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Lupita Garnica (Kalónico)

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Kalóniko (Lupita Garnica) Durante más de cuatro décadas fue la asistente personal del periodista mundialmente conocido Jacobo Zabludovsky. En ese tiempo aprendió la mecánica del periodismo, misma que aplicó a su afición preferida: investigación de la historia de la indumentaria. En Televisa creó y dirigió una serie de cápsulas acerca de la historia del traje, transmitida tanto en Televisa como Galavisión con cobertura internacional. Produjo un videocasete sobre la historia del traje con tres horas y media de duración. En prensa publicó artículos acerca de la historia del traje ilustrados con diseños suyos en los diarios Novedades, Ovaciones, El Heraldo de México, Summa y colaboró en el periódico Reforma con una columna semanal que también fue subida a Internet con el título de Moda y Vanidad, durante más de diez años. Sus artículos fueron solicitados en las revistas: Varón, Vogue, Hombre Saludable, Voices of México (en inglés), la revista Carolina y la revista española Dunia. Ha editado en México el libro “La historia del traje“ con Editorial Diana, ahora de Planeta, y en España “Caprichos de la moda“ con la Fundación Hispano-Mexicana Castilnovo, Madrid 2011. Libros inéditos: “Trajes típicos de las Américas“, “Diccionario del vestuario“ y “Así te ven, así te tratan“. Actualmente vive en Benidorm (Alicante) España y es coautora del blog: www.kaloniko-nykur.blogspot.com Diseñadora de modas, de todos sus dibujos y de las portadas de cuatro libros y un disco LP.

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La indumentaria según la moda y vanidad: Bizantinos

y Vanidad hallaron su ambiente natural cuando la fastuosidad de Oriente llegó a su máximo: piedras preciosas, velos sensuales, esencias con exquisitos aromas y sedas, las que por su belleza y textura fueron introducidas por los persas a la antigua Bizancio. Vanidad se apresura a contarme lo que sucedió cuando los bizantinos se vieron privados de tan hermosos y costosos lienzos debido a la guerra que desataron en contra de los persas. Emocionada cuenta que Theodora, esposa del emperador Justiniano, puso en marcha un brillante plan para resolver el problema: utilizó a dos monjes enviados a China como misioneros. “A su regreso, -me dijo Vanidad- ¿Qué crees que llevaban consigo? … En sus bastones –explicó- introdujeron capullos y larvas del gusano de seda y tallos de morera para que Theodora iniciara su propia industria y pudiera halagar la parte que todo ser humano tiene de vanidad, es decir, de mí”, terminó contando este ser etéreo. Moda intervino entre risas para decir que aquel acto ilícito convirtió a Theodora en contrabandista, pero que, como no estaba legislado el hecho, nada le pasó.

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Emperador

Moda se adentró en temas más serios, recordando que en un momento de la historia el Imperio de Roma fue dividido en dos grandes fracciones, cuando ya corría la Era Cristiana. De ahí surgieron el Imperio Romano de Occidente, cuyo centro siguió siendo Roma, y el Imperio Romano de Oriente, con Bizancio o Constantinopla como sede. Vanidad esperó paciente un intervalo de Moda para relatar excitada que, al comparar el vestuario bizantino con los de y Roma, éstos últimos quedaban en la simplicidad absoluta junto a la fastuosidad de las túnicas bizantinas, exquisitamente recamadas y salpicadas con rubíes, topacios y zafiros. Los brocados de oro, la pedrería en las manos y los zapatos de púrpura ornamentados también con pedrería, colocaron a ese vestuario entre los más deslumbrantes de todas las épocas, terminó contando Vanidad.

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Theodora

El traje de la emperatriz era tan suntuoso como el del emperador. Consistió en camisa interior, túnica hasta los pies provista de bordados de oro y un manto por cobertura igualmente con bordados preciosos. En el cuello lucía un collar estilo valona que en Constantinopla tomó el nombre de superhumeral, exornado con perlas, piedras preciosas y complicados bordados. De la corona pendían sartas de perlas que discurrían por el tocado hasta llegar a los hombros y en ocasiones al pecho.

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Toga Bizantina

Vanidad quizo darme una explicación acerca del origen de la púrpura. Empezó diciendo que se trataba de una tela de lana teñida con el color que conocemos como púrpura. “…y ni sabes de dónde obtenían ese color”, intervino Moda, para luego agregar: “ese tinte, tan codiciado por reyes y emperadores, era sacado de un molusco llamado justamente púrpura. Este gasterópodo segrega pequeñas cantidades de un tinte amarillento que, al contacto con el aire, adquiere un tono verde, tornándose después rojo oscuro hasta llegar al rojo violáceo, es decir, al púrpura”.

De acuerdo a las versiones de Moda y Vanidad, uno de los adornos más característicos de los trajes bizantinos fue el tablión o clavus, confeccionado muchas veces con púrpura u otro tipo de tela muy fina y colmado de orfebrería y bordados.
El vestuario completo de un emperador bizantino del siglo VI consistía en camisa interior con diferentes bordados, túnica corta llamada sagio exornada con hilos de oro y manto paludamentum decorado con el tablión profusamente engalanado con bordados. Las piernas iban cubiertas con calzones ceñidos. Llevaba zapatos de púrpura, corona o gorro bordado cuajado de piedras preciosas y, por último, guantes igualmente bordados y recamados con perlas y piedras finas.

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Tunica Copta

Todo el lujo descrito fue ostentado desde luego por la nobleza, ya que el pueblo en sí no gozaba de la misma variedad de ornamentos y telas. La prenda más popular y “unisex” consistió en una túnica corta o larga con mangas anchas tejidas de una sola pieza, es decir, sin costura en los hombros como se asegura fue confeccionada la de Cristo. Los varones vestían pantalón ajustado bajo esa túnica llamada copta proveniente de Alejandría, donde los artesanos coptos hacían tejidos que cobraron fama en la civilización europea.

Son tres los estilos bizantinos que me atraen por su belleza y perfección estética: el pallium, colocado encima de una túnica dalmática, que consiste en una pieza rectangular cubierta con perlas y piedras preciosas con abertura por donde pasa la cabeza; el escaramangium, de origen chino, muy bello, y… “¡la toga bizantina!”, gritó desde las alturas Vanidad. Es verdad, la toga bizantina, reducida a sólo una larga franja, pero bordada en exceso y recargada con pedrería. En este punto mis etéreas amigas fueron envueltas en una bruma que poco a poco las hizo desaparecer.

Algo que nadie puede detener

Un segundo, un minuto, una hora, un día, una semana, un mes, un año, hoy, ayer, mañana. Todo lo anterior podemos traducirlo en tiempo, el tiempo que marcó el ser humano para determinar el lapso entre un acontecimiento y otro, e inventó infinidad de formas para atraparlo y convertirlo en historia. Cuando su intelecto le reveló el uso de los números, supo entonces cómo determinar cada momento desarrollando así un instrumento que lo midiera, terminando al final con el nombre que hoy conocemos como reloj.

Reloj de Agua
Reloj de Agua

El reloj inició su camino hace más de tres mil años hasta llegar a la muñeca del hombre. El más antiguo es el GNOMON, reloj de sol que, por medio de una varilla con un extremo curvado, proyectaba la sombra de la curvatura sobre el resto de la vara marcada con algunas rayas señalando las horas. Al GNOMON le siguió el obelisco, con la misma técnica de proyectar la sombra del sol. La CLEPSIDRA es el reloj de agua en el que por medio de dos vasijas con orificios –una llena- el agua fluía de una a otra teniendo ésta en su interior marcas para medir las horas. El reloj de arena fue el más conocido en su tiempo, con un funcionamiento tan práctico que hasta el presente los fabrican con arena, siendo el más popular y de uso práctico el de sólo tres minutos, el tiempo que tarda en su cocción un huevo tibio.

Uno de los sistemas de medición del tiempo más curioso, es el inventado por los chinos. Consistía en una cuerda anudada en determinados espacios. La cuerda era quemada como incienso y al consumirse su primer nudo transcurría la primera hora, dos horas en el segundo nudo y así hasta terminar.

Reloj de Arena
Reloj de Arena

Galileo descubrió que un péndulo oscila en intervalos en igual periodo de tiempo. Con este descubrimiento, Christian Huygens logró en 1673 fabricar el reloj oscilatorio con gran exactitud. Más adelante inventó el regulador de resorte espiral, el que al enrollarse y desenrollarse accionaba todo un engranaje con exactitud casi perfecta. De ahí partieron los relojes de bolsillo y posteriormente los de pulsera con toda su historia de transformaciones: los de cuerda, los automáticos, los accionados por impulsos eléctricos, los de cuarzo, de cristal líquido y pantalla luminiscente, los atómicos y los que conllevan en su mecanismo un buen número de funciones. Uno de los relojes con más funciones innovadoras es el de bolsillo de 18 kilates que cuenta con 33 características, que van desde las más conocidas hasta la hora solar, la sideral, calendario perpetuo secular, fechas de Pascua, cronómetro, mapa celeste sobre cristal zafiro que muestra la Vía Láctea y 2800 estrellas del hemisferio norte en cinco diferentes magnitudes. Una verdadera joya para uso masculino.

Aunque la de los relojes ya cambió bastante, siempre se han diseñado los femeninos más pequeños que los del hombre y con la función principal de dar el día y la hora con diseños de joyería fina para las damas con alto poder adquisitivo, contrastando con los de las jóvenes que se interesan más por las opciones prácticas.

Reloj de Sol
Reloj de Sol

De todos los modelos de relojes anteriores existe uno que sí realmente me ha impresionado por sus funciones y la forma en como se maneja. Es el llamado Reloj Mundial que da información inesperada. Si desea estudiarlo, su búsqueda es la siguiente: poodwaddle worldclock

La indumentaria según moda y vanidad: Romanos, 2da. parte

y Vanidad, esos personajes etéreos que nos han acompañado desde el principio de los tiempos, continúan relatando lo más relevante de la historia de la indumentaria. Las dos se regocijan al máximo cuando tocan el tema de las romanas, pues en ellas encontraron eco para sus consejos y sobre todo las excentricidades de Vanidad. Nos enteramos por ellas que los colores preferidos de las romanas de cualquier clase social eran los rojos, amarillos y azules en todas sus gamas, pero los variados peinados, los baños en leche de burra, la depilación, los masajes, las mascarillas y cientos de secretos para su embellecimiento, eran privativos de la nobleza.

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Romana, vestuario.

Tanto fue el lujo y el derroche de las desenfrenadas romanas, según nos cuentan Moda y Vanidad, que allá por el año 215 antes de nuestra era, el tribuno Cayo Oppio hizo dictar la Ley Oppia, consistente nada menos que en prohibir a estas damas tener más de media onza de oro para su embellecimiento, llevar vestidos de diversos colores y, por si fuera poco, pasear en carruajes. ¡Imagínese! ¿Piensa usted que duró mucho la famosa ley? Pues tiene razón. Tuvo que ser derogada tras la protesta general de todas las mujeres, apoyadas, en cierta forma, por hermanos, esposos y parientes cercanos varones, debido a la influencia que la mujer romana ejercía sobre el sexo opuesto.

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Romana

Pero vayamos al proceso de cómo solía vestirse la romana: primero se colocaba una camisa interior de algodón llamada interula, ajustándola con un cinturón que al mismo tiempo servía de sostén. Después se ponía una túnica llamada estola, con la característica de tener mangas si la camisa interior no las llevaba. En caso contrario, se trataba de una especie de “jumper“ muy holgado. Por último se acomodaba un manto similar a la toga masculina. Todas las piezas eran largas hasta los pies, aunque también se inclinaban por vestir estolas que sólo llegaban a las rodillas y …“¡bikinis!“, gritó Vanidad. Así es, los bikinis fueron usados por las participantes en danzas acuáticas.

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Gimnasta romana, bikini

La dalmática, vestida por algunos criticados varones, fue adoptada por las mujeres de la Era Cristiana, perdurando largo tiempo.

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Dalmatica femenina

 

La indumentaria según moda y vanidad: Romanos, 1era. parte

Los griegos sentían incomparable inclinación por las proporciones armoniosas y el uso moderado de la energía física. A los romanos, –comenta Vanidad con orgullo- por el contrario les impresionaba el tamaño, los grandes volúmenes y el derroche desmedido. Por eso fue tan notorio el contraste del himation griego y la tebenna etrusca con la toga romana, pues aunque provenían de esas dos prendas, al triplicar la toga su dimensión, la convirtieron en algo muy especial y único.

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Toga  

A pesar de que la función de la toga era envolver al cuerpo para cubrirlo, Vanidad se preocupó porque los romanos vieran un significado a su vestuario, utilizando el color de los bordados y así diferenciarlo. Por ejemplo, la toga praetexta fue confeccionada con tela blanca y una franja bordada color púrpura. Generalmente, la lucían los jóvenes menores de 16 años. La toga picta, ornamentada con bordados de oro, fue llevada por los generales victoriosos. La purpúrea, de color púrpura, era exclusiva de los emperadores. interviene para decir que la colocación de esta prenda era motivo de un cuidado meticuloso, para lo cual empleaban muchas horas ante un espejo a fin de no perder la relación de un pliegue y otro, hasta lograr bellos efectos de elegancia estética.

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Exomis y Clavus

La prenda que por lo regular, refiriéndome a los que no usaban toga por ser su actividad de índole diferente, fue una túnica que cubría el cuerpo hasta las rodillas. La confeccionaban con diversos materiales y a menudo fue provista de adornos como el clavus, formado con franjas en lana color púrpura. El exomis fue otro indumento de uso común entre los romanos, por cierto muy similar al de los griegos.

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Dalmatica Masculina

Al romano le preocupaba en extremo su apariencia varonil, por lo que, según nos cuentan Moda y Vanidad, despreciaba la dalmática, túnica larga con adornos como el clavus y mangas excesivas, considerada afeminada, aunque siglos después, ya en la era cristiana, los romanos la adoptaron como su vestuario primordial, dejando para los cónsules y emperadores la voluminosa y poco práctica toga.

(Próxima semana Segunda y Ultima Parte)

El árbol de las maravillas

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En el inicio de los tiempos, el Creador colocó a Eva y Adán ante un árbol que primero los proveyó de hojas de parra para cubrir sus desnudeces, y posteriormente del jugo de su fruto que les sirvió de alimento, pero también para dejar al descubierto su espíritu profundo cuando aprendieron a fermentar el preciado líquido y probaron los efectos embriagantes. Al correr el tiempo, los jugos fermentados se divulgaron entre las diferentes culturas del planeta, tomando cada cual diferente aplicación de acuerdo a sus necesidades, por ejemplo: para uso ritual, como alimento, o para conseguir los efectos de la embriaguez. En el presente, se continúan preparando fermentos de frutos con fines refrescantes y para mejorar el estado de ánimo. En las zonas tropicales y subtropicales acostumbran los preparados de frutas. En las regiones frías de Europa y Asia los hacen de gramíneas.

Casi todos los pueblos europeos beben mosto, un fermento a base de jugo de frutas dejado un par de días reposando, con preferencia en lugar templado. Hay mostos de todo tipo de frutas, siendo los más conocidos en Europa los de manzana, ciruela, cereza, frambuesa, naranja y el más popular: el de uva. Los pueblos asiáticos generalmente hacen sus fermentos de arroz y los americanos de maíz. El fermento más famoso original de los indígenas de es el potzol, una bola de masa de maíz disuelta en agua y fermentada. El tepache, también muy popular, es preparado a base de cáscara de piña con piloncillo. Y llegamos al pulque, bebida también fermentada que merece atención especial como fenómeno histórico-cultural de México.

Una vieja leyenda habla de Mayáhuel, una mujer olmeca que descubrió la fuente del aguamiel en el maguey y el proceso para que siguiese manando. Patécatl, que algunos autores identifican como el esposo, dio con las raíces (ocpatli) que sirven para fermentarlo y dar el “cuerpo” tan peculiar que posee convertido ya en pulque.

El pulque (poliuhqui, octli, en náhuatl), es parecido a los demás fermentos pero distinto por razones químicas, históricas y sociales. Primero, su contenido alcohólico es mayor por la composición del jugo aguamiel extraído del maguey y por la fermentación que se hace de manera forzada y más prolongada, ofreciendo también variedad de presentación con los llamados curados (pulque combinado con frutas). Segundo, el pulque –cultivo del maguey- constituyó un elemento básico para el desarrollo de las haciendas, las que durante el siglo XIX se convirtieron en la columna vertebral del avance rural, bueno y malo, de Mexico.

Tercero, es la primera bebida embriagante que fue producida “industrialmente” sujeta a regulación, pues existió la aduana, lugar único por donde podía entrar el pulque a la ciudad de México. Además, a diferencia de los otros fermentos primitivos, el pulque se bebe socialmente junto con otras personas en lugares específicos destinados a ese consumo, llamados pulquerías, donde se hizo famoso el corrillo:

“Agua de verdes matas,

tú me tumbas,

tú me matas,

tú me haces andar a gatas”.

El abuso del pulque, con los consecuentes desequilibrios de sus bebedores consuetudinarios, obligó a los gobernantes del Nuevo Mundo a tomar medidas extremas para detener la embriaguez, aplicando un castigo. En el México de 1751, Diego Téllez Xirón, escribano de Su Majestad, notario del Santo Oficio de la Inquisición (más otros relevantes cargos), promulgó el siguiente bando para exterminar la ebriedad: “ … por cuanto teniendo en consideración de que la embriaguez es un delito que perturbando la razón del hombre, le es ocasión precisa para cometer los mayores pecados y precipitarse inevitablemente al pleito, a la herida, el homicidio, el adulterio, al incesto y a cuantos caben en la humana fragilidad y malicia como ponderan todos los derechos con lamentables ejemplos, y lo acredita la experiencia …”  “… por lo tanto deseando esta Real Sala evitar tantos delitos se lleve a puro y debido efecto el condigno castigo, así a los indios como a las demás personas que se hallaren embriagando en los puestos, plazas y calles, sea aprehendido y puesto en cárcel y vuelto de la embriaguez le sean dados cincuenta azotes en el palo de la plaza y se le corte el cabello …”  No hay documento antiguo que nos indique si la aplicación de tal castigo moderó a los bebedores, pero al menos sabemos que lo intentaron.

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Kalóniko

Alrededor del pulque florecieron otras industrias como la del vidrio de Puebla, con sus curiosos vasos, de diferentes medidas y formas para beberlo: tornillos, chivos, macetas, piñas o cacarizas y reinas. Del pueblo Los Reyes, en el Estado de México, se hicieron famosas las castañas de madera, las barricas y los barrilitos. Los colores violentos hicieron su aparición en la decoración de las pulquerías, que remataban con papeles de china picados.

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Kalóniko

“Arbol de las Maravillas” denominaron los europeos al maguey, pues no había una sola parte de él que no rindiera beneficios: su aguamiel y neutle como reconstituyentes de salud, la piel de las pencas (mixiote) para guisos al vapor, sus fibras para confeccionar mantas y costales, las espinas se convierten en agujas para coser las mantas y huipiles, los gusanos del maguey son un exquisito manjar, las pencas tiernas y asadas sirven como cataplasma para curar heridas, el tallo que surge del maguey es saboreado como golosina, el octli o pulque como bebida refrescante y embriagante. También cura males de pecho, estómago y espalda. Nada es más conveniente que usar los magueyes para delimitar parcelas o colocar sus pencas en forma de tejas. El cultivo del maguey no necesita agua. Su follaje tiene una superficie tal que transforma en oxígeno el monóxido y bióxido de carbono en cantidades extraordinarias y, para terminar, el maguey evita la erosión. ¿Deberíamos pedir algo más?

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Kalóniko

La indumentaria según moda y vanidad: Etruscos

y Vanidad se remontan a la época de la existencia de Etruria para relatarnos lo que sigue: cuentan que Etruria estuvo situada entre los ríos Tiber y Arno y los montes Apeninos en . Fue un pueblo pletórico de arte, mismo que heredó a los romanos. Aunque Herodoto de Halicarnaso, historiador y geógrafo (484-425 AC) afirmó que los etruscos eran de origen asiático, Dionisio, también de Halicarnaso, lo desmintió, aseverando que siempre habían vivido al norte de Italia. De todas formas –dice Moda-, asiáticos o europeos, los etruscos gozaban de un excelente gusto -¡gracias a mí!-, irrumpe Vanidad, que en el presente se puede admirar plasmado en sus variadas estructuras de terracota y bronce, o en sus deliciosas joyas también en bronce, cobre y oro.

Tebenna
Tebenna

Los etruscos, añade Moda, enseñaron a los romanos el arte de construir bóvedas y el de confeccionar sus mantos en forma redondeada, como si fueran arcos arquitectónicos de medio punto. A esos mantos les llamaron tebenna, convirtiéndose en complemento de una túnica corta usada por los varones.

Minerva
Minerva
Mujer Etrusca
Mujer Etrusca

Los vestidos de las damas etruscas, interviene Vanidad, estaban llenos de colores muy contrastantes, aunque sólo consistieran de una túnica plisada o finamente plegada y el manto con el que se envolvían sujetado en ocasiones en alguno de los hombros. Agregaban a este vestuario un bonete denominado tutulos y … ¡botas!, -grita Vanidad-. Así es, botas, pues los etruscos le daban tal importancia al calzado, que se podían ver bailarinas desnudas pero, eso sí, con botas, aunque en realidad eran medias botas de color muy vivo y con punta ligeramente levantada, concluyen Moda y Vanidad.

Mujer Etrusca
Mujer Etrusca

Las ilustraciones presentes están inspiradas en los modelos antiguos que les acompañan.

 

 

Esmeraldas

Desde hace más de cinco mil años las gemas o piedras preciosas han fascinado al ser humano. Las primeras que se conocieron son la amatista, el cristal de roca, la esmeralda, la turquesa, el lapislázuli y el jade y, a pesar del tiempo transcurrido, en algunos grupos persiste como en aquellos años la creencia de que las piedras tienen un halo de misterio, un algo espiritual que les confiere poderes para la salud y la buena suerte, por lo que muchas veces las vemos lucidas como talismanes o amuletos más que como adorno. Sin embargo, esa espiritualidad es opacada cuando a las gemas se les otorga un valor monetario.

La esmeralda, conocida en la antigüedad como piedra verde, debe su color a la casi ausencia de óxido de bromo o vanadio mezclado en su estructura, y precisamente el valor de la esmeralda va ligado a su color, obligado a ser uniforme, es decir, totalmente verde. Entre más obscuro sea su tono, será mayor su calidad, como la llamada gota de aceite, procedente de Colombia de un color verde muy obscuro. Algunas de tales gemas dejan ver en su interior “el jardín“, que no son sino pequeñas manchas todavía más obscuras.

Lapidarios
Lapidarios

Los yacimientos más antiguos que se conocen proceden del Alto Egipto en las costas del Mar Rojo. Sabemos que, desde hace más de tres mil años los egipcios usaron estas gemas en forma de escarabajo. Durante el imperio de Alejandro Magno los griegos explotaron aquella riqueza, y prueba de ello la tenemos en el famoso anillo con la efigie del ilustre conquistador grabada en una esmeralda engastada en oro.

Las minas de esmeraldas se hallan en grupos aislados, aprisionadas en las betas de calcita o cerca de ellas. Su extracción requiere sumo cuidado. En Colombia, país productor de las mejores esmeraldas, el trabajo lo hacen a base de pequeños martillos y picos para evitar dañar las gemas. La mina más importante de Colombia es la de Muzo, descubierta por los europeos en 1537. Esta mina se convirtió en la más famosa debido a que en ella fue donde se hallaron las dos esmeraldas más grandes y valiosas del mundo hasta la fecha. Fura es el nombre de la esmeralda más grande, tiene once mil quilates y pesa más de dos kilos. Tena, hallada a su lado, es el nombre de otra esmeralda con dos mil kilates y es la más valiosa por su intenso color obscuro.

Los nombres de Fura y Tena fueron aplicados debido a una leyenda que contaba que dos enamorados no podían estar juntos porque eran hijo e hija de dos caciques de tribus enemigas. Las lágrimas de los amantes se convirtieron en enormes montañas y de ahí surgieron las valiosas esmeraldas, que a la fecha se exhiben periódicamente en diversos del mundo.

La indumentaria según moda y vanidad: Griegos, 2da. y última parte

Si llamamos mini a las faldas que van por encima de las rodillas, podemos decir con seguridad que el ejército griego vistió minifalda en el siglo V antes de la Era Cristiana, y recurriré a los recuerdos de para que nos diga cómo se introdujo entre los griegos el uso del calzón en calidad de complemento de sus cortos faldellines: nos relata que los guerreros griegos tuvieron que cambiar de opinión acerca de la indumentaria de los persas y afganos hasta llegar a imitarlos en parte, ¡por causa del caballo!

Guerrero Griego
Guerrero Griego

Nos explica que, en épocas remotas, los helenos se mofaban de los habitantes de Asia Central por no entender cómo podían vestir ropa tan ceñida de acuerdo a ciertos pantalones, hasta que un día –cuenta emocionada Moda- irrumpieron en sus tierras los escitas (así los nombraban) montados en sus caballos. Los aterrados ojos de los griegos vieron por primera vez al hombre sobre un caballo y fue tal su miedo y la imaginación desbordada, que a partir de ahí nació el mitológico centauro, creyendo que hombre y bestia eran un solo ser. Pasada la sorpresa, -continúa Moda-, y ya familiarizados con los caballos, los guerreros griegos se dieron cuenta del porqué de la indumentaria aparentemente ridícula de los escitas, y era porque los pantalones les protegían de las rozaduras al montar los animales. Conclusión, termina Moda, los helenos tuvieron que ponerse debajo de su corto faldellín algo similar a las trusas varoniles, pues se negaron a desprenderse de las minifaldas para usar pantalones.

Centauro y Escita
Centauro y Escita

Pero no sólo el ejército griego vistió minifalda, pues el vestuario masculino común consistió en un chitón parecido al femenino, pero mucho más corto. Tenía la característica de una blusa alargada hasta las rodillas. Otra variante de esta prenda para hombre fue una túnica corta que pasaba por debajo del brazo derecho anudándose en el hombro izquierdo. A ese traje se le llamó exomis luciéndolo generalmente artistas, artesanos y esclavos.

En contraste con las prendas usadas por los guerreros y la gente del pueblo, los filósofos griegos emplearon el himation, pieza rectangular de unos tres metros de largo por uno y medio de ancho, igual que el femenino. Se envolvían de izquierda a derecha echándose una de las puntas sobre el hombro. Era confeccionado, por lo regular, en lana blanca permitiéndoles absoluta desnudez debajo de la voluminosa prenda, lucida con exquisita elegancia.

Clamide
Clamide

La clámide fue otro manto también rectangular que vestían tanto guerreros como viajeros, lo sujetaban en el hombro derecho colgando en cada uno de sus ángulos un pequeño peso para evitar que el viento lo hiciera volar. Esta indumentaria se complementaba con el sombrero de cuero o paja llamado petasos y unas sandalias. Por cierto que las primitivas sandalias de los primeros egipcios y griegos sentaron las bases para los modelos de nuestra actualidad, como puede usted apreciar en los estilos de calzado que diseñé extrayendo lo primordial de aquellas primitivas sandalias.

Sandalias
Sandalias

No hay duda que para crear en el presente, lo único que necesitamos los diseñadores es escarbar en el pasado, revolviendo las miles de ideas y formas que Moda y Vanidad se encargaron de divulgar en la antigüedad y que hoy nos motivan al recordarlas.

La indumentaria según moda y vanidad: Griegos, 1ra. Parte

El ser humano comenzó a cubrir su cuerpo por razones de pudor, pero al avanzar la civilización Helena, lo que taparon los antiguos, los modernos lo fueron descubriendo al darse cuenta de que poseían una hermosa anatomía suficientemente atractiva como para ocultar por completo. Es decir, desconocieron la inmoralidad del desnudo al concentrar sus ojos en la belleza. Los griegos edificaron gimnasios donde acudían con frecuencia para mantener en armonía sus exquisitos cuerpos.

nos cuenta que rendían tal culto a la perfección física que, en una ocasión, la famosa cortesana Friné, modelo de Praxiteles, acusada por un acto de impiedad, fue absuelta por una, digamos “maniobra inteligente“ de su defensor, quien la desnudó por sorpresa ante un numeroso jurado. Despertó tal admiración por sus formas y armonía corporal que retiraron los cargos aduciendo que la hermosura de aquel cuerpo no podía estar en discordancia con la de su espíritu. Agrega Vanidad que la facilidad con que fue desnudada Friné se debió a que vestía uno de los trajes llamado peplo, el cual era sostenido sólo por dos broches, tratándose de una prenda que generalmente era usada encima del llamado chiton dórico, pero, en el caso de la cortesana, la lucía como única indumentaria.

Frine
Frine

 

El chiton dórico lo confeccionaban con tela de lana ligera muy flexible. Solían usarlo en forma plegada convirtiéndose en una pieza rectangular amplia muy larga que ceñían al talle con un cinturón. El largo de la prenda se determinaba tirando hacia arriba los pliegues para después dejarlos caer sobre el mencionado cinturón formando una cavidad suelta muy atractiva. En ocasiones el chiton se lucía completamente abierto por un lado logrando con ello suaves caídas.

Himation
Himation

Moda y Vanidad nos revelan que el traje femenino griego no sufrió grandes cambios, pero sí las telas con que se confeccionaban, pues empezaron con lana y terminaron con seda, pasando por el lino y sus variadas mezclas. Uno de los pocos cambios lo constituyó el chiton jónico, diferente al dórico, pues estaba provisto de mangas abiertas todo a lo largo, manteniendo algunas uniones con broches intercalados a los bordes que dejaban ver el brazo. Al igual que el chiton dórico, pasaban el excedente de tela por el cinturón para formar el kolpos, nombre que se le dio a la cavidad que producían los pliegues colgantes.

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Ampechonion

El ampechonion, otro indumento femenino, era una especie de blusón largo ajustado a la cintura con lo que se formaba un armonioso plegado pero, gracias a Moda, llegó a convertirse con el tiempo en una pieza de cobertura parecida al chal, pues sus lados se mantenían abiertos. Otra prenda de abrigo y la más importante, fue el himation, de tres metros por uno y medio, con el que cubrían su cuerpo dejando ver cierta coquetería, influída por Vanidad, ya que su colocación dependía de quien lo luciera.

El país más seguro del mundo

He vivido en muchos lugares fríos, como Canadá, Alaska, Suiza, Alemania y en todos ellos he sentido siempre algo especial, pero jamás lo que siento cuando vivo en .

Como la isla entera es producto de muchos volcanes a base de lava durante una inmensidad de años, el musgo y con más razón el césped, son una maravilla de la naturaleza. A menudo se levanta ese ligero viento nórdico disfrazado de brisa en ocasiones que corre a ras del suelo formando figuras juguetonas en el césped que se mueven en zig-zag, y es entonces cuando me pregunto cómo puedo convertir la belleza en palabras para expresar lo que siento, pero termino bañado por una tristeza inmensa que me invade sin saber de dónde viene.

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Si busca Usted en Internet el país más seguro del mundo le dirá que es Islandia, y es verdad. Si le ponemos en la balanza de la vida humana, nos daremos cuenta que en mucho tiene más cosas buenas que cualquier otro y esa balanza no miente jamás.

No es lo rural que muchos piensan, lo que sucede es que estamos acostumbrados a ver miles de personas yendo y viniendo por todos lados y la falta de esa multitud en Islandia crea en ciertas personas una sensación de soledad y depresión en cuanto desaparecen de su vista. Islandia es un país tecnológicamente a la altura de cualquier otro, allí existe alta tecnología en ingeniería biomédica dedicada a la fabricación de prótesis elaboradas de fibra de carbono especialmente para atletas, las cuales no pueden hacerse con la misma precisión en otros países porque sus habitantes no se prestan a ello. Ahí está la matriz.

Y no digamos nada sobre la energía geotérmica, en la cual son líderes mundiales.

En Islandia existe en el aire, en el ambiente, en sus paisajes y en su forma de vida, esa inspiración que requiere la persona creadora. Es más fácil crear estando allí y por eso tienen topes altísimos superiores a muchos otros lugares en diferentes ramas. Es curioso cómo han bajado los cocientes de inteligencia en ciertos lugares del planeta (IQ), mientras que en Islandia se han mantenido y hasta en determinados aspectos se han superado en varios puntos.

Es el lugar adecuado para existir pegado a la naturaleza tan cerca, que ciertos científicos lo buscan y aconsejan. Solamente observar la rabiosa fuerza de la atronadora catarata Dettifoss, engrandece el espíritu. También ver en las calles bancas por todos sitios y gente sentada en ellas leyendo.

La mayoría de personas, al oír la palabra Islandia, lo primero que traen a su mente son seis meses de día y seis meses de noche, y eso les abruma, es lógico porque debe uno/a estar en cierto modo acostumbrado a un cambio tan drástico. En los seis meses de oscuridad ésta no es total, también los cambios del tiempo desorientan un poco a cualquiera que no esté acostumbrado, pero todo esto debe entrar en algún brazo de la balanza en el momento de sopesar el todo.

Esas personas que piensan siempre en el Caribe, el sol, la hamaca y la temporada de huracanes, debe olvidarse de Islandia. Islandia es para otra clase de personas, principalmente para quien desea o busca la existencia con una seguridad casi absoluta en una especie de otro mundo, pues las pocas excepciones que existen son causadas por los turistas, y es triste decirlo. La criminalidad es cero.

La vida es algo más cara que en otros países, pero los emolumentos también son más altos. El arte se transpira por todos lados, la gente es muy agradable y abierta, ayudan sin que se les pida abiertamente, hacen sentir seguridad con solo mirarles, son gente integrada, cosa que falta en todos los demás países que conozco y son muchos, aunque la afluencia de inmigrantes están cambiando en cierto modo el sistema de vida y eso es malo, pues ellos acarrean mucho de lo dañino que tienen en sus respectivos países.

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Recuerdo las palabras de Sócrates transferidas a nosotros por medio de Platón. Afirmó que cada quien debería vivir siempre en el país en que nació, y que así sería como todos estaríamos bien y en paz, pero eran otros tiempos y muchas cosas estaban hechas y dichas a medias. El se olvidó de añadir que esto era solamente para quien no se integrase al sitio donde fuese a residir, de esos seres que intentan llevar sus costumbres y leyes a la fuerza donde ya están completamente civilizados y no necesitan que alguien vaya e intente meter la discordia, como actualmente sucede con la mayoría de inmigrantes en el mundo, quienes primero crean un grupo, luego le dan fuerza y al final terminan exigiendo derechos sin tener en cuenta que les dieron cobijo: ¿por qué no se quedan en su país natal?

Los islandeses respetan los lugares verdes en extremo. No necesitan policía para cumplir lo estipulado. Su turismo ha subido, pero en ocasiones es una muestra engañosa de progreso superlativo, si se trata, como suele suceder, del turista que lleva su mochila todo el tiempo a la espalda, pues en ella acarrea hasta lo que ha preparado para comer durante el día, ya que tiene una planeación de gastos que sólo puede abastecer a unos cuantos jilgueros. El turismo que sube o desarrolla un país es el que jamás se fija en lo que cuesta esto o aquello.

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Los islandeses son amables mediante detalles que no se aprecian en personas de la mayoría de países. Debo reconocer que la cantidad de habitantes en Islandia, unos 320,000 en total, con unos dos tercios en la capital nada más, representan un factor significativo en la ecuación. Tal vez convendría realizar otro análisis si fuesen diez o quince millones en la simple capital, como tienen en otros países.

Sea como sea, están muy bien organizados en lo que más se requiere, son ordenados, respetuosos, civilizados en alto grado, tienen carácter y son atentos como para querer regresar a menudo, pero sin mochila y sin contar las habichuelas todo el tiempo, sino disfrutando plenamente de tanto bueno como tiene el país y que si algún día llegase a faltarnos, créame que nos sentiríamos muy, pero muy mal. Tiene un algo en el aire. En sus paisajes y ese ambiente que se respira nos sirven para relajarnos como se debe, reflexionar y renovarse al fin.

No intente aprender islandés pues es muy difícil. Todos se dirigirán a usted en inglés, para ellos es su segunda lengua oficial, podría decir, aunque no esté declarada como tal. Los inviernos son rudos algunos años, pero tienen todo lo necesario para que usted los sienta como una extensión de la creatividad que le embarga.

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Un recuerdo que jamás olvidaré fue el de cierta ocasión en que me detuve para permitir que atravesaran numerosas vacas la carretera # 1. Iban guiadas y controladas por dos perros ovejeros, pero uno de ellos fue el que me dejó grabado un recuerdo para siempre: El perro era de estatura mediana, más bien grande, blanco y negro, con su rabo largo y siempre agachado. La cabeza también baja observando al mismo tiempo cuanto pasaba a su alrededor. Iba de una en otra vaca creando una hilera que cruzaba la carretera continuamente, gracias a este perro principal. Cuando todos los animales estuvieron casi del otro lado y comenzaban a bajar una pequeña pendiente, el perro se quedó detenido transversal a mi coche parado en medio de mi lado de la carretera para impedirme todavía el paso, con su rabo y cabeza, ambos abajo y continuamente mirándome a mí y a las vacas.

Yo no dejaba de sonreír y admirar el instinto del animal. Cuando hubo terminada su labor, se fue rápido terraplén abajo, lanzándome todavía una última mirada, como diciendo: “¿Qué te creías, que ibas a pasar entre mis vacas?“. Saqué mi cabeza y mi mano por la ventanilla y saludé al vaquero que se hallaba ya lejos. El me devolvió el saludo con una sonrisa.

El ser humano es tan destructivo como creativo. Hasta la fecha su balanza está bastante más inclinada del lado primero. Me angustia el solo pensar que puede llevar Islandia por el mismo camino que ha llevado a todos los demás países en el planeta. Espero que la cordura que posee le indique que conviene mantener ese país como muestra de lo que podemos ser todos sin necesidad de canturrear en la mayoría de discursos políticos la frase que ya se hace odiosa: “El Nuevo Orden Mundial“.

Islandia es hoy nada menos que el país más respetado del mundo y el que no lo crea, pues … ¡ahí está! ¡que vaya!