México tiene mil pretextos para ser devorado, en el más exquisito de los sentidos.
Éramos felices antes de la pandemia, cuando nos escapábamos para ver un amanecer en Xochimilco o visitar algunas playas, Parques Nacionales y Pueblos Mágicos.
Imposible es mencionar en una sola edición todas las maravillas que guarda nuestra patria. Con dificultad elegimos 12 motivos para que -cuando sea más seguro- te animes a viajar.
Ojalá que, a lo largo de este año que inicia, puedas volver al camino con tus seres queridos.
El País está colmado de fotogénicos bosques, desiertos, lagos y valles. Incluso, el Paisaje Agavero y las Antiguas Instalaciones Industriales de Tequila fueron distinguidas por la UNESCO como Patrimonio Mundial. Sin embargo, te proponemos madrugar, ir a Xochimilco -lejos de tumultos y fiestas-, abordar una trajinera y cazar un bello amanecer.
Hay varios sitios reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad; la mayoría son de carácter cultural, aunque también hay naturales y mixtos. Campeche, la CDMX, Guanajuato, Morelia, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Miguel de Allende, Tlacotalpan y Zacatecas son Ciudades Patrimonio. Y desde marzo de 2018, el Centro Histórico de San Luis Potosí también fue reconocido
Son heredadas de generación en generación y, mientras haya alguien que las practique, las tradiciones seguirán vivas. Quizá la de más arraigo es la celebración de Día de Muertos. Además, a lo largo del año, las fiestas religiosas y paganas dan oportunidad, cuando sea seguro, de visitar varios poblados.
De barro negro y de rojo. Elaboradas con chaquiras, paja, popotillo, papel maché y otros materiales. Por favor, este año apoya a los artesanos mexicanos y regala un alebrije, un Árbol de la Vida, una pieza de vidrio soplado o plata.
Un festín culinario: así es nuestro México. Cuando esté controlada la pandemia, volvamos a los tianguis y mercados. En todos veremos un desfile de flores, frutos, verduras y recaudos de especias. Además, podemos trazar una adictiva ruta visitando desde a las grandes cocineras tradicionales hasta los restaurantes con premios internacionales.
Nunca dejemos de brindar por esta hermosa tierra. Podemos seguir la Ruta del Tequila, la del Mezcal o la del Vino. También digamos «salud» con bacanora, sotol, raicilla, charanda y cervezas artesanales, entre otras bebidas.
Existen varios sitios que por la riqueza de sus ecosistemas, su valor científico, histórico, educativo y recreativo; así como por su flora, fauna y belleza son considerados Parques Nacionales. Imposible mencionar a todos. Diremos que el Desierto de los Leones fue el primero y dejamos una estampa del Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl.
Según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), las Reservas de la Biosfera se caracterizan por ser sitios que no son exclusivamente protegidos (como los Parques Nacionales), sino que pueden albergar comunidades humanas que viven de actividades económicas sustentables y que no ponen en peligro su valor ecológico. Hay varias, pero, como ejemplo, mencionamos la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca.
Si algo sobra son las maravillosas playas. Están las bañadas por el turquesa del Mar Caribe y las del Mar de Cortés, que además tienen un toque del desierto. Están las llenas de algarabía en el Golfo de México y las del Pacífico, que regalan bellos atardeceres como éste en Playa Zicatela.
Si hablamos de pueblos, los hay en encanto. También están los llamados fantasma y, desde hace unos días, ya son 132 los que conforman el listado de Pueblos Mágicos. Piérdete en sus calles, como en ésta de Cuetzalan del Progreso, Puebla.
Observar la Danza de los Viejitos o la del Venado. O moverse al ritmo del Jarabe Tapatío, la polka norteña, la jarana yucateca, el son jarocho o un danzón. Admirar a los concheros, a los chinelos, a los parachicos y a los voladores de Papantla.
Si hablamos de amabilidad, la lista es interminable. Nunca dejes de agradecer, conmoverte y corresponder a la hospitalidad y sonrisa de cada ser que habita en esta hermosa República Mexicana