A pesar de la actual situación de la pandemia, el en México sigue presente; ejemplo de ello es el corredor  (California – Baja California), incluyendo el Valle de Guadalupe,  en el que se continúan registrando visitas.

De acuerdo con Pedro Delgado Beltán, director de la división de hospitalidad de Newmark México y Latinoamérica, esta región es una de las más dinámicas en el país.

Ya que en ella confluyen 6.6 millones de habitantes, lo que genera un cruce fronterizo de 50 mil vehículos y 20 mil peatones diarios.

Asimismo, el directivo destacó que la infraestructura aeroportuaria mueve cerca de nueve millones de viajeros anuales, dos puertos marítimos en y Ensenada.

Adicionalmente, enfatizó que otros grandes atractivos en la región Cali-Baja destaca en , el turismo médico y en el Valle de Guadalupe, lo vinícola-gastronómico.

Turismo médico 

Pedro Delgado comentó que el mercado Two Nation-Vacation esta abriendo grandes oportunidades en la industria, como la manufacturera, servicios médicos, oferta comercial y servicios.

“Cerca de 14 millones de personas llegan a Tijuana anualmente, con una derrama económica de aproximadamente 2 mil 470 millones de dólares”.

De los cuales, según él, 2.5 millones de visitantes llegan por temas de salud y bienestar, dejando una derrama superior a los mil millones de dólares por año.

Lo anterior representa en una alta demanda de empleo, apoyados por proyectos inmobiliarios que involucra:

  • Diseño
  • Tecnología
  •  Certificaciones LEED
  • Localización

Ruta del Vino 

El corredor Tijuana-Rosario-Ensenada y la Ruta del Vino son destinos donde se han retomado proyectos turísticos e inmobiliarios, de acuerdo con Delgado Beltán.

Esto con el fin de atender la demanda de visitantes, “con más de 600 mil cruceristas, de un segmento de lujo, que busca experiencias gastronómicas con productos locales”.

Asimismo, destacó que ellos tienen un gasto de aproximadamente 105 dólares por persona, en una oferta hotelera de clase turista y tipo boutique, con una tarifa promedio de 240 dls/noche, con un sinfín de alternativas.

Informó que en la zona descartan experiencias de Glamping, que son campamentos de lujo, una variante del turismo que ofrece al viajero estar en contacto directo con la naturaleza, pero con los servicios de un hotel de lujo.

Debido a la demanda que hay, indicó que marcas lujosas conocidas en el mundo buscan instalarse en el Valle de Guadalupe.

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