No hay nada mas penoso que ver como sufre una persona después de que le han roto el corazón; sufrir un desamor, una desilusión o una traición emocional, es sin duda una pena difícil de sobreponerse.
¿Qué se le puede decir? ¿Qué quiere escuchar la persona que sufre y no entiende de razones? Hay veces que las palabras se escuchan como un eco molesto, vacío y repetitivo, ya que en si, cuando se siente dolor intenso, la verdad, no dicen de nada, el sufrimiento es tan grande, que más que escuchar es necesario desahogarse, sentir que alguien nos escucha, nos comprende y nos apoya. Es mejor sacar la pena que se encuentra atorada en el pecho y atorada en el corazón. En la vida, hay momentos que es importante dejar fluir el dolor, poder canalizar los sentimientos y aceptar el malestar con compasión.
Ema no ha dejado de llorar; lleva tres días sin parar, sin comer y sin hablar, no importa quien la quiera consolar o que le quieran decir, ella no puede escuchar, su novio le rompió el corazón, termino repentinamente la relación sin darle mucha explicación.
No hay otra mujer en el camino, no hay una buena explicación, ni tampoco hay un motivo evidente para deshacer la relación. Simplemente después de dos años German se siente perdido, no sabe que quiere de su vida, aunado a que tiene un poco de presión familiar… y también un poco de todo y otro tanto de nada. Dos años de jurar amor eterno, de promesas, de sueños, repentinamente, todo se desvaneció, se perdió así, sin dudar, sin explicar sin dar la oportunidad de luchar.
Querida Ema, más que llorar, más que sufrir, es momento de abrir los ojos y ver la realidad, de nada sirve llorar por una persona que cambia de parecer sin revelar la verdad, de nada sirve llorar por algo que no se puede solucionar, ¿Por qué tomar una decisión repentinamente sin tener una clara y honesta conversación?
Esto, más que una ruptura es una llamada de atención. Quizás más que llorar y sufrir este debe ser el momento para ver la realidad, aprender a cuidar el corazón y apoyarse más en la razón. Esto del amor no es un juego, realmente uno se puede lastimar más de lo que se piensa
Las personas y los sentimientos son reales, cuando se lastiman duele de verdad, la gente no es desechable; hay que tener cuidado, porque en algún momento las cosas pueden cambiar, aquel que sufre deja de llorar y aquel que lastimó… puede un día sufrir mucho mas de lo que se puede imaginar.
La Receta
Sanado el corazón
Ingredientes:
- 1 pieza de aceptación
- 1 rebanada de comprensión
- 2 pedazos de fortaleza
- 1 ramita de objetividad
- 2 cucharadas de serenidad y confianza
- 1 vaso grande de paciencia
- 3 gotas de prudencia y selectividad
- 1 pizca de humor
Nota del chef: Nadie puede lastimar a otra persona si esta no lo permite. El dolor es inevitable pero el sufrimiento es completamente voluntario.
Modo de preparación:
- Aceptar el sentimiento de tristeza es el primer paso para poder seguir adelante; A pesar de que la naturaleza humana tienda a revivir los eventos y las palabras que producen el sufrir; es importante sobreponerse al dolor. Buscar pequeñas acciones que impulsen a salir adelante, sin importar los verdaderos deseos, hay veces, que se debe de ir contra el instinto para salir adelante.
- Ver la realidad objetivamente, entender la situación y tomar responsabilidad de las acciones propias diluye el dolor y fortalece el carácter. Cuando se lleva una contabilidad emocional clara, se mantiene firme el propósito y el valor de la vida, se puede tomar cada experiencia y cada vivencia como una oportunidad para explorar, crecer y aprender a ser mejor.
- Uno siempre se tiene la ultima palabra para elegir cuanto tiempo se quiere quedar enfrascado en su sufrimiento. Legítimamente la persona a que sido lastimada tiene todo el derecho de llorar, sentir dolor y no querer ver el sol; por el otro lado, ¿porque querer prolongar un sentimiento negativo, si uno tiene el poder para poder sentirse mejor?
- Es importante escoger correctamente a quien se comparten las penas para poder sanar. Hay que poner mucha atención cuando se quiere recibir consuelo. Es fácil animar o desalentar; las palabras correctas sanan y fortalecen, los juicios personales y los comentarios tóxicos, lastiman y destruyen más a la persona que sufre.
«Reta los pensamientos que te promueven el sufrimiento, acepta tu dolor y sigue tu camino, tu vida es valiosa, no dejes que las lagrimas te quiten la energía que necesitas para vivir»