LOS BOLSOS
Morrales, escarcelas, limosneras, bolsones o sarracenas, fueron algunos nombres que los antiguos dieron a diversos tipos de bolsos. Desde que en el siglo XV los iberos utilizaron los morrales para cargar las piedras que usaban en sus cacerías, estos accesorios sirvieron para guardar todo lo imaginable. En la Edad Media, la gente del pueblo hacía escarcelas en cuero, mientras que las sarracenas de origen oriental se decoraban ricamente con bordados o con pedrería. Hoy en día, los bolsos generalmente son usados por mujeres, aunque las llamadas ”cangureras” o “riñoneras“ se hicieron tan populares como en sus tiempo lo fueron las limosneras unisex.
CARA NUEVA
El oro se conoce desde la más remota antigüedad. Han descubierto jeroglíficos egipcios que datan del 2600 antes de la Era Cristiana donde describen el metal. En museos se exhiben adornos en oro de una belleza extraordinaria y en el presente sus aplicaciones son ilimitadas: en ordenadores, en naves espaciales, en conexiones eléctricas, en fotografía, sólo por mencionar algunas. En cuanto a la moda, los hilos de oro han tenido un lugar importantísimo en los tramados de los textiles orientales, mientras que las telas llamadas metálicas tienen su presencia en el mundo actual. No hay duda que este precioso metal abarca todos los ámbitos de la vida, hasta llegar a nuestra boca y a una ajada piel: hilos de 24 quilates pueden mejorar la apariencia física del rostro, pues una malla de hilos de oro introducida bajo la piel produce los fibroblastos y el colágeno.