Todo aquel que perdona a los que le causan dolor, será perdonado por todos sus pecados.
Rosh Ha Shaná 17ª
Becky Krinsky Braverman / recetasparalavida.com
El pedir perdón puede ser uno de los atributos más grandes y más humildes que uno pueda realizar. Cuando uno pide disculpas sinceras tiene la posibilidad de reparar el daño que ha causado aun cuando este haya sido sin alguna mala intención. Pedir perdón, libera, sana, limpia el corazón y por supuesto beneficia más que la persona que lo pide que a la persona que lo otorga.
Poder pedir perdón conduce a ser mejor persona, ya que se necesita valor para poder aceptar que uno se ha equivocado o ha hecho sufrir a alguien. El arrepentimiento que se logra por medio de la reflexión, motiva al crecimiento y ayuda a dejar atrás aquello que no sirve, creando así un mundo lleno de nuevas y mejores posibilidades.
Un verdadero acto de arrepentimiento es el mejor ingrediente para sanar el corazón, además su gran poder curativo, logra una conexión más cercana con D-os.
Pedir perdón es muy difícil, pero vivir con odio y rencor es peor
Nadie dice que pedir perdón es fácil, sobretodo cuando es uno el que debe de reconocer el daño que ha causado. La verdad es que el ego, la vanidad y la soberbia, generalmente no dejan ver la realidad objetivamente. De hecho, caen en el error más común: logran acomodar los sucesos de tal forma que nunca tienen que tomar responsabilidad por sus acciones. Esto ocasiona un distanciamiento severo de la realidad, lo que causa cargar culpa, vivir con rencores que causan malestar, tropiezos emocionales y quitan energía para poder vivir en paz.
El no perdonar lleva al enojo, a la tristeza y a la depresión. Cuando una persona elige ser orgullosa y no pedir perdón ni perdonar, es realmente imposible que pueda sentir alegría, y sin esta ¿qué clase de vida se puede tener?
Pedir perdón es una excelente medicina para el alma
Cuando uno puede vencer sus propias limitaciones y puede perdonar y pedir perdón su corazón se llena de alegría y paz, ingredientes esenciales para una vida con braja y mucha felicidad. Una persona que aprende a perdonar logra:
- Un corazón sano, listo para recibir la abundancia que el universo tiene para dar
- Cercanía de las personas que le rodean y un sentimiento grande de amor por los suyos
- Paz en el alma y Shalom Bait dentro de su casa y fuera también
- Pensamientos positivos, acciones bondadosas y mucha energía para vivir
- Una alma libre y alegre, una vida sana y plena
Disculparse no es una debilidad todo lo contario es símbolo de valor. Tomar el primer paso, por más penoso y molesto que sea, es difícil más no imposible. Cuando uno reconoce que hizo mal o que lo puede hacer mejor, la incomodidad se desvanece y la necesidad de reparar aumenta, y la satisfacción personal se fortalece.
Tomar responsabilidad sobre las acciones propias promueve el arrepentimiento y concilia el enojo.
Un acto pequeño, una disculpa y una aclaración, pueden ser quizá las acciones más grandes e importantes que se pueden hacer.
Lo único que diferencia a una persona de la otra es la actitud, el valor y la compasión hacia los demás. Es importante entender el dolor de los otros. Pedir una disculpa de corazón, beneficia más a la persona que la pide que a la que la recibe.
Se tú una mejor persona… atrévete a olvidar el rencor, olvida tu ego y recuerda que si realmente aspiras tener un buen año debes primero limpiar tu corazón.
Shana Tova u Metuka, que este año quedes inscrito en el libro de la vida y que tu alma se libere del mal, el odio y el rencor para que puedas tener un año lleno de braja, salud y siempre tengas a d-os junto a ti.