Tan solo el otro día estaba invitada a una fiesta espectacular, la comida era deliciosa, los anfitriones estaban muy alegres y amigables, la señora, una verdadera diva, lucía como nadie más en el salón de fiestas; realmente era una gran celebración donde todas las personas se sentían muy honradas de haber sido invitadas.

En el momento en que Margot llegó a la mesa que le habían asignado, se sentó con su típica cara de desagrado y aburrimiento y con un tono descortés y cínico le comentó a su hija "el centro de mesa que nos tocó está desportillado". Su hija con mucha incomodidad le contestó: "es increíble que hasta en una fiesta tan maravillosa puedas encontrar el más minúsculo e insignificante detalle negativo; en lugar de ponerle sabor a la vida se lo quitas"

Días más tarde, Margot acompañó a sus nietos a un bello parque acuático que tenía un enorme acuario con delfines y ballenas, también habían espectáculos increíbles donde los entrenadores hacían altos saltos y piruetas en conjunto con las ballenas. Los nietos estaban entusiasmadísimos y los turistas no podían creer el majestuoso espectáculo que estaban presenciando. Margot, por el otro lado, apática e indiferente le comentó a su nieta, "no veo nada de maravilloso, donde yo vivo también veo delfines y pescados".

Hoy en día Margot es una mujer sola, amargada y muy enojada con la vida. Ella insiste que no hay nada bueno para ver, hacer o vivenciar, su vida es en un tono gris y su actitud ha alejado a todos sus amigos; pocos son los parientes que la frecuentan y sólo están con ella por obligación o lástima.

Lo más triste es que a pesar de que Margot tiene una y mil razones por las que puede reír, agradecer y compartir su vida, decide en vez, criticar, quejarse, lamentarse e incomodar a todos los que la rodean.

¡Qué pena! Lástima que Margot le quita el sabor a su vida.

Recetas para la vida™
Dándole sabor a nuestra vida

Ingredientes:

• 500g de actitud positiva
• 1taza de satisfacción
• 2 cucharaditas de alegría
• 3 manojos de esfuerzo
• 1 cubito de práctica continúa
• Ganas de vivir al gusto

Modo de preparación:
La vida es como cada quien la quiere ver. Por un lado se puede tener una razón para apreciar y disfrutar todo lo que se tiene, por el otro, se puede encontrar una razón para quejarse y reprocharle a la vida.

Nadie ni nada es perfecto en esta gran cocina de la vida, sin embargo, siempre se puede encontrar algún ingrediente o quizá un solo condimento que nos endulce y de un mejor gusto a la comida; es allí cuando el buen cocinero adquiere la habilidad de ponerle sabor a sus platillos en lugar de quitárselo. La satisfacción del cocinero vendrá cuando éste logre encontrar el placer y el deleite en su vida.

El verdadero sabor de la vida se obtiene con una actitud positiva, atrayendo la felicidad. Después de todo, el sabor y la felicidad son un estado mental más que una adquisición material, que traen una energía y vigor que aumentan el apetito por la vida.