El cambio de la cara fue tal… que ni ella misma se reconoce
A pesar de las promesas que hacen los médicos cirujanos plásticos y las ilusiones que se tienen por lucir un rostro más joven y bello, siempre se corre el riesgo que las cosas no salgan como uno espera. Es por eso que importante tener cuidado cuando uno se somete a un cambio radical, sobre todo, cuando se trata del rostro. La cara es uno de los pocos lugares en donde es imposible esconder cualquier cambio que se haga.
Los cambios radicales traen resultados radicales, los cuales son difíciles de asimilar y acostumbrarse de inmediato, por mejores que estos sean, uno se tiene que acostumbrar a su nueva imagen.
Todo cambio implica un proceso de adaptación, en donde ingredientes como: aceptación, paciencia y responsabilidad juegan un papel muy importante. Por un lado se tiene que tomar en cuenta los propios sentimientos de dolor físico, confrontación con el espejo, aceptación del cambio, más importante aún, es el transcurso que se lleva la internalización del cambio consigo mismo para poder sentirse cómoda con el nuevo aspecto y en el propio pellejo.
Por el otro lado y al mismo tiempo, también se tiene que tener el valor para resistir la crítica y los comentarios de las personas que rodean. La gente le gusta opinar, sobre todo cuando no es de algo personal y todavía tiene un grado de satisfacción mayor cuando se trata de morbo o cuando alguien hace algo y desafortunadamente no le sale bien. Al hablar, muchas veces las personas dicen cosas sin medir las consecuencias o el perjuicio que sus comentarios llevan. El daño colateral realmente puede ser enorme y en muchas ocasiones causan heridas profundas e irreparables.
De hecho, los comentarios que parecieran opiniones insignificantes pueden ser anotaciones cargadas de envidia, ya sea porque alguien hizo algo que ellos mismos no se atreven o por el simple gusto de lastimar por hacer el deporte social. Hay que recordar que después de todo, cuando uno toma la decisión de hacer algo, la mera verdad es que no escucha realmente las opiniones, ni los comentarios de los demás, a menos que estos apoyen las convicciones determinadas.
Sea lo que fuere el caso, aquí el tema a tratar, no son las opiniones, ni siquiera loas críticas de gente que no sabe cómo ayudar y subir el ánimo a las personas que ocupan consuelo. De lo que se trata aquí, y lo único importante es entender es ¿qué pasa con la persona que espera un cambio especifico? y ese cambio NO sucedió.
Como poder superar la frustración y la decepción. En este caso del resultado se la cirugía platica, pero por que no incluye los cambios tan esperados que no dieron los resultados prometidos, ya sea en el trabajo, las relaciones personales o en la adquisición de un bien o algún producto en especial.
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La receta
Confrontando el cambio
Ingredientes:
- 1 taza de valor – fortaleza para ver la realidad y aceptarla
- 1 taza de calma – paciencia y perspectiva para poder recuperar el animo
- 2 manojos de determinación- actitud segura y confiada para sobrepasar el mal rato
- 1 cubito de esperanza – fe, pensamientos positivos, reconocer que algo bueno puede llegar
- 2 cucharadas de actitud proactiva – dejar las quejas y los reproches, buscar soluciones
Recomendación del chef: Cuando las cosas no salen como esperas, reconoce que ha llegado el momento de ajustar tu vida. Buenas cosas están por llegar. Arriésgate y busca la manera de ayudarte .NO te enganches en tu frustración. Libérate.
Como recuperar la motivación y las ganas de vivir:
- Poder ver los momentos difíciles como una prueba de resistencia y de superación disminuye la angustia y facilita la solución. Tu visión determina tu acción, cuando uno entiende que lo que sucede es una oportunidad para crecer y mejorar, la propia actitud es más positiva, se disminuyen los miedos y se quitan las culpas.
- La persona que se arriesga y acepta los resultados, puede cambiar y mejorar. El esfuerzo y el trabajo que implica el cambio aun el indeseado, es siempre compensado por los resultados y los logros. Descubrir el potencial personal es una satisfacción que no tiene precio.
- Aprender a editar los pensamientos es el primer paso para poder confrontar el desánimo. La sinceridad y el poder enfocar positivamente lo que sucede ayuda a que los momentos difíciles se conviertan en retos accesibles y con posibilidades. Siempre piensa con enunciados positivos, concretos y reales.
La persona valiente no es la que lucha solo cuando tiene fuerzas, más bien es la persona que lucha a pesar de no encuentra razones para seguir batallando, y aun así persiste y se supera.