o malos ratos. Haz que la alegría y tu felicidad iluminen los momentos obscuros.
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