Hay que tener mucho cuidado con los gestos ya que pueden transmitir más que muchas explicaciones. De hecho, a veces el mensaje de un gesto silencioso es más preciso, directo y franco que las palabras. Los gestos de las manos, los golpes en la mesa, las miradas, el tono de la voz, etc. pueden manipular las emociones sin necesidad de dar una explicación y hasta pueden contradecir el mensaje que se está queriendo expresar.

¡Qué noche tan pesada e incómoda pasó Samanta cuando fue a cenar a la casa de su buena amiga, Elizabeth! Ella pensaba que iba a ser una velada agradable, familiar y muy entretenida. Elizabeth además de cocinar delicioso, es una anfitriona sin igual. En esta ocasión, había decidido invitar a un nuevo vecino, profesor de la universidad, que creyó que le daría un toque más intelectual a la reunión.

Cuando se sentaron en la mesa y comenzaron a saborear la comida, el profesor comenzó a hablar. Hablaba y hablaba sin fin. Llegó un momento en que nadie podía seguir el hilo de la conversación y se preguntaban cuando el hombre se callaría y dejaría hablar a los otros. Hacía afirmaciones sin sentido, usaba un tono cínico y sin percatarse, realizaba comentarios que incomodaban a los invitados. Después, comenzó a contar chistes que él encontraba graciosos pero que a Samanta y a su familia se le hacían de mal gusto.

Samanta no quería causar problemas así que decidió controlarse y no decir nada. En cambio, abrió grande sus ojos y le dirigió una mirada burlona a su esposo, que se hallaba sentado frente a ella. Su mirada lo dijo todo. Era una mezcla de desapruebo, desdén y burla. Un insulto no hubiera podido transmitir el mensaje más claramente que la expresión de su rostro.

Lo que Samanta no se percató fue que tanto Javier como Elizabeth habían captado su gesto. Javier se calló y no habló por el resto de la cena. Elizabeth se sintió incómoda y un poco culpable por haber invitado a este catedrático inoportuno y la llamó a Samanta al día siguiente para disculparse.

Samanta se sintió muy avergonzada. Con una mirada había logrado incomodar a un invitado y hacer sentir mal a la dueña de la casa.

Recetaspatalavida ®
Hablando sin palabras

Ingredientes:

  • 1 taza de precaución
  • 2 racimos de sensibilidad
  • 1 cucharada de consideración
  • 2 cubos de sinceridad
  • 1 racimo de gentileza

Condimentos:
Buenas intenciones, compasión y prudencia

Precaución: El lenguaje del cuerpo prevalece sobre las palabras

Modo de preparación:

  1. Los gestos y los ademanes no mienten. Lo que se dice debe concordar con las expresiones no verbales ya que el lenguaje del cuerpo comunica con exactitud las emociones que la persona está sintiendo sin tener necesidad de hablar. Es importante ser sensible y estar atento a los propios gestos.
  2. Desarrollar el uso gentil y positivo del lenguaje corporal ayuda a aumentar el círculo de amigos. Los ojos pueden crear un clima de aceptación y confianza, la sonrisa puede levantar el ánimo, las manos pueden invitar, calmar y motivar.
  3. Una expresión positiva contribuye a construir un mundo con mayor comprensión y confianza. Si una mirada o una sonrisa pueden transformar la profundidad del alma, entonces, un extraño puede transformarse en alguien que entiende y ayuda, un amigo se puede convertir en un hermano y el mundo, en un lugar más seguro, ameno y valioso.

«Los gestos hacen una impresión duradera, pueden inspirar, motivar y alumbrar».

Fuente: www.recetasparalavida.com

Dejar respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí