Con su voz cantarina, Vanidad entró a mi estudio, delante de Moda para decir: “Ya regresamos para seguir mostrándote la variedad de trajes típicos de España”. “Te cuento –dijo- La región de Navarra en España nos deja ver otra de sus tradicionales y originales prendas. Se trata de una capa en paño muy grueso y con un corte muy novedoso, usada por las pastoras de Villanueva de Aezkoa.
Contrastando con esta indumentaria tan sobria, disfruta ahora del brillante colorido de los danzantes de Anguiano en la región de La Rioja. Estos danzantes tienen dos particularidades: usan vestuario femenino y bailan encima de zancos. Sobre unas enaguas blancas almidonadas lucen faldas amarillas muy plegadas. El bolero o chaquetilla la confeccionan de muy diversos colores, complementando su vestuario con una camisa blanca”. “Sigue tu le dijo a Moda mientras bebo una limonada”.
“Bueno, ya que me permites hablar, me gustaría que vayamos a Salamanca, una provincia muy rica en folclore. Sus magníficos trajes son disfrutados en sus fiestas como el popular traje charro. Los hombres lo llevan con ajustados pantalones cortos con botones de plata como adorno. El chaleco también va ceñido con botonadura de plata. Camisa, faja y calcetas complementan el estilo charro de Salamanca.
En cuanto a las mujeres, las vemos luciendo sayas de paño fuerte y sobre de ellas hasta tres manteos, especie de faldas en colores diferentes.
Pañoletas de encaje y dengue bordado son las características de estos trajes femeninos charros.
En Salamanca, las armuñesas lucen una prenda muy peculiar denominada sobina de color rojo y abundantes bordados rodeada de un amplio volante de seda”. Terminó su descripción Moda.
De inmediato intervino Vanidad: “La formalidad del vestuario del norte de España tiene su contraparte en Andalucía, donde la alegría, la vivacidad y el color se hacen notorios en sus trajes.
El tradicional y mundialmente conocido vestuario español es el andaluz, ligero y vistoso, confeccionado en percales de vibrantes colores
Lo que también llama la atención en Andalucía, independiente de su vestuario, es la forma en que las llamadas aguadoras transportan el agua de una fuente común a sus hogares: imagínelas ascendiendo con pies ligeros la colina que lleva a sus casas”.
“Pero, desde luego que no siempre hay alegría en esa región”, -intervino Moda- también padecen días de luto y tristeza y para que los demás lo noten, acostumbran en algunas aldeas cubrirse totalmente la cara con el método de la falda recogida usada en Ochagavía”.
Para terminar con este corto recorrido por la indumentaria popular de España mis etéreas amigas me dejaron la imagen de las prendas conocidas internacionalmente como representativas de ese país, las mantillas y los mantones.