Sears se declaró en quiebra el pasado octubre y numerosos acreedores de la compañía se oponían al plan de su presidente, recordando algunas de sus controvertidas decisiones y prefiriendo la liquidación.
Después de ver rechazadas varias ofertas, Lampert logró un acuerdo a mediados de enero, tras aumentar la cuantía de la operación y asumir mayores responsabilidades financieras.
Tras escuchar a todas las partes en un proceso de tres días en Nueva York, el juez Robert Drain decidió este jueves dar luz verde al plan, según recogen varios medios estadounidenses.
Una de las cuestiones que más tuvo en cuenta Drain durante las audiencias era que, ahora mismo, la oferta de Lampert se presentaba como la única vía de salvar 45 mil empleos.
Fundada en 1893, Sears fue en el pasado la mayor cadena minorista de Estados Unidos y llegó a ser el mayor empleador privado del país.
Sin embargo, desde hace décadas pasa por problemas, que se han disparado en años recientes por la competencia de gigantes del comercio electrónico como Amazon.
El plan aprobado prevé mantener abiertas 425 tiendas que siguen siendo rentables, muy lejos de las casi 700 que tenía cuando se declaró en bancarrota.
La cadena acumulaba unos 12 mil millones de dólares de pérdidas desde su último año con beneficios, en 2010.
Tras conocerse la decisión, las acciones del grupo Sears en la Bolsa de Nueva York se dispararon más de un 32 por ciento.