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Becky Krinsky

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Prestigiosa columnista internacional en más de 10 periódicos y revistas que se publican y distribuyen desde Nueva York hasta Argentina Con su famosa columna Recetas para la Vida©. Ganadora por tres años consecutivos del premio de excelencia en periodismo del San Diego Journal Club.

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Recetas Para la Vida © TM

Buscando los ingredientes para lograr una mejor vida.

Una alternativa fresca y diferente a los problemas de nuestra vida diaria. Ayudaremos a la gente a encontrar los ingredientes adecuados en la vida para mejorar las relaciones personales así como tener una mejor calidad de…


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Artículos Publicados

Para ganar hay que saber ceder

Cuando no hay flexibilidad, capacidad de ceder y de buscar el compromiso es imposible construir un hogar armonioso, tener una buena relación y vivir con tranquilidad. En general, uno quiere tener la razón, espera que los otros entiendan su punto de vista y se empeña en defender las propias ideas. Sin embargo, cuando uno puede validar la realidad del otro, consigue ponerse en su lugar y entenderlo con apertura, entonces se logra ceder con cariño y solidificar una relación positiva y emocionalmente nutritiva.

Mónica y Alberto gozaron de un buen matrimonio por mucho tiempo. Los roles estaban bien definidos: Alberto era el proveedor del hogar y Mónica se dedicaba a la casa y a los niños.

El problema comenzó a surgir cuando los hijos crecieron y Mónica comenzó a tener más tiempo disponible. Decidió que quería crecer como persona y comenzar a trabajar. Esto no fue del agrado de Alberto. Le gustaba que su mujer estuviera en la casa y se dedicara a él y a la familia. A pesar de las protestas de su esposo, Mónica buscó un trabajo. Es inteligente, laboriosa y pronto descubrió que disfrutaba de poder trabajar y relacionarse con más gente. Comenzó a crecer en su trabajo y a dedicarle más horas. Esto llevó a que no tuviera tanto tiempo disponible para cocinar, ocuparse de la ropa, la casa y atender a su esposo como lo había hecho en el pasado.

Alberto estaba muy disgustado y se lo hizo saber. Insistió con que su esposa dejara el trabajo inmediatamente a lo que ella se rehusó. Comenzaron las discusiones y las peleas. Ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder. Mónica insistía que tenía derecho a trabajar y que estaba cansada de tener que ocuparse de todo en la casa, lo que la aburría y nunca le había gustado. Opinaba que su esposo era muy egoísta y que no podía ver lo feliz que ella era en su trabajo. Le daba mucha rabia escuchar cómo le exigía que ella cocinara después de un duro y largo día de trabajo. Mónica insistía que con cualquier comida sencilla o comprada podía satisfacer su gran apetito. Además, él también tenía la completa capacidad de poder cocinar, ayudar más en la casa y atender a la familia. Alberto, por el otro lado, sostenía que la función de su esposa era estar en la casa y que no quería que ella trabajara siquiera media jornada.

La relación empeoró. En vez de funcionar como un equipo y ceder cada uno un poco, se pusieron cada vez más obstinados hasta que llegó el momento que la situación se hizo insostenible y la pareja decidió divorciarse. Hoy en día están pasando por un divorcio muy difícil y por muchos momentos se hace insoportable por la gran cantidad de demandas, insultos y fuertes peleas. No pueden siquiera sentarse en la misma mesa para festejar el compromiso de uno de sus hijos. La tensión está presente en cualquier evento familiar.

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Ceder para vivir mejor

Ingredientes:

  • 1 barra de tolerancia
  • 2 sobres de compromiso
  • 1 taza de flexibilidad
  • 1 cucharada de aprecio
  • 1 manojo de respeto
  • Una pizca de ojo noble

Condimentos:
Amabilidad, generosidad, paciencia

Precaución: Hay que pensar antes de actuar; Siempre hay tiempo para reclamar y pelear

Modo de preparación:

  1. Esposos, socios, amigos, siempre dos es mejor que uno solo. Cuando se está consciente que es necesario tener a una pareja o a un compañero para levantarse y para disfrutar, los desafíos se diluyen y las alegrías se multiplican. Cuidar, ceder y entender a la pareja es quizá la acción más beneficiosa para uno mismo.
  2. Hay que tener un corazón que sabe escuchar para poder entender y ceder. El corazón que escucha con atención mantiene una relación calurosa y compasiva, suscita una comunicación amena, una sonrisa continua, buena energía y refuerza la relación de tal manera que es fácil hablar y comprender hasta los sentimientos más penosos.
  3. Vale más la persona que sabe ceder y motivar al otro a ser mejor que aquella que sólo afirma las propias creencias. Una relación sólida consiste en tener la flexibilidad y la capacidad de aprender cuando se notan los errores, los puntos de vista distintos, las opiniones contrarias y los intereses disparejos. El propio orgullo hace que el camino a veces, no sea fácil ni placentero pero como resultado se obtiene un gran crecimiento personal y una relación armoniosa y duradera.

«Ceder no es perder la batalla; es crecer, ganar carácter y vivir mejor»

Fuente: www.recetasparalavida.com

Valorando la esencia de nuestros hijos

¡Qué difícil es cuando nuestros hijos no son los alumnos sobresalientes que quisiéramos que fueran! Es común que muchos padres sólo se enfoquen en el rendimiento académico y se olviden de que sus hijos traen sus propios intereses, cualidades y habilidades. No se trata de dejar de incentivarlos en la escuela, sino de reconocer y ayudarlos a desarrollar su potencial en cualquier área que sea y sobre todo, no hacerlos sentirse mal por no poder destacarse en el área académica. Después de todo, todos venimos al mundo con habilidades y misiones importantes. Como padres, no hay mejor regalo para nuestros hijos que apoyarlos y estimularlos para que puedan descubrirlas, apreciarlas y desarrollarlas.

Alejandro nunca fue un muy buen alumno en la escuela. De hecho, sus padres y maestros se quejaban por la falta de interés y de cuidado que ponía en sus tareas y en sus estudios. Siempre creció con la etiqueta de «burro», le decían que nunca llegaría a nada en la vida. Cuando se comparaba con sus amigos se sentía menos inteligente, incapaz y con muy pocas ventajas. No era que no tuviera interés en las cosas, o que no quisiera brillar como alguno de los otros niños que recibían constantemente la admiración de sus maestros y compañeros de grado, simplemente sentía que su cabeza no le daba como a los demás.

Sin embargo, Alejandro tenía algo que los otros jóvenes no tenían; poseía la picardía que no se aprende de los libros y contaba con una astucia muy audaz, algo que solo da la vida. Cuando tenía 17 años, notó que su escuela no tenía camisetas así que se puso a hacer unas cuantas y venderlas, resultaron ser tan populares que a pronto expandió su idea y las vendió con otras escuelas. Con el tiempo se le fueron ocurriendo nuevas ideas y negocios. Alejandro comenzó rápidamente a crecer en lo suyo y resultó ser un comerciante muy exitoso.

Sabrina lleva el ritmo en la sangre. Desde pequeña cantaba y bailaba al compás de cualquier melodía. Cuando era pequeña sus padres hubieran querido que cantara menos y estudiara más. En la escuela y en la casa era muy inquieta. Siempre le gustaba estar en movimiento y sin bien no sabía bien matemáticas, se sabía perfectamente todas las canciones que estaban de moda.

Su mamá se sentía avergonzada cuando sus amigas comentaban acerca de que buenos alumnos que son sus hijos. Ese ciertamente no era el caso con su hija. Sabrina recibía puras críticas de su familia. Quiso la suerte que una de sus maestras notara su gran habilidad para cantar. Fue ella quien la impulsó a Sabrina a tomar clases de canto y a creer en sus habilidades. Hoy en día, Sabrina es una cantante bastante conocida y con un alto ingreso económico. A su madre le encanta encontrarse con sus amigas para contarles de las giras y el éxito de su hija.

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Valorando la esencia de nuestros hijos

Ingredientes:

  • 1 pieza de esencia única
  • 1 taza de objetividad
  • 1 cucharada de cariño y aprecio
  • 2 rebanadas de habilidades y potencialidades
  • 1 gotas de reconocimiento

Condimentos:
Esfuerzo, honestidad y confianza

Precaución: ser único no significa ser especial o mejor, quiere decir que cada quien vale por lo que es

Modo de preparación:

  1. Cada persona es única, tiene una misión específica y es necesaria para complementar este mundo. Hay que tener un profundo respeto por la vida humana, nadie puede substituir o tomar el lugar de otro. No hay dos personas que tengan la misma esencia, que coincidan en sus acciones o que tengan el mismo camino.
  2. Hay que aprender a destacar, apoyar y valorar la grandeza y las habilidades de cada hijo. La mayoría de las personas son buenas para unas cosas y no tan buenas para otras. El amor y apoyo incondicional de los padres puede ayudar a balancear y fortalecer el desarrollo de los hijos logrando que casa uno se sienta aceptado y viva una vida plena y con sentido sin tener que ser el mejor en todo lo que hace.
  3. Negar las aptitudes, habilidades y flaquezas de los hijos es perder la esencia de lo que verdaderamente son. Uno de los más grandes logros es cuando se descubre la esencia individual, se aceptan las debilidades, se reconocen las fortalezas y se encuentra el punto de unión entre los talentos, las pasiones y las necesidades del mundo donde se vive.

«Cada hijo tiene una esencia única. No es justo que niegue su naturaleza para satisfacer las expectativas de sus padres y conseguir su amor y su aprobación.»

Fuente: www.recetasparalavida.com

Cuando las cosas no salen como uno espera

¿Cuántas veces nos encontramos lamentándonos porque nos pasan cosas que no estábamos esperando o quizá trabajamos mucho para conseguir algo que no se da, entonces nos sentimos derrotados y frustrados? Lo cierto es que no se puede vivir esperando que todo lo que queremos lo vayamos a obtener. Hay que tener retos que por más difíciles que sean, sazonan nuestra vida, nos hacen luchar, crecer, aprender y cada día ser mejores a pesar de las dificultades y el dolor que nos causan. No se debe ver la vida como que nos plantea sólo problemas sino como que nos brinda oportunidades para progresar.

¡Qué verdadera frustración y dolor siente María al ver que tiene un proyecto muy bueno y simplemente nadie la escucha ni le da importancia!

Cuando María presenta su programa todos quienes la escuchan se entusiasman, la felicitan y la hacen sentir que realmente está haciendo una verdadera obra de arte y una buena acción para la humanidad. La felicitan por su creatividad, su sencillez y le alaban su elocuencia y profundidad para abordar temas triviales y hasta aburridos. De hecho, le piden copias de sus escritos, le comentan cuanto disfrutan leer sus contenidos y compartirlos con sus parejas, amigos, alumnos y hasta con sus hijos.

Desafortunadamente para María esto no es suficiente, ella tiene la necesidad de comer y pagar sus gastos y si bien quiere hacer de su proyecto un negocio todavía no lo ha logrado. Sabe que la crisis económica es muy fuerte y que los presupuestos de las organizaciones son limitados lo que hace muy difícil que alguien quiera invertir en su trabajo; pero su deseo y su persistencia no dejan que María abandone este proyecto al cual le ha dedicado tanto tiempo y esfuerzo.

Es difícil entender cómo funciona la vida. Por un lado, María pareciera tener un gran logro ya que ha tocado puertas que nunca hubiese imaginado poder alcanzar, la han escuchado, le piden su material para publicarlo, la invitan a dar charlas, la utilizan de ejemplo… Pero en el momento que se trata de ofrecerle un contrato y pagar, la dejan de escuchar. Las compañías u organizaciones a las que se ha acercado aprecian su proyecto pero deben atender a asuntos más importantes y prioritarios, tienen miedo de invertir en nuevos proyectos o hay intereses personales que interfieren y que hacen que el proyecto de María quede a un lado y hasta sea olvidado.

Pareciera que lo que hace es bueno, enriquecedor y útil pero aún nadie se ha animado a darle el valor que necesita para que su trabajo pueda ser remunerado. María no está dispuesta a darse por vencida, pero a veces se pregunta hasta cuando, cuanto más puede y debe continuar sin saber si alguna vez se va a concretar.

Es difícil vivir de buena ideas, después de todo, María tiene que comer.

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Fuerzas para seguir adelante
Porque así es la vida

Ingredientes:

  • 1 taza de metas claras
  • 1 manojo de determinación
  • 2 cucharadas de persistencia
  • 1 gotita de confianza
  • 3 gajos de tolerancia a la frustración y a la decepción
  • 1 pizca de perspectiva

Condimentos:
Buen humor, ánimo y mucha calma

Precaución: Nunca hay que dejar de creer en uno mismo, es la fuerza que sostiene los sueños

Modo de preparación:

  1. Es humano sentirse derrotados, tristes y enojados. No siempre salen las cosas como uno espera, nadie puede garantizar el éxito. Sin embargo, es importante terminar aquello que se empieza, a pesar de que no se obtenga el resultado esperado.
  2. Hay que aprender del dolor y la frustración. Los verdaderos ganadores nunca se dejan caer. Es importante superar el sentirse desilusionado o desairado para poder recobrar la confianza en uno mismo. Lo más importante es estar siempre enfocado en salir adelante, progresar y recordar que el dolor y la frustración son muchas veces el camino a la grandeza.
  3. Los pequeños logros conducen a un gran manjar lleno de sabor y deleite. Cuando se logra fraccionar los grandes proyectos en acciones específicas y concretas es más fácil obtener resultados positivos. Esto ayuda a conseguir más fácilmente los resultados deseados así como un sentimiento de logro y bienestar.

«Creer que uno puede llegar a realizar su meta es en sí ganar la mitad de la batalla; el resto, la vida ya dirá»

Fuente: www.recetasparalavida.com

La culpa, el demonio más difícil de combatir

Cuando se vive con culpa nada sabe bien.

La mente humana es sin duda un lugar misterioso difícil de entender. Para algunos, un acontecimiento puede ser tan un sólo un mal trago del momento, para otros puede ser una experiencia inolvidable que les ha dejado un aprendizaje y para otros se convierte en una eterna tortura. En este último caso, el mismo suceso se repite una y otra vez sin llegar a nada, excepto a obtener un sentimiento de profunda incomodidad y de impotencia. Si uno cree que fue en parte responsable de que esto ocurriera, se convierte en culpa que puede estar acompañada de depresión, frustración, tormento o enojo.

Damián era un hombre que tenía todo y sin embargo, no tenía nada. Se quitó la vida después de una arrebatada discusión con su esposa. Damián, dejó a cuatro hijos siendo el mayor tan sólo de nueve años.

¿Cuál pudo haber sido la razón tan poderosa que llevó a este hombre a dejar todo y quitarse la vida? Nadie sabrá, los muertos no hablan.

Sin embargo, las lenguas dicen que posiblemente él estaba involucrado en una relación con una amante y que su mujer lo había encontrado con ella. Otros, en cambio, lo atribuyen a que cuando era joven había tenido un accidente en su auto nuevo y el impacto había dejado paralítica a una muchacha de 15 años. Damián nunca tuvo el valor de disculparse y menos para ofrecer ayuda con las cuentas médicas. Los padres de la joven no tenían una buena posición económica pero se las ingeniaron para pagar las múltiples intervenciones quirúrgicas que tuvo. Ella nunca volvió a caminar.

Damián era un hombre con una bella familia, gozaba de buena salud, un buen trabajo y excelentes recursos económicos. Una persona amable, educada, que aparentemente lo tenía todo. Sin embargo, algo debía perturbarlo ya que vivía con demonios que lo torturaban y posiblemente lo llenaron de una culpa que le imposibilitaba disfrutar de su familia, valorar lo que tenía y construir un futuro sólido y feliz. Hoy en día su familia sufre de una vida fragmentada, una vida que Damián destruyó.

Es posible que haya eventos y situaciones que son imposibles de cambiar, pero vivir atrapados en un pasado lleno de torturas, culpas, remordimientos y angustia, no es vida. Es importante encontrar el valor para reconciliarse con el mundo y con uno mismo, poder pedir perdón, reparar y sobretodo poder caminar siempre hacia adelante buscando una razón, un sentido para continuar el camino por esta vida que nos han regalado, la cual no vuelve jamás.

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Diluyendo la culpa

Ingredientes:

  • 1 nueva visión
  • 1 taza de aceptación
  • 1 taza de esfuerzo
  • 2 cucharadas de perseverancia
  • 1 rebanada de valor
  • 1 manojo de acciones concretas

Condimentos:
Humildad, gratitud y consideración

Nota: muchas veces la culpa ayuda a tomar conciencia, a reparar y a mejorar.

Modo de preparación:

  1. Hay que evitar usar la culpa como una justificación. Cuando el sentimiento de culpa paraliza, la persona sufre de impotencia, enojo y frustración lo que lleva a que el dolor sea más intenso.
  2. Es importante juzgar y juzgarse con consideración. Equivocarse es humano, hay que utilizar los errores en aprendizajes que ayudan a la transformación personal e invitan a crecer.
  3. Hay que asumir las responsabilidades de cada una de nuestras acciones. La virtud más grande es encontrar el valor de aceptar lo que se ha hecho, dicho o provocado. Hay que reemplazarlo por actitudes y acciones más positivas y constructivas.

«De nada sirve sufrir como un mártir si nunca se hizo el esfuerzo de luchar por vivir en un mundo mejor»

Fuente: www.recetasparalavida.com

«Una mirada no se puede explicar pero… se entiende perfectamente»

Hay que tener mucho cuidado con los gestos ya que pueden transmitir más que muchas explicaciones. De hecho, a veces el mensaje de un gesto silencioso es más preciso, directo y franco que las palabras. Los gestos de las manos, los golpes en la mesa, las miradas, el tono de la voz, etc. pueden manipular las emociones sin necesidad de dar una explicación y hasta pueden contradecir el mensaje que se está queriendo expresar.

¡Qué noche tan pesada e incómoda pasó Samanta cuando fue a cenar a la casa de su buena amiga, Elizabeth! Ella pensaba que iba a ser una velada agradable, familiar y muy entretenida. Elizabeth además de cocinar delicioso, es una anfitriona sin igual. En esta ocasión, había decidido invitar a un nuevo vecino, profesor de la universidad, que creyó que le daría un toque más intelectual a la reunión.

Cuando se sentaron en la mesa y comenzaron a saborear la comida, el profesor comenzó a hablar. Hablaba y hablaba sin fin. Llegó un momento en que nadie podía seguir el hilo de la conversación y se preguntaban cuando el hombre se callaría y dejaría hablar a los otros. Hacía afirmaciones sin sentido, usaba un tono cínico y sin percatarse, realizaba comentarios que incomodaban a los invitados. Después, comenzó a contar chistes que él encontraba graciosos pero que a Samanta y a su familia se le hacían de mal gusto.

Samanta no quería causar problemas así que decidió controlarse y no decir nada. En cambio, abrió grande sus ojos y le dirigió una mirada burlona a su esposo, que se hallaba sentado frente a ella. Su mirada lo dijo todo. Era una mezcla de desapruebo, desdén y burla. Un insulto no hubiera podido transmitir el mensaje más claramente que la expresión de su rostro.

Lo que Samanta no se percató fue que tanto Javier como Elizabeth habían captado su gesto. Javier se calló y no habló por el resto de la cena. Elizabeth se sintió incómoda y un poco culpable por haber invitado a este catedrático inoportuno y la llamó a Samanta al día siguiente para disculparse.

Samanta se sintió muy avergonzada. Con una mirada había logrado incomodar a un invitado y hacer sentir mal a la dueña de la casa.

Recetaspatalavida ®
Hablando sin palabras

Ingredientes:

  • 1 taza de precaución
  • 2 racimos de sensibilidad
  • 1 cucharada de consideración
  • 2 cubos de sinceridad
  • 1 racimo de gentileza

Condimentos:
Buenas intenciones, compasión y prudencia

Precaución: El lenguaje del cuerpo prevalece sobre las palabras

Modo de preparación:

  1. Los gestos y los ademanes no mienten. Lo que se dice debe concordar con las expresiones no verbales ya que el lenguaje del cuerpo comunica con exactitud las emociones que la persona está sintiendo sin tener necesidad de hablar. Es importante ser sensible y estar atento a los propios gestos.
  2. Desarrollar el uso gentil y positivo del lenguaje corporal ayuda a aumentar el círculo de amigos. Los ojos pueden crear un clima de aceptación y confianza, la sonrisa puede levantar el ánimo, las manos pueden invitar, calmar y motivar.
  3. Una expresión positiva contribuye a construir un mundo con mayor comprensión y confianza. Si una mirada o una sonrisa pueden transformar la profundidad del alma, entonces, un extraño puede transformarse en alguien que entiende y ayuda, un amigo se puede convertir en un hermano y el mundo, en un lugar más seguro, ameno y valioso.

«Los gestos hacen una impresión duradera, pueden inspirar, motivar y alumbrar».

Fuente: www.recetasparalavida.com

«Encontrando la fe en el viaje de la vida»

En esta Semana Santa hay que reconectarnos con aquello que nos puede dar fortaleza.

Es fácil vivir agradecido y tener fe cuando la vida está llena de alegrías, bendiciones y la bolsa está llena de dinero. Difícilmente podríamos decir lo mismo cuando pasamos problemas tan difíciles como enfermedades incurables, pérdida de personas queridas, de trabajos y hasta de la casa.

¿Cómo poder decir «ten fe, encuentra la fortaleza, busca la luz» cuando todo parece tan oscuro? Ciertamente no se puede estar buscando revelaciones divinas para poder volver a sentir y reencontrar la confianza que se ha perdido. Sin embargo, en el momento en que se acepta que se está en este mundo con un propósito, que se debe continuar mejorando y aprendiendo; cuando se cae en la cuenta que uno no está solo y que hay quienes están dispuestos a ayudar sin pedir nada a cambio, entonces poco a poco se abren puertas inesperadas y se valora la inmensidad de la vida.

Con la crisis actual, Raquel ha perdido toda esperanza de salir adelante; puede ver cómo la gente ríe y se divierte y no recuerda cuando fue la última vez que ella se sintió así. Su marido está sin trabajo, frustrado, enojado con la vida y casi no le dirige a ella la palabra. Su madre tiene cáncer y a pesar de que la están tratando no se sabe si podrá sobrevivir. Sus hijos tienen necesidades y deben continuar concurriendo a la escuela que por el momento Raquel no puede pagar. Ella trabaja y da todo lo que tiene para salir adelante, tiene grandes sueños, le gusta su trabajo y encuentra muchas razones para continuar haciéndolo aunque la paga es poca e insuficiente para salir adelante.

¿Fe? ¡Seguro! Sin embargo, con eso sólo no se come ni se pagan los gastos del hogar. Aunque Raquel a veces siente que nadie sufre como ella, sabe bien que hay muchos que tienen problemas aún mayores. Entonces recuerda que todos en algún momento de la vida pasan por momentos difíciles, que el camino se puede volver angosto, empinado y complicado pero es allí cuando uno tiene que subir la mirada al cielo, mirar alrededor y apreciar lo que tiene.

Hay que recordar que pase lo que pase lo único seguro es que mañana va a volver a salir el sol y con él, una nueva oportunidad de encontrar el camino que se ha perdido.

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Encontrando la Fe

Ingredientes:

  • 2 trocitos de aprecio
  • 1 cucharada de reflexión
  • 1 lata de confianza
  • 1 pizca de fortaleza

Condimentos:
Serenidad, positivismo y amor a la vida

Modo de preparación

  1. La fe es un ingrediente que se lleva dentro de sí, aun cuando uno mismo no se da cuenta de ello. Hay veces que el que más la necesita quizá es el que menos la tiene ya que no cree en ella. La fe siempre está allí y nunca se impone; cada uno debe encontrarla.
  2. Entre más fe se tiene, mayor es su fuerza. Este es un ingrediente delicado que muchos cocineros descubren en momentos de crisis y les ayuda a sobrepasar los periodos difíciles.
  3. La fe, ayuda, enseña y fortalece. Cuando se la logra incluir en todas las recetas que la vida ofrece, los platillos adquieren un sabor especial, el cocinero logra encontrar paz en su corazón, aprende las lecciones de la vida, logra tener confianza y la transmite.

«La fe es un platillo ardiente acompañado de mucha pasión. Mal utilizada puede llevar a cometer injusticias. Bien utilizada puede llegar a mover montañas y a producir platillos milagrosos.»

Fuente: www.recetasparalavida.com

Receta: Yo tengo el derecho de tener todo lo que quiero

Cuando la vida nos enfrenta con problemas que requieren ajustes o cambios uno siempre tiene opciones. Puede elegir entre continuar haciendo lo mismo y hundirse o cambiar y salir adelante. La segunda opción, si bien es preferible, resulta mucho más difícil y muchas veces nos exige comportarnos y actuar de modos que pensábamos que éramos incapaces de hacer.

Natán es un hombre con bastante mal genio; grita y se desespera fácilmente. Rocío, su empleada, sufre de angustia sólo por estar junto a él y ver cómo trata a todos a su alrededor. Hace unos días llegó tarde al trabajo y pidió permiso para salir temprano. Natán le contestó con irritación y en forma desagradable que tenía que hacer sus citas a horas fuera de trabajo.

Roció se molestó, no solo por el tono brusco y hosco con el que se lo dijo, sino por temor a que el maltrato aumentara. Entonces decidió renunciar. Al recibir la noticia, su jefe le pidió que continuara un par de semanas más hasta que consiguiera un reemplazante.

A pesar del altercado que tuvieron, Natán valoraba a Rocío y su trabajo. Estaba consciente que la renuncia se debía a su mal genio. Sabía que tenía que cambiar. A pesar que le costó trabajo, Natán comenzó a controlar sus gritos, a ser mucho más amable y a sonreír diariamente. Empezó a utilizar «por favor» y «gracias» con una actitud cordial y cuidaba mucho sus palabras y su tono de voz. Él se había propuesto cambiar. No se resignaba pensando «así soy yo» o «este es mi carácter y no puedo hacer nada». Estaba convencido que su voluntad y determinación podían reinar sobre su temperamento y sus acciones.

Antes de las dos semanas del término, Rocío se acercó nuevamente a su jefe y le comentó que había cambiado de opinión y que quisiera continuar trabajando para él. Durante estas semanas había descubierto que su jefe era una persona noble, de buenas intenciones y que había logrado crear un clima muy agradable de trabajo. Incluso se disculpó con él por no haber tratado con más empeño de acomodar sus citas fuera de las horas del trabajo.

Ya pasaron un par de años y los cambios positivos aún continúan. Natán sostiene que es posible cambiar de un día para el otro. Sólo basta una buena razón y mucha determinación.

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Encontrando fuerza para cambiar
Logrando cambios genuinos y duraderos

Ingredientes:

  • 1 taza de voluntad
  • 2 cubitos de esfuerzo
  • 1 racimo de aceptación
  • 3 gotas de fortaleza
  • 1 chorrito de confianza

Condimentos:
Paciencia, positivismo, perseverancia

Nota: el cambio sólo se da cuando uno realmente lo desea, nadie puede hacer que uno cambie si no quiere

Modo de preparación:

  1. El cambio es una acción difícil y estresante para todos. Cambiar causa resistencia y existe una tendencia a aferrarse a los viejos hábitos por evitar el miedo a lo desconocido.
  2. El cambio se logra cuando se está dispuesto a modificar viejas estructuras por otras nuevas. Antes de encontrar armonía y balance, el cocinero debe dejar su zona de confort y estar listo a sobrepasar varios obstáculos y tropiezos.
  3. Un cambio pequeño puede llevar a grandes resultados. No es necesario hacer muchas modificaciones o insistir que los demás cambien. Un pequeño movimiento incita a muchos cambios nuevos.
  4. Todos necesitamos mejorar. La vida es dinámica y cambiante; por lo tanto, hay que adaptarse a las nuevas circunstancias y recordar que no existe ningún ser perfecto.

«Hay gente que piensa que el cambio es posible, por lo tanto encuentran una razón para mejorar constantemente. Sin embargo, hay otros que insisten en que el cambio es un esfuerzo inútil, con lo cual se hunden en un mundo amargo».

Fuente: www.recetasparalavida.com

Padres atormentados, hijos insensibles

Blanca lloraba amargamente sentada en su cama del hospital después de haberse recuperado de un ataque al corazón. Sus lágrimas no eran por haber escuchado las palabras del doctor y haber entendido la seriedad de su condición, ni siquiera por la alegría de estar viva; ella estaba abatida porque a pesar de que su familia estaba junto a ella en el hospital, su hijo mayor, que vive en otro estado, no había tenido la intención o la delicadeza de hablarle para preguntar como se sentía. Blanca, una mujer modesta dedicada a su hogar, se desvive por el bienestar de su familia y no entiende por que Fermín, su hijo, se ha alejado tanto.

Fermín siempre había tenido una muy buena relación con sus padres pero todo cambió cuando conoció a una bella chica con la que vive. Existe una cierta tensión entre ella y los padres de Fermín, pero éstos están dispuestos a tratar de mejorar la relación, por su hijo. Por ello, Blanca, en las dos ocasiones que los ha visitado, no pregunta nada, se acata a sus exigencias y con una sonrisa agradece el tiempo que le dedican. Pero últimamente, su hijo, trata de evitar sus visitas.

Fermín no se ha casado aún e insiste que sin la bendición de sus padres no habrá matrimonio; sin embargo, no tiene intenciones de acercarse o saber de ellos.

Sus padres lo adoran, le admiran sus grandes éxitos, y lloran en silencio por su distancia y su arrogancia. Tratan constantemente de aproximarse, mandándole regalos para su cumpleaños, horneándole ricos pasteles y mandándoselos a pesar que el alto costo del envío es más alto que el valor del pastel, llaman por teléfono, piden a los parientes y amigos que por favor lo llamen y lo pasen a visitar. Sin embargo Fermín se niega a tener contacto con todos.

Quien iba a decir que este muchacho tan gentil, inteligente y exitoso podría estar causando tanto dolor y lastimando tanto a sus padres.

Hoy en día el dolor que Blanca lleva en el alma es tan grande que le es imposible disfrutar del resto de su familia, siente un vacío muy grande e incluso cuando su mesa está llena la inunda una profunda tristeza por el lugar que Fermín ha dejado.

¿Cómo lograr que Fermín entienda el daño tan grande que está haciendo? ¡Si realmente se diera cuenta que la vida es corta y frágil, que su rencor y evasión sólo lo están alejando de aquellos que más quiere y a los que debiera honrar! Esperemos que no sea muy tarde cuando este muchacho entienda la gran pena que ha causado y ojalá que al regresar a su hogar se pueda reconciliar consigo mismo, ya que él también debe de estar sufriendo.

«Nuestros padres nos regalaron la vida, son la fuente de nuestras tradiciones y nos conectan con nuestra herencia. Honrarlos es lo mínimo que podemos hacer por ellos»

TM

Honrando a los padres, a pesar de todo

Ingredientes:

  • 1 taza de Respeto
  • 3 cucharadas grandes de Cariño
  • 1 rebanada de Aceptación
  • 1 manojo de Ojo noble
  • 5 gotitas de Agradecimiento

Condimentos:
Gentileza, atenciones, tiempo

Modo de preparación:

1- Nuestros padres nos han regalado la vida. Es importante agradecer el simple hecho de que estamos vivos, la vida que ellos nos concedieron sin pedir nada a cambio. Por lo tanto, el respetar a los padres no depende de las cosas que ellos nos dan o que hacen por nosotros. La vida no tiene precio.

2- Honrando a nuestros padres, valoramos todo lo que nos rodea. Al respetar a nuestros padres aprendemos a ser más sensibles a nuestro entorno, desarrollamos el sentimiento de apreciación y bondad hacia los otros, mejoramos nuestra calidad de vida, podemos conectarnos mejor con el medio y podemos sentirnos mejor.

3- Hay que aceptar a los padres tal cual son. A pesar de que hay padres que pueden ser difíciles o que quizá que no son como uno quisiera, continúan mereciendo nuestro respeto y agradecimiento. Verlos con un ojo noble ayuda a entender razones y acciones que nuestra visión no comprende.

4- Padres, sólo hay unos. En la vida podremos encontrar grandes amigos, personas que nos inspiran y nos motivan, gente con la que podemos compartir nuestras vidas; pero el lugar de los padres no se compara, no se cambia y no se olvida jamás.

«Hay hijos que tienen a sus papás muertos y los llevan adentro como si estuvieran vivos; sin embargo hay otros que los tienen vivos y actúan como si estuvieran muertos».

Fuente: www.recetasparalavida.com

Nunca es tarde para volverse a enamorar

Para vivir bien es importante amar a la vida. El deseo de vivir y el optimismo nos dan energía y nos llenan de buenas razones para seguir adelante a pesar de que no siempre tengamos lo que nosotros deseamos.

Elsa tiene 81 años y Alfredo tiene 86. Ambos son personas alegres, optimistas y sobretodo tienen muchas ganas de vivir.

Elsa, una mujer muy gentil, enviudó hace poco tiempo después de haber estado casada por más de 50 años y tuvo sólo una hija que le dio 3 nietos. Muy pronto festejaran la boda de la nieta menor.

Alfredo, un señor serio, cordial y elegante perdió a su esposa hace un año. Pasa su tiempo leyendo, jugando al ajedrez o a las cartas con sus amigos y visitando a sus hijos y nietos.

Elsa y Alfredo tenían amigos en común a pesar de que nunca se conocieron en todos los años de sus matrimonios. Un buen día Araceli, la mejor amiga de Elsa, la invitó para que la acompañara a su reunión semanal para jugar a las cartas con sus amistades. Allí estaría Alfredo. Araceli creía que ambos podrían hacerse amigos y pasar buenos momentos juntos. Y así fue. Desde el momento en que Elsa entró al salón, Alfredo se levantó y se introdujo. En pocos días Elsa y Alfredo entablaron una buena amistad que pronto se convirtió en una nueva relación. A los pocos meses decidieron casarse e iniciar una nueva vida. Si bien las familias de ambos apoyaron a la pareja, había quienes se preguntaban si la relación era apropiada. No había pasado mucho tiempo desde que ambos perdieron a sus parejas y algunos sentían que había una cierta traición en querer reemplazar tan rápidamente a las personas fallecidas. ¿Cómo podían haber olvidado tan rápidamente? ¿Cómo se atrevían a volver a enamorarse sin haber pasado largos años de por medio? Obtuvieron la respuesta durante la boda.

El casamiento fue en un lindo jardín y asistieron los hijos, nietos, familiares y amigos de ambos. Elsa lucía espectacular, no sólo por su traje que reflejaba su gusto refinado, sino por su sonrisa contagiosa y una inmensa alegría que se podía sentir por todo el patio. Alfredo se sentía como si nuevamente fuese joven. Alzó una copa y comentó:

«Elsa y yo tenemos varias cosas en común pero sobre todo compartimos el amor por la vida. No nos casamos para reemplazar a nuestros esposos con los cuales tuvimos una vida maravillosa; nada ni nadie puede sustituirlos. Este casamiento se trata simplemente de reconocer que aun estamos vivos y que debemos continuar hacia delante; vivir lo mejor que se pueda con el tiempo que nos queda.»

Y en ese instante, todos comprendieron. Alzaron sus copas y brindaron por la nueva pareja y por la vida.

Retomando la vida con realismo

Ingredientes:

  • 8 cucharadas de Experiencia
  • 5 cucharadas de Respeto
  • 8 cucharadas de Compromiso
  • 4 cucharadas de Honestidad
  • 1 manojo de Ganas de vivir

Condimentos:
Alegría, gratitud, y buena disposición.

Modo de preparación:

  1. Estar vivo implica enfocarse en el presente. Es importante dejar de contar las pérdidas. Se debe retomar aquello con lo que se cuenta, permitiéndose disfrutar de lo que lo rodea, liberándose del dolor.
  2. Compartir la vida aumenta las ganas de vivir. Una vez que entendemos que nadie es eterno, se puede valorar y disfrutar más cada momento. Cuando éste se comparte aumenta la posibilidad de tener un mejor sabor, reanimando nuestra vida y mejorando los condimentos.
  3. Nunca se reemplazan los sabores originales. Nadie se sustituye ni se olvida. El sabor y los aromas de la primera cocina quedan impregnados para siempre. Estos constituyen la esencia que nos ayuda a subsistir a través del tiempo y nos da una consistencia única.
  4. El beneficio es para todos. Tener el privilegio y la suerte de rodearse de cocineros felices y positivos mejora la calidad de las recetas y de la sobremesa. Un Chef cocina mejor cuando el ambiente que lo envuelve es ligero, optimista y sobretodo lleno de afecto.

«El regalo más grande que podemos tener es el patrimonio de la vida. Compartir, reír y gozar, no tienen precio» RPV

Fuente: www.recetasparalavida.com

Un Corazón que sufre, no conoce razones

¿Qué consuelo se puede dar a padres que acaban de perder a su hijo? ¿Cómo se les puede dar una explicación justa? ¿Qué se les dice a estas personas que tienen el alma desgarrada, que tanto amaban a su hijo, incluso aun más que a sus propias vidas? ¿Cómo retomar los planes que habían soñado? Tantas ilusiones que de un momento a otro han desaparecido, casi como si se cerrara una puerta sin dar explicación, sin dar otra oportunidad; sólo se ha apagado la luz, ha llegado el final, sin pedirlo y sin entenderlo…

Marcos y Betina tuvieron que afrontar la desgracia más grande que puede tener un ser humano: la pérdida de su niña Sofía probablemente, aún estaría junto con ellos si no hubiera sido por un error médico, por una negligencia y una falsa esperanza, que a pesar de las buenas intenciones del médico hizo que la pérdida fuera aún más inconsolable. Ellos hubieran dado todo por salvar a su pequeña, por tenerla entre sus brazos, por ver su linda sonrisa, por darle todo lo que ella pedía. Después de todo, Sofía no quería ropa, ni juguetes ni viajes; solo quería vivir, quería crecer. Esto era algo que ni todo el amor ni todo el esfuerzo de sus padres le pudo dar; vida, simplemente vida.

Maribel y Adrián estaban dormidos tranquilamente cuando un llamado telefónico a media noche los despertó, comunicándoles que su hijo, Valentín, había sufrido un accidente terrible en la autopista. Este joven, un atleta excelente con futuro prometedor, perdió su vida a escasos meses de graduarse de la universidad; simplemente en un minuto, en un accidente. Sus padres, abuelos, hermanos y toda la gente que lo rodea no puede entender lo que sus oídos escuchan, no hay una razón lógica, nada que pueda explicar una pérdida de tal magnitud. Valentín no merecía este final.

Han pasado los días, las semanas, bien podrían haber pasado algunos meses; sin embargo el dolor lejos de disminuir ha aumentado, se hace insoportable recordar, pensar y pedir explicaciones que no existen. Fácil sería si se pudiese encontrar una pastilla que alivie el dolor, que calme la pena y que pare el sufrimiento. Después de todo vivimos en un mundo que es conocido por proporcionar soluciones rápidas, efectivas e inmediatas. Todos buscamos el remedio mágico sin importar el precio, nadie quiere sufrir y tratamos de enmascarar el dolor con una píldora o con distracciones continuas.

Todos estos padres, hermanos y abuelos que han perdido a estas almas inocentes, sienten la presión de tener que volver a trabajar, cuidar a sus otros niños y regresar a la normalidad. Sin embargo, todos se sienten inundados por la tristeza, la falta de motivación, una gran apatía y hasta incluso en el caso de Betina, el deseo a veces de morirse.

Sus familiares y amigos les recomendaron asistir a grupos de apoyo donde encontrarían otras familias que pasaron por lo mismo, leer libros acerca del duelo, tratar de salir más de la casa y toda una serie de buenos consejos. Sin embargo, por más consejos que siguieran, Marcos, Betina, Adrián, Maribel y cualquiera que desafortunadamente ha estado en la misma circunstancia, no pueden encontrar consuelo o aquella receta, aquel ingrediente que si lo ponen en práctica, pudiera quitarles el sufrimiento y secar sus lágrimas.

El dolor, la apatía, la pena, las ganas de no volver a sonreír al mundo, fueron sentimientos que estos padres inconsolables debieron sobrellevar por mucho tiempo. Poco a poco y casi sin querer, la vida les ofreció el mejor remedio que alguien pueda tener: les regaló tiempo, les dio valor para llevar su pena en el alma y seguir su camino; para que las heridas lenta y gradualmente pudieran comenzar a cicatrizar y para encontrar una nueva razón por la cual vivir. El tiempo y la vida poco a poco les han ofrecido ese ingrediente que no se compra, que no se fabrica, que sólo se vive.

Si bien el vacío de las pérdidas estaba siempre presente, las familias pudieron reconectarse con la vida y salir adelante.

Y fue así como descubrieron que a veces hay situaciones que hay que soportar, no hay remedio y hay que darle tiempo al tiempo, ya que no hay soluciones mágicas, sólo la esperanza que algún día las cosas vayan a mejorar.

RecetasparalavidaTM

Viviendo con dolor en el alma

Ingredientes:

  • 1 galón de tiempo
  • 1 taza de aceptación
  • 1 manojo de memorias gratas
  • 1 gajo de fe
  • 1 sobrecito de amor por la vida
  • Esparza confianza y calma según sea necesario.

Condimentos:
Apoyo de gente querida, ánimo, mirar hacia delante.

Modo de preparación:

Cuando sentimos dolor es como si nos estuvieran quitando parte de nuestra alma, sin percatarnos que este es el ingrediente que nos va a dar el valor y la fuerza para salir adelante.

Lentamente y sin buscarlo se logra diluir la pena ya que el tiempo, el deseo y el esfuerzo que cada uno pondrá en retomar la vida son los únicos remedios.

No hay receta para quitar el dolor, es un trago amargo y difícil de digerir.

Cuando termina la lógica y las explicaciones, empieza la fe y la aceptación. La pena es un ingrediente que tiene que ser absorbido lentamente e integrado al ser para luego poder ser transformado y para convertirse en una persona diferente, con un dolor interno pero con valor para seguir adelante.

Todo cocinero que ha experimentado la pérdida de un ser querido comparte un lenguaje silencioso con aquellos que han pasado por la misma situación. Sus platillos tienen un sabor diferente, impregnados por la triste experiencia. La base de sus platillos tiene un ingrediente duro de digerir que lo obtuvieron sin buscarlo o pedirlo y a pesar de que lo puedan diluir, jamás lo lograrán disolver.

Existen cosas en esta cocina de la vida que no tienen explicación ni razón de ser, de alguna manera será mejor aceptarlas y seguir el camino, siempre adelante, construyendo, creando, inventado, ya que para sanar hay que construir.

Fuente: www.recetasparalavida.com


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